Ezzati: Una Homilía Memorable

“Les guste o no a sus detractores, el arzobispo de Santiago ha hecho el 18 de septiembre pasado una de las contribuciones más sustantivas al bien de la patria que hayamos conocido en los últimos años…”

En Chile vivimos del corto plazo, de la actualidad del día y de la hora, del titular y de la cuña.

Por eso, un texto magnífico como el del cardenal Ezzati en el Tedeum de hace apenas seis días puede pasar rápidamente al olvido. Claro, los correos de la discordia pueden permanecer meses en la chimuchina de medio Chile -porque no se los utiliza para pensar, sino para insultar a la Iglesia-, mientras que los conceptos maduros de una homilía preparada para la reflexión son olvidados casi de inmediato por los mismos que invocaban a la razón y a la justicia.

Les guste o no a sus detractores, el arzobispo de Santiago ha hecho el 18 de septiembre pasado una de las contribuciones más sustantivas al bien de la patria que hayamos conocido en los últimos años. El texto está dotado de una sencilla plenitud.

Conjugó monseñor Ezzati la gratitud por la presencia de casi todas las autoridades con la petición de perdón ante quienes pudiesen haberse sentido ofendidos por aquellos correos. Y no hay mayor demostración de autoridad que la sincera articulación de esas dos actitudes, porque si cada una por separado es signo de humildad, juntas son simplemente la comprobación de que se vive solo para servir.

A partir de esa posición, el cardenal Ezzati realizó una serie de denuncias sobre el estado actual de Chile, las que lo llevaron a plantear otros tantos desafíos para concretar las esperanzas que él estima imprescindibles como motor del futuro. Por eso habló de la conmoción como una situación deseable, como una ocasión de cambio personal y nacional.

Pero el arzobispo de Santiago no se quedó en consideraciones generales y etéreas que a nadie entusiasmarían, sino que supo aterrizar en campos muy concretos sus desafiantes proposiciones: la protección de la vida, en abierto contraste con la cultura de la muerte que promueven significativas minorías de chilenos, algunos incluso bajo denominación cristiana; la dignificación del trabajo, en clara contradicción con tantos que lo consideran una mercancía controlable de lunes a viernes; la revalorización de la política, frente a todos los que la utilizan para renovar sus privilegios cada cuatro años.

 

¿Y Dios? Porque Dios tenía que estar presente en un texto como este, ¿no?

Sí, el cardenal sugirió que Dios es el centro de la esfera pública, aunque no está ahí con afán de imponerse -nunca lo ha hecho-, sino para proponerse como el eje y la clave de toda la existencia humana. Por eso recordó monseñor Ezzati la importancia de hacer fluir el amor a los semejantes desde el amor a Dios. Quizás insinuaba que sin ese punto de partida, todo intento está condenado al fracaso; algo así como que no hay solidaridad eficaz sin un anclaje en el Creador, que no hay motivo más fuerte para superar el individualismo que el vínculo de la fraternidad ante un Dios Padre.

En un momento difícil para su gestión -debido a una campaña para intentar destruirlo, a nombre de una supuesta Iglesia popular y democrática-, el arzobispo supo mostrar el verdadero fondo de sus intenciones y de sus proyectos. Dio a conocer sus miradas sobre la historia reciente, sin pretensiones de infalibilidad; mostró su conciencia más íntima, para que los hombres de buena voluntad -los otros nunca lo podrán entender- conozcan qué lo mueve verdaderamente; y delineó un proyecto que resulta animante, especialmente para los políticos de genuina cepa cristiana.

Pocas horas después, el Papa Francisco iniciaba su visita a Cuba y a los Estados Unidos, para decirles tanto a sus pueblos como a sus gobernantes en qué aspectos malviven y cómo deben enmendarse para ser felices. A Francisco y al cardenal Ezzati podemos creerles o no, pero eso ya no depende de ellos.

Tomado de Gonzalo Rojas

Más Artículos

Artículos de Opinión

Geriatricidio carcelario

  Artículo que debería ser leído por jueces, parlamentarios y gobierno: La dignidad infinita del ser humano Martes 16 abril de 2024 | 06:30 Fernando Chomali Arzobispo de Santiago Notable resul...

Leer más

Artículos de Opinión

Derechos Humanos en Chile

Interesante conocer las opiniones de los lectores del Diario Constitucional a la carta enviada por la Abogado Carla Fernández en Junio del año pasado : ¿Prevaricación en la Excma. Corte Suprema? C...

Leer más

Artículos de Opinión

Aún hay algunos verdaderos JUECES que aplican JUS...

Séptimo TOP de Santiago absuelve a militares acusados como autores de apremios ilegítimos 17-abril-2024 Tribunal dictó sentencia absolutoria en favor del capitán de Ejército a la época de los he...

Leer más