EL MOVIMIENTO SE DEMUESTRA ANDANDO



EL MOVIMIENTO SE DEMUESTRA ANDANDO

Por Humberto Julio Reyes

Creo haber manifestado que nada puede objetarse a los esfuerzos de ambos candidatos por corregir o moderar sus propuestas originales a fin de captar mayor adhesión en esta segunda vuelta, siempre y cuando no se trate de una forma “táctica” (me recuerda las palabras de Allende respecto al estatuto de garantías que firmara como contrapartida al apoyo DC) de ocultar la estrategia.

Algún paciente lector dirá que eso lo comprobaremos una vez se conozca al ganador pero en un par de días cualquiera medianamente informado tuvo “indicaciones” o “señales” al respecto si se me perdona el lenguaje de iniciados.

Falleció a avanzada edad doña Lucía Hiriart, viuda de quien encabezara el gobierno durante 17 años y lejos de expresar alguna frase comedida, un candidato manifestó que lo había hecho en “impunidad”, como si hubiera eludido a la justicia o tuviera alguna causa pendiente.

No faltará quien justifique dicho juicio en el hecho de no haber sido condenada por los tribunales pero así es la justicia, no basta con desear algo sino que hay que probarlo.

“Dicho esto”, como al candidato le gusta decir, concluyo que eso indica poco respeto por las sentencias ejecutoriadas si no satisfacen los propios y subjetivos deseos.

También indica que una persona que prácticamente no conoció el Gobierno Militar no está dispuesta a forma alguna de reconciliación, por el contrario.

La siguiente “señal” se originó en la iniciativa de un grupo de adherentes de un partido que apoya a su oponente de recuperar al menos la mitad de la plaza Baquedano, colocando pasto y flores y blanqueando la mitad de la base de la retirada estatua.

Todo un simbolismo.

Aunque diversas opiniones expresaron que muy poco duraría el hermoseamiento parcial, este mismo candidato no perdió la oportunidad, o eso creyó, de emitir una frase-promesa para el bronce, algo más o menos así:

“Cuando seamos gobierno todas las plazas tendrán pasto y flores, no sólo en la mitad.”

Naturalmente poco y nada duró lo arreglado ya que al día siguiente, el tradicional viernes “de la dignidad” todo fue arrasado por “jóvenes” (lenguaje periodístico) que nivelaron para abajo. No faltará quien llame intervención artística al hecho de volver a que la plaza “luzca” sin nada que alegre la vista, pero así es el arte para algunos.

¿Tuvo otra opción el candidato?

Naturalmente y ya que muchos comentaristas alaban su rápida transformación o acomodo pudo haber llamado a respetar el hermoseamiento, al menos en beneficio de los sufridos vecinos del barrio o, mejor aún, a replicar de inmediato la iniciativa, ya que ¿para qué esperar a ser gobierno para mostrar efectivamente su predilección por el diálogo y la moderación?

En mi modesta opinión perdió dos oportunidades de “mostrar el movimiento”, reforzándome mi convicción que sigue siendo el mismo, “aunque la mona se vista de seda…”

La guinda de la torta la pusieron otra creativa artista y su vocera durante el cierre de su campaña.

La primera dedicó unas coplas a desear la muerte de su contrincante y del actual presidente y la segunda, muy entendida en la materia, manifestó que eso era una expresión artística.

¿Aplaudió el candidato tal como anteriormente ha celebrado otras “travesuras”? Si no lo hizo físicamente puedo imaginar que en su fuero íntimo estuvo de acuerdo.

Como no hubo autocrítica ya otro creativo artista colocó una imagen celebrando la muerte anticipada del contrincante.

Aventuro que si no estuviera en campaña de sumar votos el ahora moderado candidato también habría celebrado el fallecimiento de la señora Lucía brincando y bailando en la plaza Baquedano, unido a esos “jóvenes” intoxicados por el odio y resentimiento predicados constantemente por sus mayores.

Muy ingenuo sería de mi parte pensar que estas líneas pudieran llevar a que algún lector modificara su predicamento pero consideré que expresarlas una vez conocido el resultado de las elecciones sería algo extemporáneo, fútil quizás.

 

18 de dic. de 21