Lo Que No Se Puede Entender
Lo Que No Se Puede Entender
14/10/2022
Los partidarios de una sociedad libre triunfamos el 4 de septiembre, al recibir 62 % de apoyo la Constitución que la estableció. Se votaba acerca de lo que ella dice en sus arts. 130 a 142. Los que entendemos lo que leemos quedamos convencidos de que terminaba el proceso constituyente y seguía vigente la Carta de 1980.
Entonces no se pudo entender que al día siguiente El Mercurio, otrora bastión de la sociedad libre, en su primer editorial llamara a “Completar el Proceso Constitucional” terminado el día antes. Éste amenazaba a dicha sociedad libre, al agigantar el rol del Estado. Tampoco se entendió por qué el mismo editorial afirmaba que un 78 % de la ciudadanía, en el plebiscito de entrada, se había pronunciado en favor de una nueva Carta, pues esto era, en el mejor de los casos, una “media verdad”, dado que el mismo 78 % determinó que, en caso de rechazarse esa nueva Carta, seguía vigente la actual. En mi blog del 5 de septiembre desafié a El Mercurio a someter ese primer editorial a su sección “El Polígrafo”, en la convicción de que no iba a pasar la prueba.
Tampoco se puede entender que los presidentes de dos partidos, RN y UDI, defensores de la sociedad libre y, por tanto, triunfadores el 4 de septiembre, acudieran el 5 a La Moneda a ofrecer al régimen derrotado en la misma fecha, dominado por el comunismo y partidario de aumentar el tamaño del Estado (y disminuir correlativamente la libertad personal), a iniciar otro proceso para conseguirlo. Durante la campaña plebiscitaria se difundió el video de Ronald Reagan advirtiendo que cada crecimiento del Estado implica un detrimento de la libertad personal. En síntesis, nadie puede entender que los defensores de ésta quieran ayudar a los estatistas a reducirla haciendo crecer al Estado. ¿O han dejado de ser defensores de la libertad?
Por supuesto, la gran mayoría probó ser partidaria de la libertad y de los límites que la Constitución impone al Estado. Por eso dicha mayoría halla irreconocibles a los actuales Presidentes de RN y UDI, Chahuán y Macaya. ¿Cómo pueden menospreciar los frutos de la libertad? Justamente dice sobre éstos el primer editorial de hoy del mismo El Mercurio quecon la actual Carta “…entre 1990 y 2019, el ingreso per cápita se multiplicó por 2,5 veces, además el de las personas de menos recursos creció más rápido. Ello explica que el coeficiente de Gini haya pasado de 0,57 en 1990 a 0,45 en 2020 y que la pobreza medida por el indicador más exigente del Banco Mundial …haya caído de 56 % en 1990 a 8 % treinta años después”.
Todo el mundo entiende que los comunistas gobernantes y sus fuerzas afines quieran cambiar la Constitución por otra con un Estado más grande, pues el Estado lo manejan ellos y los enriquece a ellos. Lo que nadie entiende es que sus contrarios quieran ayudarlos en esa tarea. ¿Qué lleva a Chahuán, Macaya, El Mercurio, La Tercera y un largo etcétera de canales y emisoras, asociaciones de empresarios, todos otrora defensores de la sociedad libre, a negociar un cercenamiento de la libertad y un aumento correlativo del Estado? Es la pregunta que nadie responde.
Por favor, que nadie argumente con “el malestar social”, porque fueron medidas estatistas, como las de Aylwin en la Araucanía o la de Lagos con el Transantiago, más las adoptadas desde que el comunismo volvió al gobierno de la mano de Michelle Bachelet, en 2014, más la inmigración descontrolada de ésta, las que condujeron a que hoy el ingreso per cápita sea de US$ 15.603, en circunstancias que en 2013 era de US$ 15.743 (“World Economic Outlook del FMI, oct. ’22)). Más socialismo, más Estado y menos crecimiento provocaron el malestar de 2019, en que se fundó la insurrección, y no “el modelo neoliberal” ni “la Constitución de Pinochet”.
Si el inentendible sometimiento de la centroderecha y la élite al gobierno resulta, la Constitución será reemplazada, el comunismo prevalecerá, como ya lo ha hecho en el Ejecutivo, en la Defensa, en el Poder Judicial y en la prensa, y podremos olvidarnos de la vigencia de una sociedad libre en Chile.
Hermógenes Pérez de Arce
Anterior
Derechos Humanos en Chile
Siguiente