Correos de los Lectores, Diario La Tercera 02 de Enero de 2017

Señor director:
Hemos recibido diferentes opiniones que se han vertido sobre la posibilidad de que los enfermos terminales o las personas muy ancianas que cumplen penas privativas de libertad, incluyendo a ex miembros de las Fuerzas Armadas y Carabineros, puedan cumplir el resto de esas penas en sus domicilios, dándoles la alternativa de pasar entre los suyos los últimos años de sus vidas.
Desde los fundados dichos del ministro de Justicia Jaime Campos, quien además de su alto cargo posee la responsabilidad de ser una de las más autoridades nacionales de la masonería chilena, hasta las siempre sabias y ponderadas expresiones del sacerdote S.J. Fernando Montes, ha aparecido una luz nueva sobre el tema y deben haber llevado un halo de esperanza a quienes se encuentran en la crítica situación indicada.

A lo anterior se suma la moción anunciada por ciertos diputados para legislar en el sentido indicado. Como dice el padre Montes, frente a aquellos que en su momento no tuvieron piedad para cometer atrocidades fundadas en odio de origen común o político, debemos demostrar que la mayoría tenemos para ellos la caridad y la comprensión de que ellos carecieron con sus víctimas.
En el pasado, diversos políticos han prometido antes de elecciones inminentes, que como primer acto una vez elegidos tomarían medidas tendientes a finalizar con el drama que viven personas ancianas presas. Pero sucede que una vez electos se olvidaron de lo prometido. Anido la esperanza de que una autoridad política y moral como Jaime Campos, una voz respetadísima como la de Fernando Montes y una acción decidida de ciertos diputados de diversos partidos políticos, puedan arribar a la concreción de una solución.

No esperemos que la muerte los pille en la cárcel y démosles una demostración de preocupación humana y de caridad con el prójimo, las mismas que ellos en su momento no tuvieron.
Demetrio Infante Figueroa