EL VICTIMISMO TRAMPOSO DEL PARTIDO COMUNISTA



EL VICTIMISMO TRAMPOSO DEL PARTIDO COMUNISTA

 

No lloren como mujeres Lo que no supieron Defender como hombres

La mitomanía comunista ha instalado una mentira que repetida hasta la náusea, se ha transformado en “verdad”. No cabe duda que la desaprensión, inocencia y buena fe de sus víctimas ha contribuido en forma decisiva a este éxito contra natura: Pregonan que la violencia fue aplicada por el Gobierno Militar en un esfuerzo perverso por “eliminar a los que pensaban distinto”, es decir a ellos.

Aquí hay varias mentiras: antes y durante el gobierno de la Unidad Popular, los promotores de la lucha armada eran los miembros del Partido Socialista (Carlos Altamirano) y algunos pequeños grupos de burgueses devenidos castristas (MAPU, IC MIR y otros), mientras el Partido Comunista y el Gobierno hacían alaraca de su “democratismo” mentiroso.

En efecto, públicamente seguían la “vía pacífica”, alejada de la guerrilla castrista, mientras bajo el poncho guardaban el puñal de “todas las formas de lucha” si es que la “vía pacífica” no tenía éxito. Allende y Luis Corvalán fueron sus más refinados exponentes.

Esta es la razón de que la mayoría de los presos y muertos antes, durante y en los días posteriores al 11 de Septiembre, fueran trabajadores y muchachos socialistas y de los grupúsculos mencionados, que cometieron el error de creer a sus líderes que escaparon a toda carrera, antes del mediodía del 11, hacia la embajada más próxima, mientras ellos, crédulos, buscaban “las armas”, la “organización” y el “liderazgo” prometido por los tránsfugas.

Después del 11 de septiembre el PS inició un debate interno que culminó con su regreso a la política sin armas, aunque no completamente pacífica, alejándose del castrismo y con un amargo recuerdo de su corta estadía en la URRS y Alemania del Este, disfrutando de sus democracias populares.

Por su parte, el PC, que había perdido cara ante Castro y ante los comunistas soviéticos y europeos, decidió emprender “la vía armada” para derrocar al Gobierno Militar e imponer su Dictadura. Con el apoyo técnico de Alemania Oriental y Cuba, organizaron y armaron grupos terroristas (el más cruel y violento, el FPMR, del PC). Establecieron una Dirección Interior en Chile que dirigió el terrorismo, los atentados y los asesinatos. Tres Directivas completas fueron capturadas y su miembros apresados o muertos, también terroristas, espías, asesinos y saboteadores, muchos de ellos entrenados en el extranjero.

Cuba financió y llevó a cabo la internación clandestina de varios miles de armas automática, municiones y explosivos para el Gran Levantamiento que se iniciaría con el asesinato del Presidente Pinochet. Las armas fueron capturadas en Carrizal Bajo ( salvo una parte que sigue en poder del PC) y el intento de asesinado del Presidente fracasó.

Entonces, solo entonces se rindieron y aceptaron la oferta de los partidos políticos democráticos que conformarían la Concertación.
Los terroristas apresados, muertos y desaparecidos no murieron por “pensar distinto” sino por efectuar “actos de terrorismo”.

Y esta es la razón de que, en esta segunda etapa, la mayoría de las bajas entre los subversivos haya sido del PC.

El Gobierno Militar actúo mal con los terroristas, debió apresarlos, interrogarlos, juzgarlos y fusilarlos. Error comprensible si se revisan las continuas zancadillas, presiones, amenazas y agresiones de los EEUU, Argentina, Perú, Cuba, la URRS, Alemania Oriental y otros, contra un gobierno que luchaba -exitosamente- para sacar a Chile de la ruina en que lo dejó la UP.

Basta de mentiras y eufemismos, basta de vender la sangre de sus muertos.
Si los comunistas quisieron desafiar a Chile, que enfrenten las consecuencias y mueran como hombres.
Si no saben, improvisen.

Fernando Thauby García 11 de Julio de 2023