Derecho y fuerza

Derecho y fuerza
Don Quijote le decía a Sancho: “para gobernar tanto son menester las armas como las letras, y las letras como las armas”. Derecho y fuerza son indisociables como anverso y reverso del Estado de Derecho.
El deber primero del Estado, y que antecede a todos los demás, es el de mantener el orden público y la seguridad de la comunidad nacional; pues sobre tales bases descansan todas las actividades o empresas personales o nacionales que se proyecten, para que éstas puedan ser desarrolladas con normalidad y tranquilidad.
El Estado, como promotor del bien común, está obligado a aplicar la violencia legítima —de la que él tiene el monopolio— si ello es necesario para dar eficacia al derecho y para repeler graves delitos o neutralizar la violencia ilegítima.
Lamentablemente, el gobierno no actuó en consecuencia ante las evasiones masivas en el Metro. Maquiavelo dijo: “El que tolera el desorden para evitar la guerra, tendrá primero el desorden y después la guerra”.
Adolfo Paul Latorre, Abogado
Publicada en El Austral de Temuco el 29 de octubre de 2019. También en El Mercurio de Antofagasta y en el de Calama, bajo el título “Orden”; y en El Austral de Osorno ese mismo día, bajo el título “Deber del Estado”.