Cincuenta años del MIR

Cincuenta años del MIR
La influencia del MIR en el devenir de la Unidad Popular todavía no puede ser debidamente analizada, pero sin duda empujó a los partidos políticos a tomar posiciones cada vez más rupturistas…
Publicado por El Mercurio
El 15 y 16 de agosto de 1965, en Santiago, se celebró el Congreso de Unidad Revolucionaria que reunió a antiguos dirigentes sindicales con grupos trotskistas y jóvenes de la Universidad de Concepción, para crear el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR, que tendría importante participación en los acontecimientos políticos a partir de entonces. Su objetivo era organizarse “para ser la vanguardia marxista-leninista de la clase obrera… que la conducirá al socialismo y al comunismo”, según afirma la declaración de principios emitida en su fundación.
Habían influido decisivamente en esta convergencia tanto la revolución cubana de 1959, que había mostrado que era posible el triunfo de la izquierda mediante las armas, como la decepción que les había causado a esos grupos la derrota de Salvador Allende en la elección de 1964. Cincuenta años después, aún quedan algunos cuadros ligados a la idea original, la de crear una sociedad comunista en Chile utilizando la lucha armada, pero, a no dudarlo, son grupos muy reducidos.
Para su fundación, ya se había producido un cambio en el Partido Socialista, que influido por las mismas consideraciones había acordado en Linares, en el mes de junio, cambiar la línea del partido y llamar a militarizar la acción política. Poco después, el MIR comenzaría con sus asaltos y otras “recuperaciones”, como llamaban ellos a los robos a mano armada que efectuaban con el objeto de financiarse. El año 1969 los enfrentamientos entre los integrantes del MIR y Carabineros llegaron a constituirse en un problema para la candidatura de Salvador Allende. Los miristas hasta ese momento despreciaban a quienes persistían en la idea de que la democracia podría ser un camino razonable para sus aspiraciones, pues ellos solo confiaban en la línea militar. Pero Allende se reunió con ellos y pactó un trato: si dejaban los asaltos, serían financiados por la Unidad Popular. Así ocurrió, y más adelante pudieron incorporarse como parte del Grupo de Amigos Personales, o GAP, que se hizo cargo de la protección del Presidente Allende.
La postura partidaria del uso de la violencia, inexplicablemente, nunca ponderó en forma adecuada que en ese campo quienes estaban destinados a ganar el poder no serían ellos, sino los militares, que contaban con la preparación y los equipos necesarios. Así ocurriría más adelante y el MIR sufriría una persecución implacable de parte de la DINA que, según muchos de sus militantes, aniquiló al movimiento el año 1975. No obstante, algunos sobrevivientes lograron salir del país y tomaron parte en las guerrillas en Centroamérica y en otros países.
La influencia del MIR en el devenir de la Unidad Popular todavía no puede ser debidamente analizada, por cuanto aún se desconoce mucho de su participación, de sus relaciones y del papel que cumplió cada uno de sus dirigentes. En el año 2015 aún se siguen publicando artículos sin los nombres de los protagonistas, que prefieren mantenerse en el anonimato. No obstante, sin duda que ellos empujaron a los partidos políticos a tomar posiciones cada vez más rupturistas, tanto en el plano nacional como en el internacional. En plena Guerra Fría intentaron que Chile cambiara de bando desde las democracias occidentales a las dictaduras socialistas de Europa Oriental, Rusia y unos cuantos países aislados en África, además de Cuba.
A cincuenta años de haberse creado, el MIR solo representa un hito histórico, pero ni sus actos revisten el interés ni el peligro que se percibía entonces. El hijo de su líder, Marco Enríquez-Ominami, es también un factor de división, como se pudo ver en la celebración del aniversario, al que se negaron a asistir importantes dirigentes. No obstante, su significado histórico, si bien aún no está completamente dilucidado, ha tenido un evidente impacto en nuestra historia.