Extracto de entrevista al abogado Héctor Salazar. “Los DDHH no son solo de un sector”

Extracto de entrevista al abogado Héctor Salazar. “Los DDHH no son solo de un sector”
“Uno va aprendiendo de estas experiencias que los derechos humanos son ‘derechos humanos’, es decir, corresponden a todas las personas por el hecho de ser tales, no es una cosa que esté presente en un solo sector de la sociedad. En Chile o fuera, donde hay un ser humano sobre el cual están ocurriendo cosas que afectan aquellos elementos básicos de la existencia de las personas, cuestiones humanitarias, hay que reflexionar”, afirma.
Para reafirmar da un ejemplo: “Cuando se descubrió a la dirección superior del MIR en la clandestinidad en una parcela en Malloco (1975), que significó un enfrentamiento y el desbande de los directivos en que incluso murió uno (Dagoberto Pérez) que quedó para proteger la huida de los compañeros, la señora de uno de los miembros que estaba ahí y que habían tenido recién un hijo, debió huir con el pequeño”, relata.
“Tenían un plan de evacuación de emergencia y debía salir por detrás de un galpón. Iba con su guagua en un brazo y con una metralleta en el otro, caminando sin mirar para atrás y de repente siente el ruido típico de una pasada de bala. Al darse vuelta, con la ametralladora y su guagua en brazos, se encuentra con un agente de seguridad al frente con un arma apuntándola. No se dijeron nada, se miraron nada más. Entonces el agente le dice ‘señora, siga’ -relata-. Incluso, en esas circunstancias tan críticas de vida o muerte, donde se están cruzando los balazos, también hay gestos de humanidad. Eso es una pedagogía muy fuerte”, agrega.
“Entiendo el dolor”
Hubo otro gesto de humanidad que destaca: “Dentro de esta realidad que vivimos, donde habían amigos y enemigos, cuando muere el padre del exdiputado del PC Jorge Insulza, que se encontraba en el exilio, tras unas gestiones se autorizó su ingreso para asistir al funeral. Eso fue un gesto humanitario, sobre todo en el contexto de aquella época”. Salazar indica que no sucedió lo mismo con el caso de Krassnoff Martchenko, uno de los criminales más emblemáticos privados de libertad. “Está cumpliendo condena en Punta Peuco, se le muere la hija y pide permiso para ir al funeral y no se la dan”, afirma.
“En esos casos tan básicos tenemos que dar una señal de que no somos como la gente que cuestionamos, no podemos perder de vista que al frente hay una persona también”, enfatiza.
Ha sido duro defender esta posición para el abogado y lo tiene claro, “sobre todo ante los familiares de las víctimas, pues ellos han sufrido mucho y eso hay que tenerlo presente también. Pero mirándolo desde un punto de vista más independiente -sin tener ese compromiso afectivo de que le hayan matado a alguien-, trato de hacer reflexionar que debemos construir una sociedad donde seamos capaces de rescatar esos gestos de humanidad”, espeta.