Falsos exonerados

Para los que constituimos la opinión pública nacional, nos parece increíble lo  sucedido con los falsos exonerados, y los certificados otorgados por algunos parlamentarios de la antigua Concertación para acreditar que ésos tenían derecho a que el Estado les otorgara una pensión vitalicia, por razones políticas.

Por Pedro Romero Julio

Llama la atención en primer lugar que la ley  exigiera como única prueba para obtener esta garantía, que  fuera esgrimida y comprobada por un simple documento emitido por un parlamentario, que en la mayoría de los casos, ni siquiera conocía al beneficiario y que en otra situación hasta se usara un cuño de la firma del otorgante. Es de por sí irregular y más increíble aún  que la investigación correspondiente haya terminado sin ninguna sanción para nadie y solamente finalizara por el momento, con un sobreseimiento. Los chilenos en general somos bien pensados pero el caso comentado nos deja perplejos y nos molesta saber cómo el Estado malgasta el dinero de todos.

Pedro Romero Julio