Derechos humanos, un caso actual sin explicación

Derechos humanos, un caso actual sin explicación
A estos extremos hemos llegado, sin oposición posible, impotentes para
accionar contra la injusticia. ¿Hasta cuándo?…
Si un militar que ejercía el mando de una unidad antisubversiva hasta una
determinada fecha; ¿Por qué un ministro en visita de causas de DDHH se
atreve a someterlo a proceso y acusarlo, si el hecho que investiga y condena
sucedió meses después de la entrega de la unidad, y que ninguna pieza
procesal –interrogatorios, careos y documentales – señalan su supuesta
participación punible en los hechos investigados y, al contrario, sus antiguos
subordinados lo exculpan de toda participación?
Mala costumbre que ya ha criado raíces entre los jueces que, contra leyes
expresas y vigentes, condenan a los militares que les cupo participar en la
lucha anti subversiva entre 1973 y el término del Gobierno Militar.
En causa rol 238/2010 que el juez Mario Carroza tramita respecto de los
secuestros y homicidios calificados de dos integrantes del MIR, ocurridos en
Santiago el 17 de mayo de 1984, por medio de la resolución de fecha 11 de
febrero de 2020, acusa a 16 ex agentes de la CNI, entre ellos al Brigadier
Roberto Schmied Zanzi, siendo que el citado brigadier había entregado el
mando de la unidad antisubversiva en diciembre de 1983 y que en mayo de
1984 se encontraba alistando su destinación a una embajada fuera del país.
¿Qué puede motivar a un juez para proceder a actuar de esta manera?;
¿Necesidad de involucrar al máximo de personas en los procesos que
sustancia?, ¿Incrementar los montos de las condenas y el número de
condenados?, ¿Sumar puntos para alcanzar el tope de la carrera judicial?,
¿Recibir reconocimiento del sinfín de organismos, agrupaciones y partidos
políticos de la izquierda?, ¿Aumentar por la vía de las condenas de muchos
militares los montos de las indemnizaciones que se pagan al término de los
juicios? O tal vez, ¿Demostrar su compromiso ideológico?
Lamentablemente, se ha hecho una costumbre acusar y condenar sin
demostración clara, contundente y ajustada a derecho en las causas de
Derechos Humanos. El caso del Brigadier Schmied no es el primero ni será el
último, mientras no se reconstruya el estado de derecho y el debido proceso
que ha sido arrastrado por el fango y la ignominia desde hace ya tanto tiempo.
¡Basta del abuso y encarnizamiento judicial contra los veteranos del 73!