En la ciudad de Victoria, IX Región, hay terrorismo. En diciembre de 2018 la Comunidad Indígena Anselmo Enef Pailahueque ingresó a nuestro campo ubicado en dicha comuna, instalaron banderas mapuches, plantaron un canelo y dejaron pancartas de “recuperación de tierras” supuestamente usurpadas (compradas válidamente hace más de 35 años, seguido de una posesión pacífica y tranquila).

En enero de 2019 una comitiva de mapuches que dijeron ser la directiva de la comunidad nos amenazó con quemar el predio si no “vendíamos voluntariamente” a la Conadi (Corporación Nacional de Desarrollo Indígena). En febrero de 2019 se tomaron parte de nuestro predio, destruyeron nuestros portones, instalaron candados nuevos, impidiéndonos el ingreso. Finalmente, el pasado 17 de marzo quemaron parte del campo. El resultado es que hoy en día nadie se atreve a ingresar al predio, ya que se ha actuado de manera concertada mediante un procedimiento en que paulatinamente va aumentando el nivel de violencia rural.

Se ha logrado el objetivo del terrorismo: en cuatro meses se ha creado un clima de terror e inseguridad que mantiene a nuestra familia en un permanente estado de shock , estrés, impotencia, miedo y frustración, afectando nuestras garantías constitucionales al derecho de propiedad, integridad física y psíquica, desarrollar una actividad económica, debido proceso, derecho de reunión, inviolabilidad del hogar, entre otros.

Ningún Gobierno razonable debiera permitir que el terrorismo opere libremente dentro del territorio nacional mediante actos de fuerza, ya que al menos en Victoria no existe un Estado social y democrático de Derecho, se vulneran los derechos fundamentales de los agricultores y nadie asegura la paz social ni la seguridad jurídica.

Cristián Schmalfeldt Ricci
Abogado