Control convención constitucional
Control convención constitucional
ELISA LONCÓN: CONDUCTA IMPRESENTABLE
Es el calificativo con el cual el P. Enrique Opaso de Valparaíso, en carta a la prensa, describe la conducta de Elisa Loncón, presidenta de la Convención Constituyente, que prohibió al mundo evangélico mostrar, en el recinto de la Convención, su bandera entre las otras muchas que sí fueron autorizadas para tal efecto. A la cabeza de estas últimas, por supuesto, aquella que es presentada como propia del mundo mapuche. Los estandartes, según explicaron desde la misma Convención, tenían el objetivo de representar a todas las diversidades de nuestro país, con banderas de los pueblos originarios, gobiernos regionales y comunidades de la ciudadanía, como la LGBTQ+ y asociaciones feministas. Pero, por lo visto, no al mundo evangélico.
Conducta impresentable, dogmática, excluyente, arbitraria y negacionista, porque niega la realidad del mundo cristiano-evangélico de profunda raigambre en el pueblo chileno.
Este es el texto de la carta:
“Señor Director:
No encuentro otra palabra más suave que impresentable el criterio de la señora presidenta de la Constituyente al prohibir a la Iglesia Evangélica, denunciada por el constituyente y pastor Luciano Silva por “criterios de la mesa”, para poner su bandera como lo han hecho ya 11 grupos distintos… ¿A qué le temen de nuestras banderas cristianas y católicas?
Esto es una “cancelación” al cristianismo. Si yo estuviera ahí (no me dejaron), habría reclamado con fuerza porque esto es intolerable. ¿Dónde están los católicos dentro de la Constituyente? En Chile más del 70% de la población es cristiana; es más, en la población mapuche la mayoría absoluta son los católicos y evangélicos. ¿Qué busca esta señora? ¿A qué le teme?
Tan grave como esta cancelación de la señora Loncón a los cristianos es el silencio de los obispos de Chile. La Iglesia no puede restarse de la Constituyente, deben defender con fuerza el “derecho a culto” y tantos otros derechos que sí importan, y mucho, al 70% de los chilenos. Debieran pedir ser escuchados en la Constituyente.
No sigamos en silencio, ya que “el que calla: otorga”.
P. Enrique Opaso Valdivieso
Sacerdote de Valparaíso
El Mercurio 08/08/21 p. A 2