LOS GASPARINES

LOS GASPARINES
En el Capítulo IV de la Constitucion Política de la Republica: Gobierno, en lo referido al Presidente de la República, Artículo 24, dice:El gobierno y la administración del Estado corresponden al Presidente de la República, quien es el Jefe del Estado,
Su autoridad se extiende a todo cuanto tiene por objeto la conservación del orden público en el interior y la seguridad externa de la República, de acuerdo con la Constitución y las leyes.
Vimos desde los primeros días de este golpe delictual, narcoterrorista y anarquista, como S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera Echenique, no ha cumplido el párrafo anterior y el país ha quedado abandonado a su suerte: Nuestro orgullo, el Metro de Santiago, destruido casi en su totalida; todas las comunas del pais arrasadas. Del centro de Concepción, no queda nada, las estatuas de nuestros héroes y personajes de figuración histórica en el suelo, se profanó la tumba de nuestro Soldado Desconocido, se han arrasado comercios, farmacias, supermercados, hospitales, se han incendiado edificios históricos como en Antofagasta, se han tratado de asaltar regimientos, comisarías y retenes, y ya en el colmo, se ha invadido canchas de fútbol interrumpiendo competencias. Una catástrofe nacional.
¿Y el gobierno? Como si lloviera.
Casi matan a 6 carabineras frente a La Moneda mientras Piñera tomaba desayuno con unas señoras mayores. Todo lo que relato lo hemos visto los chilenos, sin excepción, en vivo y en directo. No estoy mintiendo.
Si es tanta la negligencia que ya nos hemos acostumbrado al paisaje. Frente a la biblioteca nacional, reparé en una señora de edad que pasaba entremedio de unos violentistas, arrastrando su carrito de verduras.
En La Moneda, me he fijado, tienen una especie como un paraíso celeste, donde dan conferencias de prensa. En ese edén, donde todos parecen angelitos, blancos, pálidos, transparentes, asustados, se suceden una tras una las autoridades de la Nación, para no decir NADA.
Hablan de condenas enérgicas, de indignación, enumeran las virtudes de los chilenos para motivarnos, pero por sobretodo, de los Derechos Humanos. Salen de ahí y levitan por pasillos y salones. Son unos fantasmas Gasparines.
Se decreta una Zona de Emergencia a cargo de un General de Ejercito, y habla el Ministro de Defensa con un “torpedo” improvisado. Habla de los DDHH. Se saca al Ejército y a Carabineros con pífanos y tambores a controlar el orden público, y detrás, después de haber sido recibidos con alfombra roja por el Presidente, marchan los miembros muy bien pagados por ¡Nosotros¡: los miembros del Instituto Nacional de Derechos Humanos. Después chatean botados en el pasto de los parques, como los encaró un obrero, para seguramente mentir en sus informes, o tapando a garabatos a un Carabinero como lo vimos en las redes sociales.
Los Derechos Humanos, obligan a salir a nuestros soldados y carabineros con fusiles poco menos que con tapones de corcho; y aquellos que usan escopetas, curiosamente pegan en los puros ojos. Muy raro, no hay nadie con los testiculos agujereados.. No sé si el Ministro Mañalich, tan especializado en balines en estos dias, ha reparado en ello.
Los medios de comunicaciones muy identificados, son unos agitadores.
A muchos no les gustará lo que voy a decir. Esta situación de desastre nacional, de extrema violencia, de saqueo; sin ningún control y que tiene paralizado a todo el gobierno que determina cambiar la Constitución; subir pensiones, bajar sueldos parlamentarios pero no los pitutos; modificar la organización de las policías, promulgar la Ley de Inteligencia ¡AHORA, CON EL PAIS EN LLAMAS Y DESPUÉS QUE SE LE HAN METIDO HASTA EXTREMISTAS EXTRANJEROS ENTREMEDIO DE LAS PIERNAS¡…
Esta situación, solo deben y la pueden solucionar las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile. Cara de palo. No quiero especular sobre lo que haría después de volver a la calma al país, pero estoy seguro que no querrían gobernar. El chileno es ingrato. “No queremos vivir lo que Uds han sufrido 40 años” me guasapea un general activo. Sin embargo no pueden ser cómplices de tanta desidia gubernamental.
En todo caso le recomendaría ahora a nuestro Primer Mandatario, tan preocupado de su imagen y como lo hacían los ex Presidentes en vida, llamar a un escultor especialista en bustos, para que le ponga vendas con yeso en la cara con una bombilla en la boca, y después, cuando vuelva a sus empresas, quede su busto sonriente, en el pasillo de los Presidentes.
General (R) Hernán Núñez Manríquez.