¡LA ALEGRIA YA VIENE!



¡LA ALEGRIA YA VIENE!

 

El Tata lo predijo

 

    ¡La alegría ya viene, la alegría ya viene!  Así cantaba toda la izquierda y los demócratas cristianos para el plebiscito de 1998 en la campaña del NO, con el despliegue publicitario más millonario que se haya conocido hasta la fecha en nuestro país, en una época en que no había recursos estatales como en la actualidad. Financiado desde Cuba, la órbita soviética, Europa; y el propio Estados Unidos, encabezados por el embajador Harry Barnes y el senador Kennedy, el mismo que dejó abandonada a su secretaria moribunda en un accidente automovilístico y luego huyó; quien posteriormente nos negó la sal y el agua mientras enfrentábamos peligros de un guerra inminente con nuestros vecinos. La alegría supuestamente llegó y “duró menos que lo dura una lombriz en el pico de un pavo.” Y todo lo construido con el sacrificio de todos los chilenos durante los 17 años de la “dictadura militar” y mantenido a regañadientes durante los años de la Concertación se ha ido al soberano carajo. Desde que la Bachelet se subió a un carro Mowag con uniforme militar como ministro de Defensa y la eligieron presidente en dos oportunidades; alternándose con un pseudo representante de la derecha, que se puso la camiseta del Colo Colo solo para aumentar sus negocios, cuando fue unos de los impulsores del NO.

    Y henos aquí ahora, “Here we are” en manos de los, las y les bataclanes de la política que se han dado maña para destruir el país en todos los frentes. Porque doy un millón de dólares a quien me afirme en que hemos mejorado con este ganapán y sus genios. Pero, en “Tontilandia,” como dicen algunos, la comandante Claudia es el personaje de la izquierda más popular y persisten en subirla al sillón de O’Higgins por tercera vez. Además de sus nefastos gobiernos y ser causante de una de las tragedias que más nos agobian: la inmigración descontrolada, cuando abrió las puertas a cientos de miles de haitianos con visas de turistas con financiamiento dudoso y que dejaban abandonados en Pudahuel a su suerte. Aunque ella aspira a las ligas mayores. ¡Dios nos guarde y también al mundo!

   Con el debido respeto, haciendo uso de una expresión algo ya coloquial, con un “carerrajismo” extremo, el Archivo Nacional de Chile (ACHN) ha estado exhibiendo la muestra “Mi felicidad es mi lucha” que reconstruye la vida y el quehacer de su creador y dirigente máximo del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, “MIR”, Miguel Enríquez,  ─padre de MEO─ que la docta pluma de Cristián Labbé acaba de desnudar de cuerpo entero en su última columna por la infinidad de crímenes cometidos por dicho movimiento, los que incluían asaltos a bancos; en uno de los cuales ordenó “bajar” al funcionario que se negó a entregarle las llaves de la bóveda y que de un puñetazo lo derribó al suelo. Este valiente servidor  recibió 6 disparos pero felizmente sobrevivió. El delincuente que pretendía ser una especie de Che Guevara murió en un enfrentamiento con una patrulla militar y herida en un brazo y con fusil se encontró a Carmen Castillo, embarazada y conviviente en esa fecha, hija de un connotado demócrata cristiano. Fue llevada personalmente al Hospital por el oficial que mandaba la patrulla, quien posteriormente fue condenado por la prostituida justicia que impera en Chile ─llevando hasta la fecha más de 500 años de prisión─ y obligó al Estado, es decir a nosotros, a pagar $80 millones como indemnización a la mujer embarazada.  

    Obviamente, que el mandatario chileno no podía dejar de visitar dicha muestra, ratificando el respaldo oficial del Gobierno, siendo consecuente además con el reconocimiento que le hizo al FPMR en el pasado y en plena Plaza Italia; lucir la polera con la imagen de Jaime Guzmán con un disparo en la cabeza; la visita a uno de sus asesinos en Francia, o visitarlos en la cárcel entre otros gestos. La guinda de la torta, el proximo 18 de octubre se estrena en Amazon prime la serie “Vencer o Morir”, basada en hechos reales, dice la propaganda, seguramenrte financiada con fondos concursables o con dineros de dudosa procedencia.

    Pero los hechos anteriores a pocos le importan y después nos quejamos. Esta misma justicia espuria, a la fecha mantiene y ya ancianos a 10 exsoldados conscriptos llamados a cumplir con su Servicio Militar Obligatorio cumpliendo condenas en los penales Colina 1 y Punta Peuco, por hechos acontecidos hace 50 años. ¿Qué responsabilidad les puede caber cuando fueron mandatados por el Estado para cumplir con dicha Ley, siendo jóvenes de 17 y 18 años y solo tenían que cumplir órdenes bajo un régimen sometido a la justicia militar y en Estado de Sitio? 10 familias humildes que sufren por la ausencia de quienes constituían el único sostén, por una aberración imperdonable guiada tan solo por el ideologismo de jueces y altos magistrados.

Aludiendo una vez más a Cristián, quien de la izquierda se fía, se arrepentirtá algun día. Mi general Pinochet lo dijo una y otra vez

Fernando Hormazábal Díaz

General de Brigada