Bolsonaro y PROSUR en Chile



Bolsonaro y PROSUR en Chile

Por Roberto Hernández Maturana

La realización en Santiago del  Foro para el Progreso y Desarrollo de América Latina (Prosur), organización que pretende remplazar a la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), esa organización que, bajo el gobierno de Lula en Brasil, acordaron crear el 23 de mayo de 2008 en  Brasilia, diversos gobiernos de izquierda que entonces gobernaban en América latina y cuya primera presidencia Pro Tempore, correspondió a la Presidenta Michelle Bachellet, que reunió entre otros a Hugo Chávez, Cristina de  Kircner, Correa de Ecuador, Evo Morales además de los ya mencionados Lula y Bachellet y que hoy languidece como otro ejemplo del fracaso de los gobiernos de izquierda para crear instituciones y procesos que perduren en el tiempo.

El objetivo de PROSUR, integrado ahora mayoritariamente por gobiernos de derecha o centro derecha, en el que participan  también los presidentes Iván Duque de Colombia, Mauricio Macri de Argentina, Martín Vizcarra de Perú, Lenin Moreno, de Ecuador y Mario Abdo, de Paraguay,  además del vicecanciller de Uruguay, Ariel Bergamino, y el embajador de Guyana en Chile, George Talbot fue sintetizado por el Presidente Piñera quién indico en su discurso inaugural que  “queremos que sea un foro sin ideologías, sin burocracia”, destacando que Prosur tiene “un compromiso fuerte y claro con la libertad, la democracia y los derechos humanos”, olvidando que cientos de quienes cumpliendo órdenes en 1973, integrando las FF.AA. y Carabineros debieron enfrentar el quiebre institucional que vivió nuestro país, hoy languidecen en Prisión o enfrentan procesos acusados a la bandada, sin que para ellos existan DD.HH.

La instancia también significó  el primer viaje del presidente brasileño Jain Bolsonaro a Chile, rodeado de controversia debido a las afirmaciones que este hizo en el pasado sobre el general Augusto Pinochet y los derechos humanos, lo que significó que  organizaciones de izquierda convocaran a manifestarse en su contra y diputados de la oposición presentaran un proyecto para que sea declarado “persona non grata”, así como también que el recién elegido presidente del Senado, Jaime Quintana  involucrado en el atropello y muerte de un Carabinero de servicio en febrero de 2015 en la Región de La Araucanía, y el nuevo presidente de la Cámara de Diputados, Iván Flores, dos de las más altas autoridades políticas del país, anunciaran que no asistirían al almuerzo de 90 invitados en honor del mandatario brasileño que se organizó  este sábado en el palacio presidencial de La Moneda, organizado por Piñera, olvidando el Senador y el Diputado que sus deberes de Estado como cabeza de dichas corporaciones está por sobre la contingencia político – partidista, y que al decir del ex diplomático Demetrio Infante en Carta a los lectores de diario El Mercurio del 21 de Marzo “ nadie le ha dicho al señor Quintana que hoy, más allá de sus legítimas ideas políticas, es la cabeza del Senado y como tal tiene obligaciones propias del cargo, entre otras, las protocolares. ¿O será que ya que no pudo hacer uso de la retroexcavadora, pues su candidato perdió la elección presidencial, pretende ahora hacerla funcionar desde la testera de la alta corporación que preside?”; a lo que se sumó el ex canciller Juan Gabriel Valdés al manifestar que el pasado miércoles en T13 Radio que “hay que distinguir entre Bolsonaro y Brasil. Brasil es Brasil y es un país amigo de Chile. Nosotros tenemos que tener buenas relaciones con Brasil” agregando más adelante que “me parece importante rescatar la amistad con Brasil y decir que Brasil es un país de mucha importancia”.

Igualmente el Canciller Roberto Ampuero manifestó que  “cuando el país y el Presidente de la República hace una invitación a un Jefe de Estado y lo recibe como jefe de Estado, uno espera, y así ha sido siempre la tradición republicana del país, que todos quienes encabezan o conducen las instituciones pudiesen estar presentes y acompañar esa visita como Jefe de Estado”.

Brasil es y ha sido un importante aliado y socio, y los políticos del mal llamado mundo “progre” como son las máximas  autoridades del Senado y de la Cámara de Diputados,  no deberían olvidar que Bolsonaro fue elegido democráticamente como Jefe del Estado por una abrumadora mayoría de brasileños, cansados de la corrupción y deterioro que venía viviendo la sociedad brasileña al alero de los gobiernos de izquierda de Lula y Dilma. Desconocerlo es faltar el respeto al pueblo de Brasil

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