ANDRÉS ALLAMAND: UN BALANCE Negativo.
ANDRÉS ALLAMAND: UN BALANCE Negativo.
Por Gonzálo Ibáñez Santa María
Como consecuencia de las críticas que recibió por su su reciente viaje a España, Andrés Allamand resolvió presentar su renuncia a su cargo de ministro de Relaciones Exteriores y, a la vez, anunció el término definitivo de su carrera política. Como se sabe, Allamand, en vez de quedarse al frente de su cartera preparando el traspaso de esta al nuevo gobierno, prefirió dejar esta importantísima tarea en manos del subsecretario, pedir sus vacaciones y viajar a España para preparar su aterrizaje en un cargo internacional con sede en ese país. De hecho, entonces, dejó botado al Ministerio de Relaciones Exteriores en un momento en que su presencia en él era más necesaria que nunca y, ello, para preocuparse de una cuestión netamente personal.
Fue así como este personaje dio término a su carrera política. A ella, en definitiva, podemos calificarla con un solo adjetivo: anodina, como por lo demás ha sido la carrera de todos o casi todos quienes fueron sus compañeros de generación y de lado político. Al final, salta la pregunta: ¿de qué le sirvió a Chile que Allamand fuera un político? Pues, de nada. Al contrario, le hizo un severo daño a nuestro país. Allamand comenzó su carrera a la sombra del gobierno militar, en un partido como Renovación Nacional que se declaraba continuador de la obra de ese gobierno y defensor de su legado. Pero, a muy poco andar, él se convirtió en un crítico del mismo, incluyendo en su crítica el mismo hecho del pronunciamiento del 11 de septiembre de 1973 y sin reconocer ninguno de los indudables beneficios que le produjo a Chile.
Actuando de esta manera, se convirtió en un colaborador muy activo de la obra de demolición de la imagen de ese gobierno con el resultado que hoy estamos viviendo: si todo en él, desde su origen, fue malo, entonces retornemos al régimen precedente, esto es al régimen marxista de Salvador Allende. Es la consecuencia lógica de actitudes como la Andrés Allamand.
Pasará así a la historia como uno de los más importantes responsables de la crisis por la cual atraviesa Chile y entre cuyas consecuencias posibles hay muchas que pueden significar un grave deterioro para el país y, dentro de sus habitantes, para los más vulnerables de entre ellos. Es lo que siempre trae aparejado el sistema marxista y socialista, hoy a punto de instalarse en el gobierno de la nación. A Allamand, por cierto, no le afectará habiendo, como una Bachelet cualquiera, arreglado su futuro con una generosa remuneración internacional.”