Peligro para la democracia

Peligro para la democracia
Vivimos en tiempos peligrosos. Tanto nuestra clase política como los grupos de influencia que tienen capturadas las redes sociales han estado moviendo sus cartas durante las últimas semanas de una forma evidentemente coordinada y, parece razonable deducir, enfocada en dar un golpe de gracia a nuestra institucionalidad que les permita hacerse del poder absoluto, o al menos de una cuota de poder mucho mayor de lo que parece sensato en cualquier modelo político que aspire a llamarse una democracia.
Durante el último tiempo han sido sucesivos, y a la vista de todos los chilenos, los proyectos de ley impulsados por parlamentarios que pretenden establecer gasto público. Esto, lo sabemos, es inconstitucional. Por la forma en que está dividido el poder político en nuestro país se ha establecido que es el Presidente de la República el responsable de la administración fiscal. Esto es algo no solo razonable, sino indispensable para que las responsabilidades, políticas y legales, de una mala administración estén claramente definidas y no se diluya entre múltiples autoridades. Ejemplo de lo anterior son la ampliación del postnatal, la prohibición de cobrar servicios básicos durante la pandemia, y más recientemente la ley del 10%. Con un modelo como este “parlamentarismo de facto”, la ventana del despilfarro queda abierta, y nadie será responsable por la plata que se “pierda”.
Se suma a lo anterior el rebrote de situaciones de violencia en las calles. Hechos que buscan, de forma transparente, generar un chantaje político en contra de nuestras autoridades para obligarlas a ejercer sus atribuciones de una forma determinada. Congresistas de oposición han servido como amplificadores de esto, al señalar que si determinadas autoridades no aprueban leyes que perjudican a los chilenos más vulnerables y atentan abiertamente contra nuestra institucionalidad, entonces ocurrirá otro estallido como el del 18 de octubre. Los destinatarios no lo dicen abiertamente, pero la votación de muchos representantes de centro derecha a favor del 10% refleja que entienden el peligro que corren, incluso en sus vidas. Todavía recuerdan lo que la izquierda hizo con Jaime Guzmán, y no están dispuestos a correr el riesgo.
Una tercera arista a considerar es el mismo proyecto de ley de retiro del 10% de nuestros fondos en las AFP, que representa un golpe en sí mismo. La cantidad de instrumentos bursátiles que se tendrán que liquidar por las AFP para cumplir con la obligación de entregar estos montos a los requirentes va a significar la muerte definitiva del mercado bursátil nacional, el colapso de nuestra economía y un retorno a los niveles de pobreza previos a los años 80’, que creíamos ya haber dejado atrás. Miles de chilenos caerán en un estado de vulnerabilidad absoluto y permanente, y rogarán a los políticos que tomen más cuotas de poder para poder actuar, como un “gran hermano”, resolviendo todas las necesidades sociales que surgirán. Ellos tomarán el poder, sin duda, pero no resolverán la crisis social. Quien tenga dudas puede ver la experiencia de otros países latinoamericanos con ese salto de confianza.
Todo lo anterior, combinado, representa un peligro real e inmediato a nuestra democracia. Si prospera el llamado a reemplazar nuestra Constitución dentro del contexto actual, el “modelo” del abuso, el despilfarro, la violencia y la pobreza quedarán grabados en nuestra ley fundamental, lo que convertirá en un mero recuerdo esa sociedad donde nuestras libertades y derechos estaban por sobre el poder de los gobernantes.
De: Luis Fernando Sanchez Ossa, Charlas Constitucionales. Publicado por El Líbero