General Orozco

General Orozco
La detención del general de Ejército Héctor Orozco, por su forma y fondo, va mucho más allá de una simple aplicación de normas legales, sobre las que pueden existir opiniones diferentes de acuerdo a las particulares visiones que dividen a nuestra sociedad, para constituirse en una acción aberrante que supera el tema de los derechos humanos, pasando a ser un hecho que conmueve la conciencia humana.
Sacar de su casa en pijama a un anciano de 91 años, medio ciego, que no sabe dónde está – por Alzheimer avanzado-, no es justicia, no es venganza, es una vergüenza nacional que no interpreta ni representa a la mayoría ciudadana, de sentimientos nobles y profundo contenido humano. A partir de este hecho tendremos que cargar una pena que no tiene explicación.
¿Es ésta una expresión del estado de derecho? ¿No existe una suerte de equilibrio entre el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial que garantice que esta barbaridad no es posible? Porque si no es así, quiere decir que hemos llegado al peor de los mundos y que no estamos demostrando ninguna capacidad de salir de este abuso institucional.
Jorge Arancibia Reyes