¿Cañones o mantequilla?



¿Cañones o mantequilla?

El relación con la carta de don Estenio Mesa publicada ayer sobre el financiamiento de las FF.AA. cabría comentar que, con frecuencia, a quienes hemos hecho exposiciones relacionadas con la Defensa Nacional se nos formula la siguiente pregunta: “¿Por qué las cuantiosas sumas que se emplean en las FF.AA. no se utilizan para tener mejores hospitales, más escuelas y más viviendas?”. La respuesta que hemos dado es que el Estado debe contribuir a cubrir las necesidades sanitarias y educacionales de la población, así como a facilitar el acceso de los ciudadanos a una vivienda, especialmente a aquellos sectores más modestos. Ello es obligación de todos los gobiernos, pero en igual medida lo son la defensa, la policía y la administración de justicia; es decir, atender a la seguridad de los gobernados. No son obligaciones excluyentes, sino que complementarias. Lo que sí debe hacerse es mantener los gastos de la Defensa Nacional dentro de unos límites prudentes.

La finalidad de los institutos armados no es hacer la guerra —como afirman algunos— sino que la de preparar a sus miembros para defender con las armas, si llegara el caso, la independencia de la patria, su integridad territorial, la seguridad nacional y el orden institucional de la República. Los cuerpos armados constituyen el medio coactivo del Estado al servicio de la comunidad nacional frente a la amenaza exterior y, en su caso, frente a la subversión interior.

 

 

                                 Adolfo Paúl Latorre

                                          Abogado