El despliegue de fuerzas de la Policía de Investigaciones en Ercilla, donde murió un funcionario y otros 10 resultaron heridos, pudo transformarse en una tragedia mayor. Los más de 800 agentes que se desplegaron en la zona fueron emboscados y atacados con alto poder de fuego en Temucuicui, a pesar de que en el sector del conflicto no se encontraban los más “duros” de los violentistas. Al menos unos 14 de ellos se habían trasladado a un predio tomado en Selva Oscura donde fue asesinado el agricultor Orwal Casanova, y otro grupo más numeroso acudió a Angol a la espera del juicio contra el autor del homicidio de Camilo Catrillanca. “Nunca nos había ocurrido algo así”, declaró el director general de la PDI, Héctor Espinosa

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Maolis Castro y Daniela Bas

En un operativo antidrogas murió el inspector de Equipo de Reacción Táctica (ERTA) de Iquique, Luis Morales Balcázar, y otros 10 funcionarios de la Policía de Investigaciones (PDI) fueron heridos. Ocurrió el jueves, cerca del mediodía, en la comunidad mapuche de Temucuicui de Ercilla, en la región de La Araucanía, en un inédito despliegue policial que involucró a 850 funcionarios policiales, un helicóptero y decenas de vehículos. “Llevo 42 años en la policía, en distintas partes, he conversado con muchas personas, y a nosotros nunca nos había ocurrido algo así, vamos a hacer un estudio acucioso (…) No puede ser que haya un lugar vedado en Chile para la policía”, dijo el director general de la Policía de Investigaciones (PDI), Héctor Espinosa, a radio Biobío.

Pero el desenlace pudo concluir en una auténtica masacre. El grupo armado, que domina el territorio Temucuicui, estaba incompleto al momento de la incursión policial. De estos, 14 hombres armados y “entrenados” se trasladaron al sector Selva Oscura donde se encuentra el fundo del agricultor Orwal Casanova, quien murió tras recibir un disparo en el rostro; mientras que otros viajaron hasta Angol por el juicio contra ex sargento del Gope Carlos Alarcón por el homicidio del comunero Camilo Catrillanca.

El propio ministro del Interior, Rodrigo Delgado, aseguró que la PDI, al ingresar a Temucuicui, encontró “una organización criminal de alto nivel, alto poder de fuego: organización, armas, drogas”. Según conocedores de la investigación, la orden fue ingresar a una docena de predios, 11 en Temucuicui y uno en otra comunidad cercana; y a una casa en Ercilla. Pero los funcionarios policiales solo pudieron entrar a cinco predios, donde allanaron 1.277 plantas de marihuana, 40 kilogramos de marihuana procesada, 12.320.640 pesos en efectivo, siete armas de fuego, y 148 municiones de distinto calibre.

El subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, explicó que se encontró lo esperado de acuerdo a la orden del fiscal: “Gran cantidad de droga, pero una gran capacidad organizativa y de armamento, que fue lo que recibió el operativo PDI”.

Los 30 vehículos policiales resultaron penetrados por potentes proyectiles. “Estamos hablando de armas de grueso calibre, y para muestra un botón, una de las armas incautadas es una (subametralladora UZI)”, reconoció el ministro Delgado, quien además aseguró que veía el “vaso medio lleno” porque, a excepción de la muerte del inspector y los agentes heridos, el operativo antidrogas logró sacar de circulación a más de 1,2 mil plantas de marihuana y se detuvo a nueve personas. Pero el saldo fue muy distante a lo que fue planeado con meses de antelación.

La estimación de plantaciones en 12 imágenes tomadas desde drones es que, al menos, existirían entre 4 mil y 5 mil plantas que quedaron en viveros. Se trataría de invernaderos profesionales, los cuales contarían con semillas tratadas genéticamente. Todo estos datos estarían acreditados por “escuchas telefónicas”.

Fue una investigación que comenzó ocho meses atrás. Durante ese transcurso se formalizaron 20 personas, de las cuales nueve están en prisión preventiva, la mayoría de la comunidad Temucuicui, pero en el fallido operativo de esta semana solo se detuvo a dos mujeres que no eran quienes se encontraban en las órdenes de detención emanadas desde Fiscalía.

En redes sociales circularon varios audios con versiones que, supuestamente, apuntaban a que antes del operativo se habría obligado a cambiar las municiones a los policías por unas no letales. “Es absolutamente falso, lo descarto categóricamente. Fueron 850 detectives que participaron en este operativo, cada uno con su arma de servicio, cada funcionario tenía 30 tiros, si usted lo multiplica son 25.500 tiros letales”, acotó el jefe de la PDI.

Sin embargo, muchos de los agentes acudieron al procedimiento policial con sus armas de reglamento, la mayoría de éstas eran pistolas 9mm y en algunos casos subametralladoras. La intervención del general de Carabineros Carlos González, jefe de la Novena Zona de Araucanía, evitó más muertes en el operativo policial, según distintas fuentes; al enviar “más blindado y más fuerza” cuando la situación se convirtió en crítica. Se trató de un episodio donde los efectivos presentaron dificultades para salir del sector, incluso el helicóptero fue atacado, y donde los carabineros debieron auxiliarlos con tanquetas debido a que fueron cercados en Temucuicui.

Comuneros advierten que seguirán en “alerta”

El Ministerio del Interior presentó una querella criminal contra dos mujeres por presuntamente estar involucradas en tráfico de drogas en Temucuicui, Nicol Calhueque y María Cristina San Martín Calhueque, además de todos los que resultaran responsables. Estas mujeres no contaban con orden de detención al momento del operativo, y ahora están en prisión preventiva. 

El ministro Delgado indicó que el enfrentamiento con efectivos de la PDI marcó un “punto de inflexión“, y pidió trabajar “unidos” para combatir el crimen organizado. Señaló que se deben separar las “causas, que pueden ser plausibles” de la “delincuencia común”, del narcotráfico, de las armas y balaceras. “La gente está cansada de aquello, y el Gobierno también se cansó de aquello. Hemos venido a reenfocar el trabajo para poder determinar a los responsables de los asesinatos de las últimas 24 horas”.

La senadora Carmen Aravena considera que la estrategia debe cambiar en la macrozona sur. “Hoy, es fragante la situación de crimen organizado, y alto nivel de poder de fuego… La estrategia de un delegado y dos personas de apoyo no es suficiente, y se requiere de apoyo del Estado”, asevera. Cree importante aclarar las órdenes a funcionarios: “Quienes somos de La Araucanía sabíamos que, de intervenir en la zona, se iban a encontrar con armas de grueso calibre (…) No estamos hablando de delincuencia común”.

Para el diputado Miguel Mellado (RN) hubo fallas en la preparación del procedimiento policial. “Ese operativo se hizo en Temucuicui, sector que es inexpugnable, que está dentro de la ruta de la droga, es como el Triángulo de las Bermudas porque todo se pierde ahí (…) Se demuestra lo que hemos venido sosteniendo hace mucho tiempo: existe narcoterrorismo en La Araucanía, y ellos no trepidan en disparar a matar a cualquier persona, incluso policías”, explicó. Destaca, incluso, que los automóviles no estaban blindados.

Los centenares de policías salieron un día antes rumbo a la comunidad mapuche. Salieron en una caravana de cerca de 200 automóviles desde Angol, que tenían banderas de distintos colores que representa un “equipo distinto” y con un “objetivo distinto” para reconocerse entre ellos, explican conocedores de la acción policial, y hasta pernoctaron en un estadio de la zona. Estos vehículos no serían institucionales, aunque aparentemente serían fácilmente identificables por sus pasajeros: funcionarios. La apuesta policial habría sido un despliegue masivo para “copar” todo el terreno y no una sorpresiva incursión. “Es muy difícil sorprenderlos porque es un territorio donde en la práctica nadie puede entrar. Es solo un camino y ellos tienen sistemas de inteligencia internos donde se alertan y es imposible que llegue un auto ajeno sin que sepan”, dice una persona conocedora del asunto.

En La Araucanía indican que, al momento de ingresar a Temucuicui, no todos estaban juntos, porque aparentemente un número importante de los vehículos quedó detenido. “Algo pasó que el primero quedó detenido y detrás todos lo mismo. Ahí les empezaron a disparar y quedaron encajonados. Porque los caminos son muy estrechos y muchas partes están socavadas y los vehículos quedaban más bajo y ahí les disparaban desde arriba con armas pesadas y autos que probablemente no estaban blindados”, explica la misma fuente que prefiere el anonimato por seguridad.

El inspector Balcázar no habría estado en esta caravana, sino que dentro de uno de los predios; mientras que la mayoría de los heridos son emboscados cuando recién estaban entrando, supuestamente irían detrás de un blindado que es detenido y posteriormente baleado.

El jefe de la PDI admitió que los delincuentes con quienes se enfrentó la policía tenían una preparación. “Hay tiradores que disparaban solamente al cuello (…) son tiradores que tienen experticia”, declaró.

Tras la emboscada y los ataques que recibieron los efectivos de la PDI, la “Comunidad autónoma Temucuicui” publicó en redes sociales que rechazaban las amenazas del director de la PDI, y que se “seguirán defendiendo” y que están en “alerta”.