Por Roberto Hernández M.
Como todos sabemos, en estas fiestas patrias, la televisión chilena hará el programa “Vamos Chilenos”, en agradecimiento y ayuda a los adultos mayores y ancianos que de alguna manera forjaron la Patria Chilena.
La ocasión parece pertinente para resaltar lo contradictorio e injusto que resulta este homenaje, auspiciado por las autoridades políticas de nuestro país, que motivadas por un frio e insensible cálculo político, mantienen privados de libertad en prisiones que se han constituido en verdaderas cárceles de exterminio, a ciudadanos chilenos ancianos, muchos de ellos inválidos, viviendo sus últimos días, siendo martirizados y atormentados, tanto ellos como sus hijos, nietos y familiares, por hechos ocurridos hace ya 47 años atrás, cuando integrando las FF. AA. o de Orden, cumpliendo órdenes superiores, se emplearon para evitar una guerra civil hacia la que se encaminaba nuestro país, y que hoy, después de tanto tiempo, estigmatizados y demonizados, por una izquierda que ha logrado imponer una visión unilateral de la historia, a la que se ha plegado una derecha cobarde y oportunista, han perdido sus esperanzas de obtener una verdadera justicia, a la que sí tienen acceso todos los chilenos.
Sería justo, que en esta ocasión en que se hablará por todos los canales de la TV chilena sobre la importancia del “Adulto Mayor”, Dn. Francisco, recibiera a alguien que le representara al país, el inútil e innecesario tormento al que son sometidos los ancianos hoy presos en Punta Peuco, Colina, y Cárcel de Mujeres, ante el desconocimiento – cuando no indiferencia – de la mayor parte de los chilenos.
Sería no sólo un acto de humanidad, sería un acto de justicia.