Propongo eliminar el plebiscito



Propongo eliminar el plebiscito

Por  Jaime Jankelevich. Consultor de Empresas

La encuesta social Covid-19 nos mostró el profundo impacto de la pandemia en la vida de miles de compatriotas. Propongo, que en lugar de gastar $34.000 MM en un plebiscito intrascendente, porque cualquiera sea el resultado se va a cambiar la Constitución, se redestinen esos recursos a aliviarle la vida a esas familias que lo están pasando muy mal.

La encuesta social realizada por el MDSF, el PNUD y el INE, con representatividad nacional, muestra por primera vez, en forma objetiva, el descalabro económico-social que la pandemia ha generado en nuestro país.

Baste decir que el 59,4% de las familias vio reducido sus ingresos y que para el 44,6% de los hogares esa disminución fue de un 50% o más, e incluso un 3,1% no tuvo ingreso alguno. Entre los jefes de hogar, antes de la pandemia, un 13,9% de los hombres y un 20% de las mujeres decía que no les alcanzaban los ingresos.

Hoy, durante la pandemia, el 45,9% de los hombres y el 52,7% de las mujeres jefes de hogar señalan que los ingresos no les alcanzan para vivir. Hoy, en los quintiles 1 y 2, a un 64,7% y un 65,6%, respectivamente, no les alcanzan los ingresos para mantenerse. Y a un 53% de los hogares con niños y adolescentes o con niños, adolescentes y adultos mayores, tampoco; antes de la pandemia, esas cifras no llegaban siquiera al 20%.

 Adicionalmente hay mucha gente que está sufriendo inseguridad alimentaria moderada a severa, llegando a casi un 30% en los hogares de los quintiles 1 y 2. Y un 24,2% de esos mismos hogares presentan un nivel moderado o severo en síntomas de ansiedad y/o depresión.

 El estudio reveló que existe un 65,6% de los hogares afectados por postergación de salud, un 54,6% por reducir gastos en alimentos; 53,7% por reducción de activos; 44,1% por reducción de gastos en servicios básicos; 40% por adquirir deuda; 33,6% por reducir gastos en salud; 19,4% por inseguridad alimenticia; 18,2% por reducir gastos en educación; 12,4% por intención de cambios educacionales y 10,4% por dejar de pagar arriendo/dividendo.

 A esta radiografía hay que agregarle 1,8MM de cesantes y que, de acuerdo al Banco Central, el ingreso per cápita de Chile retrocedió 7 años y prevé un repunte “largo y dificultoso”, agregando que “la economía y la sociedad chilena difícilmente podrán soportar la prolongación o intensificación de la incertidumbre sin un daño más permanente sobre el emprendimiento, la inversión y el empleo”.

 En este oscuro panorama, gastar $34.000 MM, propaganda incluida, en un plebiscito que es intrascendente -porque gane el Apruebo o el Rechazo, la Constitución se va a cambiar igual, ya sea porque elijamos una convención o porque se va a reformar en el Congreso- termina siendo un despilfarro de recursos sin sentido, especialmente ahora, que son tan escasos.

Por eso, propongo eliminarlo. Pero, ¿serán capaces los partidos políticos de decidir su eliminación y pasar directamente a la elección de los convencionales o del parlamento con poderes constituyentes especiales, en un verdadero acto de solidaridad social?