Del 18-O al caso Audio



Del 18-O al caso Audio

Hacerse cargo: del 18-O al caso Audio

Esperemos que, esta vez, las autoridades se hagan realmente cargo del problema y logren un acuerdo que siente las bases de un modelo de gobierno judicial, capaz de garantizar su independencia tanto interna como externa.

por Beatriz Hevia16 octubre, 2024

Imagen de la web Poder Judicial.

Esta semana se cumple un nuevo aniversario del 18 de octubre, una fecha que nos recuerda cómo algunos políticos estuvieron dispuestos a validar la violencia como método de acción política para desestabilizar un gobierno legítimo. En estos cinco años, mucho ha cambiado, pero, lamentablemente, poco para bien. Ahora, un nuevo escándalo, el llamado caso Audio protagonizado por Luis Hermosilla, ha abierto una caja de Pandora que hace difícil prever su desenlace.

Si algo positivo ha traído el caso Audio es que ha dejado al descubierto lo que era un secreto a voces: el deplorable estado de la justicia en Chile. Esto es una manifestación más de la crisis moral que atraviesa el país y que, durante años, las autoridades de los distintos poderes del Estado han preferido ignorar. Estas mismas autoridades hoy pretenden eludir su responsabilidad por no haber enfrentado, por ejemplo, la prevaricación y el activismo de algunos jueces y salas, fenómenos que se arrastran desde hace décadas y que, en lugar de disminuir, se han acentuado.

En este contexto, se han tomado medidas superficiales para dar la impresión de que se arreglan las cosas, cuando los problemas subsisten, las acusaciones constitucionales contra los ministros de la Corte Suprema, Vivanco, Matus y Muñoz avanzan esta semana, y la Corte Suprema ya ha resuelto destituir a la exministra Vivanco. Sin embargo, estas acciones no pueden quedarse en eso.

El verdadero riesgo es que los mismos políticos de siempre intenten ofrecer “soluciones” o respuestas cosméticas a esta crisis de proporciones, sin abordar realmente el problema de fondo. En su momento, el “Acuerdo por la Paz y la nueva Constitución” no trajo ni paz ni mejoras sociales, y hoy, las destituciones, acusaciones constitucionales y los proyectos de ley presentados de forma fragmentada parecen seguir el mismo camino: medidas de forma, pero no de fondo.

Lo que realmente se necesita es una profunda reforma al sistema de justicia. Es fundamental evitar la defensa corporativa del status quo que sólo beneficia a unos pocos, y avanzar hacia cambios estructurales, como la modificación del sistema de nombramientos de jueces y la administración del Poder Judicial, la integración de las salas, y la transparencia en el uso de recursos financieros. Además, el Poder Judicial debe estar sujeto a los pesos y contrapesos propios de un Estado moderno y democrático, donde florezca la justicia imparcial, no la injusticia, el nepotismo y la corrupción.

Estamos ante una oportunidad única para limpiar lo que está mal y abrir las ventanas del sistema de justicia para que entre aire fresco. Esperemos que, esta vez, las autoridades se hagan realmente cargo del problema y logren un acuerdo que siente las bases de un modelo de gobierno judicial, capaz de garantizar su independencia tanto interna como externa. Sólo así podremos construir un sistema de justicia que esté a la altura de las demandas de una ciudadanía cada vez más consciente y exigente.

Etiquetado:18 de octubrecaso audiojusticiaLuis Hermosillapoder judicial

Beatriz Hevia

Abogada

 

 

Asesinos en serie:

Comentario de Tomás Mosciatti

https://youtu.be/LmDlP0Dbrzo?si=Hr44PObgBTUwjdAc