Dichos de ministro de Justicia encienden debate por situación de condenados enfermos

Dichos de ministro de Justicia encienden debate por situación de condenados enfermos
Se habían hecho tres intentos por legislar el tema en el Congreso, luego que el sacerdote jesuita Fernando Montes saliera a destapar el caso a principios de este año. Incluso se intentó, en vano, introducirlo en la agenda corta antidelincuencia. Y cuando ya parecía terminar el 2016 a fojas cero, fue el propio ministro de Justicia, Jaime Campos, quien, en una entrevista publicada ayer en “El Mercurio”, volvió a encender el debate. Y esta vez todos saltaron, dejando en evidencia las pasiones que desataron las frases de Campos cuando dijo: “Es un tema de la máxima importancia y en Chile no hemos tenido el coraje para abordarlo”.
Pero no quedó ahí. Campos fue más lejos y expresó: “Desgraciadamente, todos vamos tomando posiciones sobre esta materia en base a lo que son nuestras visiones o intereses particulares, y no tenemos una mirada colectiva de país. Creo que los derechos humanos son válidos para todo el mundo, sin distinción de ninguna especie. Pero pareciese que algunos no lo creen así”.
Desde la izquierda, el diputado comunista Lautaro Carmona rechazó de plano el planteamiento de Jaime Campos: “Como buen ministro de Justicia, pienso que está muy interesado en los convenios internacionales de derechos humanos y del atentado a ellos. Y sabrá también que hay convenciones que señalan que los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles y no tienen amnistía posible. Si se trata del orden, de la convivencia civilizada, en el respeto irrestricto al derecho de otra persona, lo civilizado es que quienes conscientemente atentaron contra la vida de otros por diferencias de pensamiento deben asumir las consecuencias frente a la justicia. Cualquier relativización sería un hecho grave para los avances que ha tenido en Chile el tema de los derechos humanos”.
El senador socialista Juan Pablo Letelier está dispuesto a que se abra el debate, pero sobre un amplio espectro acerca de las penas. Dice que toda esta conversación está muy contaminada por tres fenómenos: la llegada de Pinochet desde Londres, cuando se paró de su silla de ruedas, lo que vino a representar para él que su enfermedad era falsa; los beneficios que tendrían los presos de Punta Peuco, y que aún hay casos de derechos humanos donde habría militares que no han dicho toda la verdad. En cuanto a que el tema lo ponga el ministro Jaime Campos, a quien conoce y respeta, entiende que “está poniendo sobre la mesa un tema que es válido. Y yo creo que lo necesario es poder conversarlo en su integridad, entendiendo los sentimientos que tienen familiares de las víctimas frente a la impunidad…”. Afirma que “yo sí creo que los derechos humanos, en tanto responsabilidad del Estado, son para todo ser humano. La pregunta es si creemos en Chile en las cadenas perpetuas. ¿Creemos en eso, o es una mentira? Yo, personalmente, recuerdo que en torno a ese tema se concentró la discusión de si eliminábamos la pena de muerte o no en Chile. Yo era partidario de poner fin a la pena de muerte, incluso en esos casos, a cambio de que hubiera cadenas perpetuas efectivas. Si no recuerdo mal, el ministro Campos tenía una opinión distinta”.
Más al centro, el senador democratacristiano Andrés Zaldívar, respaldando al ministro, dice que no hay que temer enfrentar este tema. Advierte que lo que está señalando Jaime Campos “no significa dejar de cumplir con nuestras obligaciones en materia de derechos humanos. Tiene que ser visto desde otra perspectiva, humanitaria, el cumplimiento de la privación de libertad de un enfermo terminal, que no es solamente en una cárcel. Además, el Estado no está en condiciones, muchas veces, de prestar la atención que requiere una persona en esa situación”.
En la derecha, el senador UDI Iván Moreira quiere que se precise si el ministro Campos está hablando a nombre del Gobierno, lo cual consideraría “una muy buena noticia”. “Si hay voluntad política, si el Gobierno lo concreta en forma rápida, es un gesto humanitario, de misericordia por aquellos militares que cumplen condena que tienen más de 75 u 80 años con enfermedades terminales. Esperamos que esto no solo sea un anuncio de buenas intenciones, sino que con fuerza el Gobierno tome la decisión en forma rápida, a pesar de las presiones que va a recibir de la izquierda. Porque hay un sector de chilenos que ha confundido los derechos humanos con venganza”.
En Renovación Nacional, el senador RN Baldo Prokurica no oculta su satisfacción: “Yo quiero felicitar al ministro de Justicia, Jaime Campos, por la valentía que ha tenido al salir a decir la verdad”, enfatiza.
Y señala que los condenados que tienen enfermedades terminales, con más de 85 años, viven una realidad dramática en sus vidas y también en sus familias. “Como él dice, yo creo que en esto ha faltado valentía. Pero sobre todo, yo creo, ha faltado cumplir con la legislación vigente que Chile ha firmado con los tratados internacionales, como el Pacto de San José de Costa Rica y lo mismo la Declaración Universal de Derechos Humanos”.
También solicitamos la opinión de la vocera de Gobierno, Paula Narváez, que en su rol contestó: “Los derechos humanos de las personas que están recluidas hoy día en Punta Peuco son derechos humanos que están resguardados. Otra cosa son los beneficios carcelarios, que es una discusión que hay que dar como país, que está en desarrollo, en proceso y que, en función de ese análisis de todos los elementos que están sobre la mesa, se van a poder tomar decisiones en el futuro”.
El Mercurio