Cuando tozudamente se demoniza a “los privados” todos parecen olvidar que estamos hablando, básicamente, de personas y su derecho a emprender. Algunas, a escala pequeña, otras a gran escala, pero siempre son PERSONAS: puedo ser yo, puedes ser tú.

No siempre el Estado hace bien las cosas y no siempre es sinónimo ni de eficiencia ni de gratuidad, lo que no significa que tengamos que tener una posición fanática al respecto; el Estado suele hacer las cosas mal, pero puede hacerlas bien: el Metro de Santiago es una prueba de ello.

Te invito a pensar en estos temas y te pido que me ayudes a compartir este comentario al respecto que hice en la Convención.