Ejército y su imagen

Ejército y su imagen_

Es preocupante para los militares, y para quiénes en el pasado , servimos desinteresadamente al país por casi 40 años en diferentes ciudades y unidades del Ejército de Chile, entregando nuestros mejores esfuerzos para formar a miles de ciudadanos comprometidos con sus deberes cívicos y militares; observar, que producto de complejas situaciones judiciales aún en investigación, se materializan acciones comunicacionales que destacan amplia y especulativamente estos hechos, afectando con ello el prestigio de la institución, el de sus integrante y sus familias.

Un ejemplo de lo anterior lo constituye el reciente comentario radial, de un conocido y respetado periodista, que estimo, se ha expresado en equívocos términos del Ejército de Chile y, en particular, de quiénes constituyen sus altos mandos, específicamente sus generales, a raíz de una lamentable situación judicial en curso que es investigada por la ministra Romy Rutherford. Pareciera que los más de 200 años de historia y servicio a Chile; en la guerra, en la paz y en la crisis, de una de las instituciones fundamentales de la República, no constituyen antecedentes suficientes para acreditar su profesionalismo.

Respecto a las opiniones sobre el nivel de preparación individual de sus integrantes y del Ejército como organización armada responsable entre otros aspectos de mantener la soberanía nacional y la integridad territorial, aparentemente se evidencia un desconocimiento del exigente proceso formativo y desarrollo de carrera de sus oficiales y clases. El profesionalismo del Ejército de Chile, no está en duda y es reconocido en diferentes ámbitos nacionales y fundamentalmente internacionales. Los chilenos en general, así también lo reconocen.

El Ejército no es una organización intocable, pero merece el respeto de toda la sociedad, en particular de quienes tienen la tarea de comunicar y fortalecer la unión y relación cívico militar. No se justifica y sorprende, que en momentos de crisis y de masivo empleo de sus hombres y mujeres en diferentes tareas de orden interior, se emitan juicios que confunden a la opinión pública y generan grados de incertidumbre entre sus componentes.

Publicitar ampliamente lo que daña la imagen de la institución, pero rara vez, reconocer su aporte a la función defensa, a la mantención de la paz y al desarrollo de la sociedad, se evidencia fuertemente presente también en programas de TV. Misma situación se ha materializado también con Carabineros de Chile.

Esperamos de los medios de comunicación, que sin perder la objetividad de la noticia, las difundan con imparcialidad. El Ejército pertenece a todos los chilenos, está formado por hombres y mujeres con una sólida vocación y amor a la Patria. Virtudes que se fortalecen con el reconocimiento y respeto de la sociedad, a la cual sirve.

Enrique Slater Escanilla.

GDB. Presidente del Centro de Generales de Ejército