RECONCILIACIÓN

RECONCILIACIÓN
El pasado 28 de abril, la señora Ángela Jeria, madre de la Presidenta de la República, ante la demencia que afecta al coronel (r) Edgar Ceballos, de 87 años de edad, quien cumple condena por aplicación de tormentos contra el general (r) Alberto Bachelet, expresó: “Yo creo que las personas que no están bien de salud, que en realidad ya ni saben siquiera qué es su vida, no tiene sentido que estén presas”.
En el mismo contexto, ex comandantes en jefe de la Fuerza Aérea, en carta a “El Mercurio” de igual fecha, referida al general (r) Enrique Ruiz, de 90 años de edad, condenado a una pena de diez años de privación de libertad, expusieron que es una lástima que en este caso se haya tenido que recurrir a instancias internacionales para buscar la justicia que no se encontró en los tribunales chilenos.
Adicionalmente, varios uniformados (r), de avanzada edad, condenados a penas aflictivas, sufren enfermedades terminales de diversas patologías. Algunos de ellos, ante tan dramática situación, solicitaron indulto. A la fecha, dos de los enfermos ya fallecieron y los otros siguen esperando una resolución positiva. Desgraciadamente, es incomprensible que, después de más de cuarenta años, todavía no seamos capaces de tener criterios de reconciliación y de incorporar visiones humanitarias a una justicia que, además de tardía, no cumple con todas sus finalidades elementales.
Óscar Izurieta Ferrer