Situación actualizada



Situación actualizada

Pese a una aparente pausa en las operaciones por la conquista de Chile, el mundo neo-comunista ha continuado su ofensiva, lanzando, a las calles de la capital y principales ciudades, a sus agitadores y grupos de choque. El propósito está claro: se trata de evitar que la gran masa ciudadana, esa que salió a protestar pacíficamente por razones más sociales que políticas o económicas, se canse de tanta violencia y comience a regresar a su vida normal. Para la estrategia comunista, ello constituye un alto riesgo, al debilitarse la masa crítica requerida para mantener la falsa imagen de una mayoría ciudadana, a la que intentan mostrar como afín a sus planteamientos.

Por otra parte, la menor cantidad de manifestantes, amenaza la impunidadde sus soldados y ayudistas, al facilitar su identificación por la policía. Ya están suficientemente preocupados por la individualización de los terroristas que incendiaron el metro, actualmente en proceso por la PDI, como también con el tenaz seguimiento policial de los movimientos de agentes chavistas y cubanos, detectados en Chile durante la primera fase de la ofensiva revolucionaria.

Por fortuna, luego de la retirada de las Fuerzas Armadas a sus cuarteles, nuestros Carabineros y la PDI no dan muestras de haber bajado los brazos. Por el contrario, a su admirable sacrificio de tantos días en la lucha por la Paz y frente a la asimétrica persecución de las organizaciones de los derechos humanos, entes funcionales y al servicio del comunismo, nuestras instituciones policiales oponen su irrenunciable tesón y capacidad profesional, asegurándonos que no habrá impunidad para los agentes extranjeros que vienen a interferir con nuestro destino, como tampoco, para aquellos subversivos que se creen capaces de derrotar la voluntad de lucha de millones de chilenos, quienes ya una vez los expulsaron del poder mal usado y que ahora les impedirán acceder al él, de mala forma.

Solo cabe demandar de las máximas autoridades, una actitud coherente con los esfuerzos de nuestras policías, persiguiendo en forma implacable a los terroristas subversivos y, muy especialmente, a sus inductores e ideólogos, algunos de los cuales siguen cómodamente sentados en sus curules, creyendo talvez que cosecharán los frutos de la estupidez que han sembrado en nuestro pueblo. Es una obligación ineludible el impedir que ello ocurra, denunciando y difundiendo cada información que deje en evidencia sus inmorales propósitos.

Las redes sociales están plagadas de grupos y actores al servicio de esta izquierda destructora. Es hora de que, quienes tengan los conocimientos adecuados y la capacidad tecnológica suficiente, salgan a dar la lucha virtual, contribuyendo a la causa de la libertad y al rechazo masivo del totalitarismo chavista. Seguramente, deberán enfrentar la contraofensiva de sus agentes virtuales, como ha ocurrido con estos breves mensajes de audio, lo que no conseguirá la rendición que anhela su intolerancia a la verdad.

Patricio Quilhot Palma

Teniente Coronel de Ejército ( R )