Museo
La clave para que un conflicto no vuelva a ocurrir no es recordarlo eternamente, sino tener claro sus causas. Es necesario que el Museo de la Memoria nos muestre no sólo lo ocurrido en el régimen militar, sino también cómo llegamos a esa situación.
Agustín López C
Víctima de primera y segunda categoría”: Marcela Vacarezza se lanza con todo contra Guillermo Teillier
Marcela Vacarezza E@mvacarezza
Está claro que para @gteillier hay víctimas de primera y segunda categoría. No pues señor! Víctimas son víctimas #MesaCentral
Perdónalo Señor
Señor Director:
Respecto de la siguiente declaración a una Radio, del joven Diputado Jaime Bellolio: “No se justifica darles la libertad condicional a los beneficiarios de Punta Peuco, porque no han mostrado arrepentimiento ni han aportado a que haya más verdad”. Es oportuno citar como ejemplo las siguientes palabras de Jesús, respecto de los que lo crucificaron “Perdónalos Señor, ellos no saben de qué hablan”. Destaque joven Diputado, ya que es de la generación víctima del refriego de la memoria histórica, realizada por la izquierda.
El Diputado Bellolio representa a las generaciones que no sufrieron el atroz Gobierno de Allende, pero sí vivió y vive los trascendentales beneficios que heredó del Gobierno Militar, como disfrutar en plena libertad, una excelente calidad de vida y no dentro de un régimen comunista si es que los terroristas de izquierda hubieran logrado imponer en Chile la dictadura a la cubana y destruido el país durante el Gobierno Castrense.
Bellolio no tiene conciencia que gracias a los militares y policías de Punta Peuco, su padre y sus abuelos no fueron al paredón y su mamá y sus abuelas al colchón para ser violadas, por los terroristas, es decir Jaime Bellolio no existiría. Es más en Punta Peuco estan los que neutralizaron a los terroristas que asesinaron a su patrono político, el Senador Jaime Guzmán.
En síntesis, el Diputado Jaime Bellolio, espera que los militares y policías presos en Punta Peuco, trancen la verdad para salir libres. De lo que sí deben arrepentirse los de Punta Peuco, es de haber salvado la vida a los traidores que hoy toman las banderas de la izquierda y sus discursos, por un voto más.
Dr. Jaime Manuel Ojeda Torrent
PhD.Universidad Libre de Bruselas
El episodio del ex ministro Rojas deja varias cuestiones para reflexionar. Una de ellas es la pretensión de quienes sostienen que sus afirmaciones eran “ilegítimas”, y que esto era título suficiente para objetarle en el ámbito público, porque atentarían contra la dignidad de los afectados por dicha “ilegitimidad”.
Creo que se pueden advertir dos fuentes de la legitimidad de un juicio: una material y otra formal. La primera apunta a determinar si la afirmación es verdadera o falsa. Tal cosa es una cuestión que se discierne exclusivamente con la inteligencia (es decir, ni con los sentimientos ni con las emociones, u otras variables imponderables). Para alcanzar esta certeza el pensamiento es discursivo: requiere del diálogo y del contraste permanente de opiniones diversas, y, por lo tanto, toda acción destinada a silenciar las opiniones resulta esencialmente contraria a la estructura misma de la razón.
La segunda forma de legitimidad está vinculada con la potestad de que dispone un ser humano, un ciudadano, para emitir un juicio, sea este verdadero o falso desde el punto de vista del contenido. Esta potestad se origina en el carácter racional de todo hombre, y está asociada a su dignidad intrínseca. Es, pues, un derecho natural.
Según opiniones que he podido leer en diversos medios de comunicación, pareciera que solo tendrían derecho a hablar quienes emiten un juicio “verdadero”, estando obligados a guardar silencio todos los que formularan un juicio “erróneo”.
Estoy convencido de que esto no es así: todas las personas, en el ejercicio de su capacidad intelectual, pueden pensar, y en el ejercicio de su libertad de expresión, pueden emitir juicios que contengan el fruto de su reflexión, aunque a la postre se demuestren falsos. Si no fuera así, se frustraría la naturaleza dialógica del entendimiento y del discurso, y solo prevalecería la opinión que estuviera asociada al poder, es decir, a cualquier forma de fuerza.
Esto último, paradójicamente, terminaría siendo contrario a la dignidad humana.
Raúl Madrid
Profesor titular
Pontificia Universidad Católica de Chile
Artículos de Opinión
Paradoja deshumanitaria. Carla Fernández Montero 10 de mayo de 2024 Hemos observado a través de la prensa que el Ministro de Justicia y DDHH Luis Cordero, ha intentado compartir responsabilidades co...
Leer másArtículos de Opinión
La verdad va saliendo de a poco: La amputación de la mano derecha del soldado Conscripto del R I 24 “Huamachuco”, no se habría debido a una hipotermia, sino un shock séptico grave, p...
Leer másArtículos de Opinión
Enrique Slater @slater_enrique La opinión de una prestigiosa columnista, respecto a las amenazas que desde hace ya tiempo afectan al alma misma de la Patria, se reconoce y...
Leer más