EL GENERAL JAIME MAÑALICH



EL GENERAL JAIME MAÑALICH

Por Christian Slater Escanilla

En una situación de guerra –para ganarla– hay que alinearse con quien dirige la guerra, en este caso el Gobierno, las FF.AA y todos los Patriotas que arriesgan sus vidas mientras nosotros estamos preocupados y distraídos con la foto que se sacó el Presidente Piñera en el monumento del General Baquedano. Siempre dispuestos a buscar el detalle o un pequeño error para descalificar una gran labor.

El Ministro de Salud, tiene todo nuestro apoyo. Es fácil criticar cuando se está a la retaguardia, mientras –cómodamente– me tomo una copa de vino en la terraza de mi departamento. Él, está en la primera línea. A bayoneta calada. Arriesgando su delicada salud, la de su esposa y familia. Tomando decisiones que no serán comprendidas por todos. Menos, por aquellos que sólo piensan en su comuna, su familia o quizás, en qué otros intereses particulares. Él, está velando por Chile, sabe que habrán heridos y muertos, pero no ganará a lo Pirro. Ganará a lo Baquedano.

El Ministro Jaime Mañalich, podrá no caerme bien, podrá ser amigo de los traidores a las FF.AA., pero es el hombre indicado, en el momento que vive Chile.

Si pudiera, lo nombraría como el General de Sanidad que está ganando el combate al covid 19, cooperando –responsablemente– a preparar el segundo frente que se nos abrirá en unos meses más: la batalla contra la recesión.

Todos sabrán lo difícil que es publicar esta carta. Para ello, hay que luchar contra esa misma prensa que nada dijo cuando un guardia del Banco del Estado, el 13 de abril pasado, fue asesinado fríamente de un balazo en la cabeza por el integrante del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR). El guardia, un Patriota olvidado y desconocido por nuestra enferma sociedad, era casado y con tres hijos. El mirista asesino, es un extorsionador y secuestrador que fue condenado en Brasil.

Solo faltaría averiguar si es cierto que recibe un sueldo por falso exonerado político. Algo que un sector de la prensa no se encargará de averiguar. Atacar al Ministro Mañalich vende más y le es más útil a sus propósitos políticos.

 

SERGIO ONOFRE JARPA. EL SILENCIO OFICIAL
Texto de Gonzalo Ibáñez S.

El silencio oficial que ha rodeado el fallecimiento de Sergio Onofre Jarpa, como si hubiera muerto un desconocido, no ha pasado desapercibido. Sucede que si Chile ha podido ser durante estos cuarenta años un país libre y soberano ello, en gran medida se debió al esfuerzo, la clarividencia y la valentía de personas entre las cuales destacó de manera muy nítida Sergio Onofre Jarpa.

Y eso debe recordarse ahora cuando quedó a la vista de todos cómo, lo que con tanto esfuerzo construyeron Jarpa y los suyos, se vino dilapidando en los últimos 25 años, es decir, desde que Jarpa dejó la política activa, hasta el punto de privar al país de casi todas sus defensas. La explosión de violencia que se produjo el 18 de octubre pasado y que se prolongó hasta la aparición del corona virus pudo suceder por eso, porque Chile había perdido sus defensas. Y en ese proceso lamentablemente participaron varias figuras que se habían destacado al lado del mismo Jarpa o que surgieron gracias al esfuerzo de Jarpa.

Contrasta así el silencio de Sebastián Piñera de cara a Jarpa, con su locuacidad de cara a Patricio Aylwin. Le faltaban palabras para alabarlo, cuando Aylwin, secundando a Frei Montalva, fue uno de los que entregó el país al marxismo de Salvador Allende. Por eso, en definitiva, Chile ha llegado de nuevo a una situación en la que la repetición de la experiencia marxista se ha hecho enteramente posible. El camino de la democracia cristiana en Chile, sea como partido o como mentalidad, bajo un líder o bajo otro, es el camino que ayer como hoy día conduce indefectiblemente al marxismo.

Sin duda, tendremos ocasión de echar mucho de menos a políticos del fuste de Sergio Onofre Jarpa.