A 50 AÑOS



A 50 AÑOS

Especialmente para los menores de 50 años, que no conocen la historia de nuestro país.

 

50 AÑOS

Se anuncian los primeros preparativos para conmemorar 50 años del golpe de 1973. Sin política mayor, pasaremos todo el año echando maldiciones sobre violaciones a los derechos humanos, con pancartas: “¡Nunca más, ni perdón ni olvido!”.  Programa para remover brasas en cenizas de medio siglo. Se trata de revivir el odio para dividir a los chilenos entre los buenos y los malos.

Tengo sobradas razones para no olvidar: Un año de prisión, exoneración, 15 años de exilio, incluida la quemazón de mi biblioteca; pero tengo más razones para no compartir el cultivo del odio. Me interesa el pasado como fuente de experiencia y no como reservorio de amargura y rencor. Me interesa el presente y el futuro en el que viviré los días que me restan y, por cierto, los días de mi Patria.

Conmemorar para honrar y agradecer es un gesto civilizatorio, conmemorar para retroalimentar conflictos es demagogia y/o masoquismo.

Con seguridad, se recordarán los horrores de unos, pero no los errores de otros. El Museo de la Memoria se ocupa sólo de horrores, no hay “memoria” para los errores de otros. Digo errores para suavizar las cosas porque en realidad, los supuestos “errores” se mantienen en la estrategia de avanzar sin transar con que grupos porfiados insisten en dividir a los chilenos, con la lucha de clases, las razas, los sexos, es decir, olvidar lo esencial: la pertenencia a una Nación.

No hay texto sin contexto enseñan las ciencias sociales. El texto y el contexto vistos con anteojeras ideológicas no sirven para aprender de la historia. Anclados en el 73, sólo con la mirada de unos, no tendremos futuro. Aprendí hace tiempo que todos fuimos responsables y, por lo mismo, no estoy disponible para volver a tropezar con la misma piedra.

 

Alejandro Witker

Historiador

La Discusión, Chillán 06-I-2023