Réplica a la columna: El excomandante en Jefe del Ejército
Réplica a la columna: El excomandante en Jefe del Ejército
Por : Richard Kouyoumdjian Inglis
Vicepresidente Directorio AthenaLab y director de la Liga Marítima de Chile
No fue una sorpresa que el general Martínez publicara sus reflexiones antes de pasar a su abrupto retiro, como tampoco que haya publicado el libro titulado “Un ejército de todos”. Al asumir el mando dijo que haría una revisión de la historia reciente del Ejército de Chile, la que entiendo no se pudo hacer pública sino hasta días antes de su retiro. Las autoridades políticas de la Defensa Nacional habrían estimado entonces que no era el minuto adecuado, producto de la contingencia del estallido social y de la pandemia.
Recientemente, un autor anónimo que escribe bajo el seudónimo de “Juan Legal” publicó en este medio una columna de opinión sobre el general Ricardo Martínez, en la cual me alude (aquí se puede leer ese texto). Supongo que habrá buenas razones para ocultar la identidad de “Juan Legal”. No es el propósito de esta columna reflexionar sobre la conveniencia de escribir en forma anónima en un país en que existe libertad de expresión, salvo que le tema a la ministra Vallejo y a su comisión de la verdad única, pero dudo que sea el caso para el uso de un seudónimo. No obstante, agradezco a “Juan Legal” haberme ascendido al grado de almirante, pero lamento defraudarlo, ya que me retiré del servicio activo de la Armada como teniente. Quizás me confunde con un distinguido almirante, de similar apellido, que desempeñó importantes funciones en la Armada y en la Defensa Nacional.
Tuve la oportunidad de hablar con Ricardo Martínez en más de una oportunidad. Su gestión de mando se caracterizó por un período muy difícil, donde tuvo que lidiar con aspectos tales como los continuos ataques a la estatua de Baquedano y la tumba del soldado desconocido. Puso mucho énfasis en el ambiente de control y le tocó mandar un Ejército que pasó mucho tiempo en la calle, producto de los Estados de Excepción Constitucional de emergencia y de catástrofe, estallido y pandemia, que nos acompañaron desde octubre del 2018 y aún nos acompañan hoy en día.
Se le critica haber descabezado el Alto Mando, sacando más de 20 generales a fines del 2018 por el tema de los pasajes, algo que a él también lo tiene complicado, en lo que es un perfecto ejemplo de las ironías de la vida, pues fue la razón de su abrupta salida.
No fue una sorpresa que el general Martínez publicara sus reflexiones antes de pasar a su abrupto retiro, como tampoco que haya publicado el libro titulado Un ejército de todos. Al asumir el mando dijo que haría una revisión de la historia reciente del Ejército de Chile, la que entiendo no se pudo hacer pública sino hasta días antes de su retiro. Las autoridades políticas de la Defensa Nacional habrían estimado entonces que no era el minuto adecuado, producto de la contingencia del estallido social y de la pandemia.
No queda claro si la revisión de la historia reciente del Ejército fue una iniciativa propia del general o bien una exigencia de quienes lo designaron como general en jefe, pero el hecho es que da lo mismo. Escribir con espíritu crítico sobre la historia reciente del Ejército es complejo y que lo haga el comandante en Jefe en funciones es más complejo aún. Además, que se publique días antes de pasar a retiro en forma presurosa, se considera una acción poco criteriosa, toda vez que quien se tiene que hacer cargo del documento y sus consecuencias es el nuevo jefe ya designado, el general Iturriaga.
Al ser reflexiones personales y no un documento institucional, el Ejército con justa razón lo baja de la web. Se indica que habría sido un documento que habría contado con la aprobación del cuerpo de generales en servicio, lo que aparentemente es incorrecto, ya que solo lo firma Martínez. ¿Qué razón profunda motiva al general Martínez a publicar sus reflexiones? Solo lo sabe él, pero también sabía que lo estaba haciendo contra la voluntad de la institución y, adicionalmente, contra la voluntad de los generales y oficiales en retiro.
Como se indicó anteriormente, el documento se baja de la web en marzo del 2022 al cambiar el comandante en Jefe y esa es la razón que él esgrime para publicarlas como un libro, para que no solo quedara como un documento digital que algunos guardaron para sus registros personales. ¿Es razonable que se dedique tiempo y esfuerzo del Ejército de Chile a revisar su historia reciente? Puede que sí, pero si el objetivo no declarado era analizar la acción del 11 de septiembre y el gobierno militar en el marco de los 50 años, entonces la conclusión es no.
¿Por qué es un claro y rotundo no? Porque implica que el comandante en Jefe, sus generales y oficiales designados para hacer el trabajo navegarían muy cercanos a lo que se podría calificar como deliberación, ya que estamos hablando de un análisis necesariamente político, que no se estima adecuado para personas en servicio activo, con deber de no deliberación y que se deben a la Constitución.
Asumiendo que las reflexiones se terminaron como documento público el día que se bajaron de la web del Ejército, la publicación de estas como libro, en la víspera de un aniversario que tensiona y divide al país, en un minuto de alta agitación política, calificado como “eléctrico” por el propio Presidente Boric, parece un acto poco prudente y, menos, razonable. No es razonable porque las Fuerzas Armadas y el Ejército están realizando esfuerzos por estar fuera de la contingencia política exacerbada de estos días y el lanzamiento de un libro como este no ayuda para nada.
Si queremos tener un Ejército no deliberante, lo primero que debemos hacer es no generar situaciones que lo coloquen en el epicentro de la política contingente y eso es algo que uno espera principalmente de quienes les ha tocado liderar la institución, ya que se espera que, ellos en particular, tengan especial sensibilidad con lo anterior. Los excomandantes en Jefe son libres y soberanos de sus palabras y escritos, pero se estima adecuado que manejen esa libertad con mucha prudencia y criterio.
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