¿Se reencontrará Chile algún día?

¿Se reencontrará Chile algún día?
Nuevamente un 11 de Septiembre en Chile….
La televisión nos muestra las habituales ceremonias conmemorativas, especialmente organizadas por el gobierno, y la marcha en romería al cementerio General, de las agrupaciones de familiares de quienes murieron durante esa fecha y en hechos posteriores, siendo parte de la oposición al gobierno militar….
Por Roberto Hernández Maturana
Se habla en especial de los Derechos Humanos, de los actos “barbáricos” que supusieron la violación de estos, se exigirá las “máximas penas”, el cierre del penal “Punta de Peuco”, nuevamente escucharemos “ni perdón ni olvido”, voceado repetidas veces entre otros, por jóvenes que con y sin capucha,pero alimentados unos con una historia contada desde un solo lado por años y años, y otros, sólo por el mero deseo y la oportunidad de protestar…, ¿y por qué no?, de provocar desordenes, que les permitan vomitar su rabia contra “el sistema” (también convenientemente alimentados con una versión especial de la historia).
Escucharemos una y mil veces la frase “Derechos Humanos violados”… Pero, ¿estamos en realidad asistiendo a actos conmemorativos para la defensa de los Derechos Humanos, o estamos asistiendo al planteamiento de una venganza colectiva? Pareciera que quienes defienden la “universalidad de los Derechos Humanos”, olvidan que los acusados de violarlos, también los tienen.
Es tan difícil juzgar imparcialmente la historia, sus actores y sus víctimas (todos…, todos somos actores y víctimas de la historia; en todo momento y lugar), si no podemos juzgar los hechos en su contexto. Pero no hablaremos aquí de historia, de la Guerra Fría, de la Internacional Socialista, de la exportable revolución cubana, del Congreso de Chillán de Noviembre de 1967, de la Doctrina de Seguridad Nacional, de La escuela de Las Américas, donde eran enviados nuestros militares por los distintos gobiernos, incluido el de Allende, para prepararse en el combate a la subversión. No hablaremos del gobierno de Allende, ni del Gobierno Militar, sino de sus víctimas…, de todas sus víctimas aquellas y estas, las que murieron y las que siguen viviendo, de uno y otro bando, las que ejecutaron y las que se enfrentaron…., todos…, si TODOS fuimos víctimas…, Chile fue víctima de sus propios odios y rencores, alimentados desde afuera y desde adentro…, y seguimos siendo víctimas alimentadas por el rencor, exigiendo mea culpa en el otro, desconociendo nuestras propias faltas, errores y omisiones, exigiendo venganza despiadada, hasta que no quede uno de los que “estuvieron allí”.
Así muchos permanecen en prisión, algunos esperando la muerte, sin siquiera darse cuenta del lugar donde están, y otros continúan muriendo, después de años y años de encierro, sin poder terminar su vida sintiendo cerca la mano de un ser querido en ese momento final.
Otros muchos, La mayoría, entonces jóvenes subalternos continúan siendo juzgados, condenados y perseguidos, muchas veces por vagos testimonios que, si no probaban su participación en los hechos, “debió saber”, o “estuvo allí”, ignorando de paso, que la sujeción a las leyes militares les obligaba a cumplir con lo ordenado en una lógica de guerra y estado de conmoción interior, en la que por lo demás actuaban bajo las ordenes de sus superiores, viviendo una situación nacional que hasta entonces solo conducía a la guerra civil….
Difícil palabra REENCUENTRO…, temo que quedará para las generaciones futuras la de los hijos y nietos de quienes debieron vivir y enfrentar esta fractura del alma nacional.
Ojalá, Dios (para los creyentes), buenas gestiones futuras de gobierno, el buen criterio colectivo y las experiencias de la historia, permitan a los chilenos mirarse a la cara alguna vez y cicatrizar las dolorosas heridas del pasado.
Publicado por Chilemerece