¿EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS?



¿EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS?

Señor Director:

Me permito compartir algunas reflexiones, teniendo en cuenta para ello no sólo poseer la mas absoluta convicción de mi inocencia en los cargos que se me imputan, sino además continuar depositando todos mis esfuerzos para colaborar con la justicia, único camino que permitirá revertir mi actual condición, asegurando en especial a mi familia, regenerar el tejido dañado por la deleznable actitud de algunos de perseverar en acciones que no engendran más que odio, revanchismo y venganza, incentivados por algunos medios de comunicación que a diferencia de ellos, sólo buscan los intereses comerciales, ganar un espacio más en el rating cada día más disputado, sin la menor muestra de ética y valores morales que hoy tanto reclama la propia sociedad chilena.

Al alero más formidable que me ha dado la vida, cual es mi familia, al observar como se vislumbra una nueva escalada política y comunicacional que busca replicar la exacerbación social, desvirtuar los ejes de atención ciudadana y responder a intereses comerciales, me preparo junto a mi esposa, hijos y círculos más cercanos a enfrentar estoicamente tales prácticas, sólo como señalé al amparo del hogar, en atención a que me siento inhibido por razones de secreto de sumario a defenderme públicamente e impedido de compartir por ahora, contundentes antecedentes de la causa judicial, los que no sólo me exculpan de los hechos investigados sino además, rebelan un sin número de distorsiones que intentan modificar una verdad jurídica inobjetable, la cual confiamos como familia que prevalecerá.

No quiero soslayar el carnaval mediático vivido el año 2015, generado por un medio de comunicación que gana y lidera espacios con contenidos afines, oportunidad en que sindicado como el principal actor de un reportaje, soy acusado, condenado socialmente y humillado públicamente para finalmente y con ocasión de ello, ser formalizado. No deseo pasar por alto que curiosamente las imágenes de video exhibidas en el citado reportaje, fueron tomadas por el mismo medio de comunicación en días previos a mi presentación ante la PDI, como también al proceso de formalización judicial.

Desde la perspectiva judicial, no solo comprendo y acepto que el ministro a cargo de la causa le asista su legítimo derecho y deber de investigar y administrar la ansiada justicia que tanto esperamos, sino como indiqué precedentemente, desde el primer día de proceso mantengo la máxima colaboración hacia el tribunal que substancia la causa, aseverando que en ésta a la fecha, pese a la existencia de un solo falso declarante (explotado sólo por tener visibles limitaciones físicas y vulnerabilidades sociales), existen legítimos testigos presenciales contestes con una sola versión, el teniente Castañer ni siquiera estaba cerca en el momento y lugar del principal hecho investigado.

Los daños colaterales de todo tipo hasta ahora han sido numerosos e irreversibles, sin embargo los asumo, anido y reservo sólo en el seno de la familia. En este mismo orden, el derecho a la presunción de inocencia ha sido ignorada, los derechos constitucionales atropellados, la honra y seguridad personal vulneradas, sin embargo manteniendo incólumes e intactos nuestra dignidad y valores morales como familia

Finalmente, como indiqué me siento junto a mi esposa e hijos espiritual, moral y físicamente preparados y de pié para dar la bienvenida al nuevo carnaval mediático que se prepara y avecina, sus invalorables intereses en juego y resultados esperados, prefiriendo omitir por ahora, si responden o no al título de esta nota.

Julio E. Castañer González
Coronel de Ejército