A la mayor parte de los futuros ministros no los conozco ni sé nada de ellos, pero saltan a la vista algunas irracionalidades evidentes de la nómina: ¿qué tienen que hacer un periodista en Agricultura o sendas doctoras en Minería y en Interior? Don Jorge Alessandri tuvo al doctor Sótero del Río en Interior, pero sólo después de una extensa carrera pública de éste, que lo acreditaba como estadista de jerarquía y personalidad. En cambio la doctora Siches, fuera de haber aparecido en un video poco respetuoso haciéndole una “tapa” a los que llamó “infelices” del gobierno actual y de declarar textualmente no haberse “ponido” en determinado caso ¿qué méritos exhibe, como no sea su figuración en las encuestas de popularidad, para ser la futura jefa del gabinete?

Pero lo más insólito de la nómina es la designación de Maya Fernández Allende como ministra de Defensa. Parece, como lo he dicho en twitter, una “bofetada en la cara” a los cuerpos uniformados. Pues ya nombrar a una veterinaria, aunque también sea bióloga, se presta para ridiculizaciones fáciles de los hombres y mujeres de armas. ¿Quiso burlarse Boric, aprovechando la excesiva mansedumbre de los militares activos, que han dejado a sus “caídos tras las líneas enemigas” convertidos en juguetes de escarnio y lucro indecente para la izquierda en general y deleite prevaricatorio de vengativos jueces rojos en particular?

Todo eso ya sería grave, pero no lo más grave, pues desde el punto de vista de los intereses nacionales permanentes y estratégicos lo es más estar prontos a dejar en manos de una persona tan próxima y afín al que puede ser considerado el peor enemigo de la seguridad interna y externa chilena, como lo es el régimen cubano y, en particular, como lo fue el encabezado por Fidel Castro entre 1970 y 1990, al que sirvió el padre de ella.

Pues se supone que el ministerio de Defensa maneja todas las variables estratégicas y secretos que se relacionan con la seguridad interna y externa de Chile. ¿Es prudente dejar todos esos resortes bélicos nacionales en manos de una persona medio extranjera, hija de un exagente activo de una potencia hostil, que presumiblemente alberga sentimientos de odiosidad contra las fuerzas armadas y carabineros que pusieron término al gobierno de su abuelo y sobre las cuales va a tener tuición?

Sólo con lo anterior ya la nómina del futuro gabinete es suficiente para hacer que los chilenos realmente preocupados de nuestra patria, más que de los avatares políticos circunstanciales, nos pongamos a temblar.

Hermógenes Pérez de Arce