*¡Por Dios, en qué Manos Estamos!*
*¡Por Dios, en qué Manos Estamos!*
Por Cristián Labbé Galilea
¿Fue ignorancia, improvisación o provocación, lo que llevó al gobierno a dar suma urgencia al Proyecto de convertir al 9 de Julio en el “día nacional de la visibilidad lésbica”?… La verdad es que da lo mismo, cualquier interpretación da cuenta de un hecho de la mayor gravedad: el documento está firmado por “el mismísimo” Presidente, y la fecha elegida es coincidente con el día de la Bandera Nacional, con el aniversario de la Batalla de la Concepción y con el juramento de los hombres armas de servir a la Patria…
¡Se corrige, se da una explicación banal y… vamos andando! Esto mientras la oposición, en una actitud difícil de comprender, termina siempre facilitando las cosas al gobierno…
Eso lo tiene claro tanto la izquierda como la Moneda. Cómo no, si antes de 6 meses de asumido el gobierno, y después de sufrir una derrota contundente el 4S, todo siguió igual… en circunstancias que las condiciones estaban dadas para haber logrado un cambio en el escenario politico.
Increíble… ¡Oh my God! En estos días la historia se repite: después de sufrir un duro revés con el rechazo a la reforma tributaría en la Cámara de Diputados, el gobierno “se da maña” para traspasarle los costos políticos a la oposición, la que sorprendentemente una vez más da muestras de no querer asumir una “iniciativa política definida” que le permita liderar al sector que representa y presionar para lograr “una agenda global” … política, económica y social.
La izquierda sabe bien cómo debieran moverse las fichas, y poco le cuesta deducir que la oposición tendrá “loables” argumentos para conseguir que la reforma tributaria llegue a buen puerto. Como diría un comentarista deportivo… una vez más: “jugamos unidos como nunca, pero perdimos como siempre”.
“Convencidos que las gallinas tienen dientes” varios parlamentarios de oposición incautamente le creen a la izquierda y se han comprometido a sacar adelante la reforma tributaria; por lo mismo, la izquierda y el gobierno esperarán pacientemente el momento para “enredar” a la oposición en modificaciones que: en lo real y concreto no irán más allá de un “ligero maquillaje”, pero que, en la forma, dará la impresión que se trata de una nueva y mejor reforma.
Si bien todos los actores políticos hablarán de un feliz final, el publico en general… “Moyita”, como se dice -el hombre común y corriente, la manida “clase media”, las Pymes y todo pequeño emprendedor-, terminará pagando “las habas que se están comiendo los burros grandes”, quienes, a través de sus organizaciones y centros de influencia, han señalado: “Estamos disponibles para abordar esta nueva reforma tributaria”.
Así las cosas, para “el bolsillo popular” el escenario no es muy halagüeño. Unos y otros -gobierno, oposición, empresarios y los incautos de siempre-, seguirán encantados “las maniobras” del titular de Hacienda, quien ha terminado siendo un verdadero “Transformer”: poco a poco se ha sacado, además de la corbata y la barba, la careta política… ¡Por Dios en que manos estamos!