16/04/2024
FLOTARÁN LAS PIEDRAS PERO….
Los “ingenuos” seguirán subsistiendo
Está claro que Toribio alteró el refrán para no hacer uso de la coprolalia por respeto a sus parroquianos, pero aunque le quite enjundia no es difícil suponer el vocablo adecuado. Pero en el país de “Pelotillehue”, el tuerto es rey y lo acompañan un conjunto de aficionados que venían a cambiarle el pelo al país y lo han dejado a la altura del “Buenas Peras”. (Sorry, pero el autor se crio con el “Condorito”).
Pero venir a confiar en el dictadorcillo e ignorantón de Maduro, es como vaciar un tambor de agua con un colador. Una nación que aportó a nuestra América personas tan brillantes como Andrés Bello, Francisco de Miranda, Simón Bolívar, etc., tiene a la cabeza del país más rico de nuestro continente a un tarado déspota que lo tiene en la ruina y bajo opresión, con influencia gravitante de cubanos ─en especial en los organismos de seguridad─ provocando el éxodo de más de siete millones de individuos y aportando a Chile más de medio millón de habitantes ─controlados─, descartando obviamente a los miles de indocumentados que han ingresado por pasos no habilitados. Lo negativo de esto éxodo es que junto a gente honesta y trabajadora, estamos infectados de delincuentes y de crimen organizado, auspiciado por el propio funesto personaje que los liberó con el propósito de que se vinieran a Chile después de la nefasta intervención de Piñera en Cúcuta.
Por esta razón es que ningún chileno cuerdo pueda comprender que el subsecretario Monsalve acompañado de un alto funcionario del Minrel ─no obstante, que el Canciller chileno le quiere quitar el poto a la jeringa y echarle la culpa al empedrado─ haya suscrito un convenio de intercambio de informaciones con autoridades representantes de Maduro, cuyo contenido en detalle se desconoce y a la fecha no ha comenzado a operar porque Venezuela no ha designado al funcionario responsable. Esperen sentaditos y comiendo un loli, porque Maduro jamás entregará información fidedigna. Toribio que es un mal pensado, estima que estas maniobras comunicacionales del Gobierno son para hacerles creer a los chilenos que están realmente preocupados de la seguridad, en vista de la conmoción que han provocado en el país el asesinato encargado desde Venezuela ─según lo ha afirmado el fiscal de la causa─ del exteniente R. Ojeda, asilado en nuestro país; y de los siete asesinatos de carabineros en menos de un año del gobierno del “que habita el cargo en La Moneda” con participación de venezolanos con ingreso clandestino, en varios de ellos e incluso dejados en libertad por anteriores delitos, lo que no tiene ni pies ni cabeza de la mierda que existe en los tribunales de justicia, la que sin embargo, ha actuado con extrema destemplanza hacia nuestros ancianos por hechos ocurridos hace 50 años.
Por qué duda Toribio de los aparentes buenos propósitos del Gobierno. En primer lugar, porque debe conocer ─lo contrario sería imperdonable─ que el artículo 69 de la constitución bolivariana de Venezuela prohíbe la extradición de venezolanos y venezolanas, independiente del tratado de extradición suscrito con Chile hace más de sesenta años, prevaleciendo en consecuencia la norma constitucional por ser de mayor rango. En segundo lugar, los presuntos asesinos del teniente Ojeda que huyeron a Venezuela, jamás saldrán a circulación fuera de su país, salvo a Cuba, de manera que la alarma dada por Chile a Interpol no surtirá efecto, pues saben que estarán protegidos por el gobierno dictatorial de Maduro, desde donde con toda seguridad se habrían emanados las órdenes para el crimen; a menos que fallezcan como suele acontecer en los países comunistas para evitar males mayores. No es aventurado también, suponer que similares órdenes se hubiesen dado en los atentados incendiarios simultáneos a las 28 estaciones del Metro en el octubre negro, donde todo parecería indicar que hubieren contado con la protección, ayuda, participación o el silencio de los que actualmente nos gobiernan. Y finalmente, porque Boris ─cuyo mutismo y ausencia en los últimos tiempos no deja de llamarnos la atención, aunque podríamos suponer las causas después de haber escuchado a la diputada Jiles con respecto a la drogadicción que reina en ciertas esferas políticas─ siendo diputado visitó en el extranjero a uno de los asesinos del senador Jaime Guzmán; hizo ostentación de lucir una polera con la imagen del senador asesinado; y a mayor abundancia, miembros de partidos con los que gobierna, tanto del PC como del Frente Amplio han sido recibido con vítores por Maduro y sus colectivos populares, tales como, el alcalde de Recoleta, el cuestionado Jadue, y la dirigente del Frente Amplio Doris González, quien hizo un llamado a derrocar la democracia burguesa a los pocos del estallido delincuencial, amén de otros personajes de dicha colectividad.
El colmo de la ortodoxia comunista es haber supuesto la intervención de la CIA en el secuestro y asesinato del oficial venezolano, tratando de restarle importancia al asunto y despejar de autoría de las brisas bolivarianas. Poco les faltó responsabilizar a algún ex miembro de la DINA o de la CNI, o que lo hayan fraguado desde Punta Peuco. La “inocencia” de nuestros gobernantes, por decirlo en términos no agraviantes, es creer que manteniendo relaciones diplomáticas obtendrán respuestas positivas del que hace poco tiempo declarara urbi et orbi: “nuestros soldados que están en Perú, Chile y Ecuador, están demostrando de lo que somos capaces, esta no es una brisa, es un huracán del pueblo bolivariano”; y que el segundo hombre, Diosdao Cabello, se haya referido al actual presidente en términos oprobiosos y vergonzosos expresando que era un bobo con malas intenciones, sin que haya merecido un reclamo de nuestras autoridades y del embajador en Venezuela. Toribio apunta con sarcasmo que eso es una prerrogativa de los chilenos pero no de un extranjero.
Continúen jóvenes y ya no tanto, bastante creciditos, chupando lolis.
Para peor, lo que supera todos los límites del entendimiento humano es el resultado de la elección del presidente de la Cámara de Diputados, es que por vez primera en nuestra historia se haya elegido a un comunista para “habitar” dicho cargo. Tenía razón el vate: Izquierda y Derecha unidas, jamás serán vencidas.
“Pena de muerte ya”
Fernando Hormazábal Díaz
General de Brigada (R)
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