Derechos Humanos en Chile



Derechos Humanos en Chile

A propósito de la ofensa del presidente:

 

CARTA RECHAZA DECLARACIO PDTE REPUBLICA

 

CARTA RECHAZA DECLARACIO PDTE REPUBLICADECLARACIÓN PÚBLICA DEL CUERPO DE GENERALES Y ALMIRANTES EN RETIRO DE LA DEFENSA NACIONAL
Santiago, 30 de agosto del 2023
RECHAZA DECLARACIÓN DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
Con profundo dolor e incredulidad hemos escuchado al Presidente de la República Gabriel Boric F., proferir una grave e incomprensible ofensa en contra del
General Hernán Chacón Soto (Q.E.P.D.), por la dramática decisión adoptada de quitarse la vida, ofensa que la infiere además en contra de su viuda, hijos y nietos en un momento doloroso y de particular sensibilidad.
El General Chacón enfrentó el juicio a que fue sometido con dignidad y hombría
durante un extenso período, bajo un sistema procesal que fue abolido en el país hace más de 20 años dados por su carácter inquisitivo y por no otorgar las garantías del
debido proceso.
La sentencia aplicada de 25 años, constituye una pena de muerte, ya que él contaba con 86 años de edad.
Difícil resulta comprender el que se pida respeto y comprensión sobre las
legítimas visiones respecto de nuestro pasado reciente, cuando quien dirige los destinos
del país ofende de manera pública la memoria de un ser humano, en los mismos instantes en que lamenta la pérdida de otro ser humano cercano a sus ideas y
sensibilidad política.
Finalmente, una vez más, el Cuerpo de Generales y Almirantes en Retiro de la Defensa Nacional, expresamos al Presidente de la República, que la necesaria paz social e indispensable sana convivencia nacional que el país requiere alcanzar, no se logrará mientras persista un ambiente de descalificación y rencor, más aún si éste proviene de la máxima autoridad institucional país.

 

 

 

 

 

Declaracion CECOR Rechaza expresiones violentas del Pdte

Coroneles en retiro rechazan declaraciones del Presidente de la República

El Centro de Coroneles de Ejército en retiro manifiesta su más enérgico repudio a las palabras vertidas por el Presidente de la República, a raíz del lamentable deceso del Brigadier General Hernán Chacón Soto (Q.E.P.D.), toda vez que su referencia al caso no se condice con quien ejerce la primera magistratura y con quien debe, al margen de sus ideologismos partidarios, velar por la paz social, la unidad nacional y el respeto por quienes sufren el dolor de la pérdida de un ser querido.

Sesgado por una manifiesta carencia de condiciones de estadista, el Primer Mandatario ha privilegiado el odio por encima del mínimo respeto que se merece toda persona. En una cobarde referencia al deceso de un oficial superior del Ejército de Chile, se ha permitido declarar que el comunista Guillermo Teillier… “murió como un hombre digno… (cuando) hay otros que mueren de manera cobarde para no enfrentar a la justicia…“.

Para estos viejos soldados nos resulta inaceptable esta vil comparación, toda vez que consta que el señor Teillier nunca enfrentó la justicia, ni cuando estuvo confeso de haber mandado asesinar al Presidente Pinochet, acción que costó la vida de cinco de sus escoltas, ni ante el mayor ingreso clandestino de armas a nuestro país (Carrizal bajo). Podríamos agregar una extensa lista de acciones subversivas, terroristas y antidemocráticas de este “ejemplar comunista” que hoy motiva un duelo oficial.

Tampoco nos resulta comprensible que el Presidente no haya pensado que sus palabras alcanzarían también a Salvador Allende, quien optó por el suicidio antes que enfrentar el juicio de la justicia y de la historia. Suponemos, en una simple interpretación de sus palabras, que Allende también habría sido un cobarde.

Finalmente, inspirados en el verdadero sentido que el mes de la patria representa para nuestra vida republicana, hacemos votos para que el odio, la venganza y la inquina, no permeen el alma ni la unidad nacional, y para que, en estos difíciles momentos, los verdaderos patriotas unamos fuerzas para traer esperanza de seguridad, bienestar y progreso a las futuras generaciones.

Viva Chile.

 

 

NO ENFRENTAR LA JUSTICIA

Por la boca muere el pez

Por Humberto Julio Reyes

A raíz del reciente fallecimiento de quien ostentara por un largo período la presidencia del Partido Comunista, de pretendidas y discutibles credenciales democráticas, el presidente ha sido pródigo en homenajes y alabanzas para con su persona.

Nada sorprendente dirá usted paciente lector, toda vez que el Partido Comunista apoya disciplinadamente al gobierno, tal como sus miembros saben hacerlo, así que más allá que probablemente el presidente lo haya realmente admirado, parece natural y de elemental conveniencia política que deje constancia de todo aquello que le parezca digno de ser destacado.

Prudentemente en la oposición las expresiones han sido las que corresponden al fallecimiento de cualquier ser humano, lo que me parece correcto en todos los que no festejamos con champaña la muerte de alguien que hemos considerado nuestro enemigo o de quien en vida mereció nuestro repudio por sus actuaciones.

Así las reacciones en público han ido desde distintas formas de honrar al fallecido, hasta las políticamente correctas, las que lamentan su partida y enaltecen su dedicación a lograr que en Chile finalmente se alcance el sueño de Marx y Lenin, pasando por la indiferencia en privado, sin descartar de parte de quienes creen en la vida eterna, el deseo que posiblemente sea sometido a la justicia divina, toda vez que fue sobreseído por la justicia terrenal.

Sin embargo, debo sumarme a quienes ya han hecho ver ciertos excesos, al menos dos, porque agravian innecesariamente a personas que probablemente nada han hecho para merecerlo y. además, imprudentemente generan reacciones quizás contrarias al efecto buscado.

La imposición de un duelo nacional por dos días conlleva la obligación de que el pabellón patrio permanezca a media asta en las reparticiones públicas, incluyendo, naturalmente, a cuarteles de las Fuerzas Armadas y Carabineros, instituciones destinadas a desaparecer en el “levantamiento popular” que preparó el homenajeado y que sufrieron bajas en sus componentes por las resoluciones que él adoptó.

¿Era conveniente este agravio o fue una nueva oportunidad “en bandeja” de expresar loque el presidente ha cantado festivamente y de lo cual no se le conoce arrepentimiento?

Pero la guinda de la torta ha sido la comparación, odiosa como toda comparación, pero esta vez doblemente odiosa, del fallecimiento del homenajeado con el suicidio de un general en situación de retiro que, a sus 87 años había sido condenado a una pena de 25 años de presidio.

¿No pensó en el dolor de familia, camaradas y amigos de quien tomó tan definitiva resolución enfrentado a terminar sus días en prisión como producto de un interminable proceso donde ninguna de las garantías a que tenían derecho los acusados fueron respetadas?

Al manifestar que su suicidio era producto de su cobardía para no enfrentar la justicia, olvidó o desconocía que la había enfrentado con entereza durante todo el largo proceso, pese a que seguramente preveía en qué terminaría.

Pero parece que también olvidó a otro homenajeado suicida, cuyo supuesto legado se siente llamado a destacar y proseguir.

Resumo: algo de mesura en los homenajes quizás hubiera evitado agravios innecesarios y ofensas de doble filo.

31 de ago. de 23

 

 

Y la opinión de unas influencers: