18.¿CHILE, ES UN PAIS SOBERANO?
18.¿CHILE, ES UN PAIS SOBERANO?
26/09/2020
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Conceptos generales.
Este blog no tiene ninguna pretensión académica como lo he señalado en mis anteriores columnas, son solo reflexiones de un octogenario que pretende tan solo esbozar algunas ideas que puedan ser de utilidad para aquellas generaciones que han estado ausente de las vicisitudes que hemos vivido en los últimos sesenta años y para las nuevas que se incorporen. En primer lugar, no quiero ofender el intelecto de aquellos que dan por sabido las definiciones básicas que expongo a continuación, pero solo lo hago con el objeto de ordenar mis ideas.
Si pregunto a cualquier joven de hoy día que, si Chile es un país soberano, obviamente, la respuesta será por supuesto, a menos que respondan los mismos a quienes se les preguntó que significaba el 18 de septiembre; o a los autores de los subtítulos del canal13, que identificaron el 19 de septiembre con el Día de las Glorias Navales; o aquellos que le hacen meter la pata al presidente Piñera con sus discursos. Pero estamos hablando de jóvenes normales que cumplen con sus obligaciones y estudian, a pesar que la Educación Cívica ha desaparecido de las mallas curriculares, lo que ha sido el error más grave cometido en las últimas décadas al elaborar plantillas escolares.
Si recurrimos a la RAE, la soberanía es definida como la máxima autoridad dentro de un esquema político y al soberano, como el ser superior dentro de una entidad que no es material. Se caracteriza por ser un poder originario o no delegado, o delegado sin límites o condiciones, inalienable, no sujeto a prescripción, no sujeto a leyes, absolutio legibus, porque el soberano es la fuente misma y única del derecho.
Otros autores consideran que los elementos de la soberanía son tres: Territorio, pueblo o nación y poder.
Nuestra actual constitución -que espero se mantenga vigente el 25 de octubre- dice en el artículo 5: La soberanía reside esencialmente en la Nación. Su ejercicio se realiza por el pueblo a través del plebiscito y de elecciones periódicas y, también, por las autoridades que esta Constitución establezca. Ningún sector del pueblo ni individuo alguno puede atribuirse su ejercicio. A continuación, señala que la única limitación es el respeto a los derechos que emanan de la naturaleza humana y que es deber de los órganos del Estado respetar y promover tales derechos, garantizadospor esta constitución, así como los tratados internacionales. No me detendré en este último aspecto, pues hay mucho pan que rebanar, pero no cabe duda que a simple vista, todos los poderes del Estado están al debe en el respeto a los derechos que emanan de la naturaleza humana.
Dentro de las autoridades que señala el artículo antes citado, están los diputados y senadores que integran el Congreso, el cual en sus atribuciones exclusivas está: Aprobar o desechar los tratados internacionales que le presentare el Presidente de la República antes de su ratificación. Y es en este punto donde quiero detenerme, estando consciente que mis argumentos serán fácilmente torpedeados hasta por alumnos que estudian leyes. Pero que traigo a colación a propósito de la soberanía que reside en la nación o pueblo, donde ésta ha sido vulnerada, aclarándome donde estaba la quinta pata del gato. Me encantan los refranes populares, son tan ilustrativos….
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Programa país para Chile.
Este documento emana de un convenio o acuerdo entre Chile y la ONU, dentro del programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Este aparente programa -lo menciono así- porque se viste, se expresa y se estructura como un tratado internacional, convención, pacto, declaración, protocolo o cualquiera que sea su denominación, que son definidos como acuerdos entre sujetos del derecho de gentes, con el propósito de obtener determinados derechos u obligaciones de las partes, en este caso Chile y la ONU. Otros elementos de que forman parte de estos convenios son: el objeto, que debe ser lícito; la voluntad o el consenso; y la forma que reviste. Todos ellos forman parte de este instrumento, en consecuencia, debía haber sido sometido a las autoridades que nuestra Constitución establece, el Congreso Nacional que, sin embargo, a mi modesto entender ha sido bypasseado, con esta figura de Programa o Plan de Acción.
Estos pseudos programas son trianuales, comenzando a partir del 2007, en el primer gobierno de Bachelet y continuado por los sucesivos gobiernos de izquierda, incluyendo los dos de Piñera, que han seguido los mismos aires, y se extienden hasta el 2030.
Por razones obvias y a fin de no agotarlos, como tampoco hurgar en vuestras venas hasta terminar con la paciencia -como yo lo he experimentado- me limitaré en forma sucinta a develar algunos aspectos que son los que más me han llamado la atención del programa 2015-2018, considerando por otra parte que en Chile contamos con numerosos centros de estudios y académicos que pueden hacerlo con mucho mayor propiedad que este modesto artesano del pensamiento.
En primer lugar, en el marco del programa se señala que el Gobierno de Chile y el Programa de las Naciones unidas para el Desarrollo, han acordado mutuamente el contenido del presente documento y sus responsabilidades en la implementación del programa. A continuación, expresa que con el fin de reforzar su acuerdo mutuo y cooperación en el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y en la aplicación de las Convenciones de las Naciones Unidas (…) Hasta aquí está clarísimo que este falso programa, cumple con todos los elementos que forman parte de un Convenio o Tratado, debiendo en consecuencia haber seguido los pasos que establece la Constitución, es decir su aprobación por el Congreso Nacional.
Entre los acuerdos suscritos, incluye las Bases de la Relación (Paso1) y una serie de pasos a seguir, a los que me referiré en los términos antes señalados.
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Paso 2: Justificación del Programa. Después de destacar los logros obtenidos por Chile en los últimos 25 años, con un índice de pobreza bajo, posesionando a nuestro país muy por encima del promedio de América Latina, y un coeficiente Gini superior al promedio de la OCDE, vienen los peros, entre los cuales está el déficit de representación de las mujeres; el de los indígenas, afirmando que ningún parlamentario se atribuye pertenecer a un grupo originario; la sub representación de ciertos sectores en el sistema electoral; pasando luego a destacar las demandas sociales entre las que insiste en los derechos étnicos y de género, volviendo a reiterar a los pueblos indígenas entre las desigualdades. Y lo infaltable, condenando el modelo económico, el mismo que ha hecho posible los logros alcanzados por Chile en los últimos decenios que el mismo programa destaca, perseverando una vez más en el correcto equilibrio de poder entre hombres y mujeres.
¿Por qué debería existir equilibrio entre hombres y mujeres? cuando éstas últimas podrían ser superior a los hombres, por lo demás mucho más grato a la vista que los primeros. Su representación no obedece a una cuestión de género, sino a que los señores políticos han descuidado la preparación y formación de mujeres, lo que no debe obedecer a fijación de cuotas, ya que se estaría limitando la calidad en favor de la cantidad. Respecto a la representación de personas de pueblos originarios, desconozco si las siguientes habrán negado sus raíces: Diputados Emilia Nuyado Ancapichún y Aracely Leuquén Uribe; senadores Yasna Provoste Campillay y Francisco Huenchumilla Jaramillo, el exdiputado y excandidato a senador Fuad Eduardo Chahín Valenzuela, cuya madre lleva por segundo apellido Lonconao; y los ex candidatos no electos: Marcelino Collio Calcomín, Aucán Huilcamán ¨Paillama, Diego Alexis Ancalao Gavilán, Alberto Antonio Pizarro Chañilao, entre muchos otros. Por lo demás Chile es una república unitaria y todos los chilenos son iguales en deberes y derechos: En Chile no hay persona ni grupos privilegiados. En Chile no hay esclavos y el que pise su territorio queda libre. Hombres y mujeres son iguales ante la ley.
En cuanto al bajo nivel de participación electoral, la culpa es de los señores políticos, que le quitaron el carácter de obligatoriedad al voto; y la sub representación de sectores, fue corregida pero con un desastre, con una cantidad injustificada de parlamentarios que ponen a Chile a cabeza de los países en proporción con la cantidad de habitantes y además permitió elegir a parlamentarios con un mínimo de votos en desmedro de quienes obtuvieron un cantidad muy superior, a lo que se suma la elección de individuos sin ninguna preparación, lo que ha dado origen al congreso más desprestigiado de nuestra historia parlamentaria.
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Paso3. Prioridades y contrapartes del Programa.
Entre estas hace hincapié en la participación del PNUD en el ámbito de las desigualdades, donde este último elaboró una agenda propia de investigación en distintos ámbitos, incluido el de género. La guinda de la torta lo hace en su apreciación sobre la democracia inclusiva y participativa, indicándonos que a través de distintos actores continuará con la labor de apoyar los cambios del sistema político, incluyendo el sistema electoral, el financiamientos de partidos o la nueva Constitución necesarios para el fortalecimiento de la democracia, señalando más adelante el apoyo a la temática de los pueblos indígenas, en el rediseño de políticas destinadas a disminuir las brechas entre la población indígena y no indígena.
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Paso 4. Gestión del programa y de los riesgos.
En este programa el Ministerio de la Secretaría General de la Presidencia actuará como contraparte técnica -Dios nos pille confesados- y el Ministerio de Relaciones Exteriores como contraparte oficial del Gobierno de Chile, precisamente las carteras que han estado más afectadas a los cambios ministeriales, y en su ejecución podrán también implementar actividades organismos internacionales, las Naciones Unidas, incluidos el PNUD. Obviamente, está considerado una oficina de la PNUD en Chile, cuyos gastos serán de nuestra responsabilidad.
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Paso 5. Seguimiento y Evaluación.
En este paso, el PNUD tendrá un papel preponderante al asignarse revisiones periódicas in situ, y el seguimiento de acuerdo a los estándares de dicho organismo, y en las auditorías solicitas por el PNUD, serán realizadas por firmas de auditoría privadas.
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Paso 6. Alianzas Estratégicas.
El PNUD se arroga participación en la vinculación con las instituciones del Estado, organismo de la sociedad civil, con el sistema privado y con el sistema de las Naciones Unidas.
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Paso 7. Compromisos del Gobierno y del PNUD.