A 50 AÑOS



A 50 AÑOS

A continuación nos vamos a referir a todos los hechos terroristas y subversivos perpetrados por extremistas de las organizaciones paramilitares de la ultra izquierda que actuaron durante el Gobierno Militar y aún después en los gobiernos de la Concertación.

Iniciaremos con el 11 de septiembre de 1973, día del pronunciamiento militar, que se vivió en diferente forma en Santiago y Valparaíso, (lo que es hoy la Región Metropolitana y la Quinta Región) donde la preparación fue muy bien planificada y se contaba con los medios militares y policiales suficientes para asegurar la toma del poder. Fue en donde se produjeron las reacciones más violentas, con muertes por ambos bandos, lo que en realidad no se ha querido reconocer. Ese día en las provincias a lo largo de Chile, la situación fue diferente. Sólo los regimientos y escuelas que debían enviar medios de sus unidades a Santiago, tuvieron un conocimiento previo del Pronunciamiento. Las demás unidades, solamente tuvieron la información de lo que se iba a producir, en la madrugada del 11 de septiembre, debiendo alistar los medios para actuar y controlar las provincias, en pocas horas y en muchas de ellas con fuerzas insuficientes, en especial de oficiales. Sin embargo, el país a las 08, horas del 11 de septiembre estaba controlado, con una o dos excepciones, lo que demuestra que la unidad de doctrina de los mandos militares fue la que permitió que las reacciones y la forma de actuar fueran similares. En general en las provincias hubo acciones de elementos extremistas, pero más bien pequeñas y limitadas. La población, cuando ya se informó que el Gobierno de las Fuerzas Armadas y Carabineros asumían el mando del país, salía en masa a brindar en las calles.

Sin embargo el 11 de septiembre fue duro para las Fuerzas Armadas y Carabineros por las violentas y bien armadas reacciones de organizaciones paramilitares de extrema izquierda, en diversos operativos realizados en Santiago y otras ciudades, terroristas disparan contra patrullas de Carabineros y de las Fuerzas Armadas, recurriendo principalmente al empleo de francotiradores. Veamos los hechos más importantes de enfrentamientos que se produjeron en el mes de septiembre y las bajas de militares y carabineros:

El 11 de septiembre de 1973, se produjeron diversos enfrentamientos armados y emboscadas a fuerzas militares, en las cuales perdieron la vida, según el Informe de la Comisión de Verdad y Reconciliación, siendo víctimas de la situación de violencia política: miembros del Ejército: el suboficial Ramón Toro IBÁÑEZ, se encontraba formando parte del sitio que se formó en torno al Palacio de La Moneda. En estas circunstancias recibió un impacto de bala en el lóbulo parietal izquierdo, disparado por desconocidos, muriendo instantáneamente en el lugar.[55], el cabo segundo Agustín Luna Barrios, ese día la compañía que integraba el cabo Luna, avanzabasobre el Palacio de la Moneda cuando francotiradores apostados en las inmediaciones del mismo dispararon, impactando al cabo a la altura del cuello. Los hechos ocurrieron aproximadamente a las 17,30 horas. El afectado murió a causa del impacto de bala y cuando estaba en acto del servicio. Cabo Luis CastillO ASTORGA,[56] ese día se encontraba en los alrededores del Palacio de la Moneda, participando en el sitio que se realizó a ese recinto, cuando fue impactado en el tórax por dos balas disparadas por desconocidos (francos tiradores). Se trasladó de urgencia al Hospital Militar. Falleciendo en la madrugada del 12 de septiembre de 1973.[57]

Además, en ese día murieron a causa de disparos de franco tiradores: el sargento Waldo Noell Ibáñez; el cabo Hugo Mora NARVÁEZ y los soldados conscriptos Sergio Espejo Plaza, Juan Segura Sepúlveda, José San Juan Naveas. También fallecieron el sargento Waldo Noell Ibáñez y el cabo Hugo Mora Narváez,
También murieron los efectivos de la Armada: los tenientes Carlos Matamala y Víctor Parada, el cadete Alián Murphy, los marineros Manuel Yánez y Carlos González, y los marineros conscriptos, Moisés Pérez, Juan Núñez y Fernando Montenegro. Miembros de la Fuerza Aérea: Sargento Marmaduque González Núñez.

Miembros de Carabineros: El mayor de Carabineros Mario MUÑOZ CARRASCO, Comisario de la 4ta. Comisaría de Antofagasta y el Capitán José DÁVILA RODRÍGUEZ, Sub Comisario de la misma, fueron asesinados a mansalva y en la oficina donde elaboraban planes para enfrentar la situación, por un Carabinero simpatizante del PartidoSocialista.

La Comisión Verdad y Reconciliación se formó laconvicción que ambos fueron víctimas de violación de sus derechos humanos[58]

En la población La Legua, la Ambulancia No 2 del Hospital de Carabineros claramente identificada como tal, en circunstancias que se dirigía a su base después de rescatar a un Carabinero herido en un enfrentamiento, fue emboscada mediante el empleo de armas de fuego cortas y largas, resultando gravemente heridos el conductor y el acompañante, mientras que el sargento 1o Practicante José WETLING WETJING falleció en el interior de la ambulancia, producto de las numerosas heridas a balas recibidas. Al vehículo se le contabilizaron 32 impactos de proyectiles de diferentes calibres.

Elementos extremistas parapetados en la Universidad Técnica del Estado, atacaron con armas de diferentes calibres al Cuartel de la 11o Comisaría a consecuencia de lo cual resultó gravemente herido el carabinero Pedro CARIAGA MATELUNA, quien falleció al día siguiente en el Hospital Institucional.

En las calles de la Comuna de San Miguel, una Patrulla fue emboscada y atacada con armas largas por extremistas, resultando gravemente heridos 5 miembros de ella y muertos los carabineros Martín VEGA ANTEQUERA y Raúl LUCERO AGUAYO.
En la Industria Indumet de la comuna de San Miguel, en circunstancias que una patrulla de la Escuela de Suboficiales investigaba el origen de disparos provenientes desde el interior fue herido de gravedad el carabinero Manuel CIFUENTES. El policía uniformado murió tres días más tarde. La acción de los militares fue repelida con armas de fuego largas por extremistas entre los cuales habían extranjeros. A consecuencia de ello resultó también herido de gravedad el carabinero Ramón GUTIÉRREZ ROMERO y mortalmente herido el carabinero Fabriciano GONZÁLEZ URZÚA al tratar de rescatarlo de la línea de fuego.

En circunstancias parecidas a las relatadas caen muertos: el teniente Ramón JIMÉNEZ CARDIEUX, el sargento 1o Anselmo AGUAYO BUSTOS, el cabo 1o Orlando ESPINOZA FAÚNDEZ, el cabo 2o Robinson ROJAS VILLANUEVA, el carabinero Mario BARRIGA ARRIAGADA, el carabinero José APABLAZA BREVIS, el carabinero José MALDONADO INOSTROZA, el carabinero Esteban CIFUENTES CIFUENTES, y el carabinero Juan HERRERA URRUTIA.

En la localidad de Paso Nevado (Maule) muere producto de un enfrentamiento con un grupo de extremistas que custodiaban a ex autoridades políticas locales del régimen que trataron de alcanzar la frontera Argentina, el cabo Orlando ESPINOZA FAÚNDEZ

También ese mismo día resultaron gravemente heridos el siguiente personal de las Fuerzas Armadas y de Orden:

Miembros del Ejército: sargento Ramón Mella Diocares y cabos: Víctor Garrido Barraza, Rosendo Rosales Poblete, Luis Garrido Salgado, René Patiño Gutiérrez, Guillermo Urube Fernández, y Carlos Riquelme Riquelme. Alumnos suboficiales Osvaldo Morales Gallardo y Guillermo Zien Godoy; soldados José Contreras Riquelme, Octavio Zúñiga Aguilera y Moisés Durán Santibéñez y soldados conscriptos: Rafael Olivares Araneda, Mario Sepúlveda Gallardo, Luis Navarrete Torres, Pedro Valderrama Hinostroza y Alejandro Salgado Vargas.

El 12 de septiembre de 1973, continuaron los atentados y emboscadas montadas por terroristas del MIR y del Partido Comunista, a través de francotiradores, con resultados de muertes y heridos de Las fuerzas Armadas y Carabineros que se detallan:

Muertos del Ejército: sargento 2o José Castro Nieto, ese día se encontraba de guardia en las afueras del edificio del Departamento de Contraloría del Ejército, ubicado en la calle Carmen 339, de la ciudad de Santiago. Repentinamente se escuchan disparos desde un edificio vecino en contra de ese lugar, por lo cual el Mayor a cargo de la vigilancia, le ordenó que subiera a la azotea del edificio y ubicara el origen de dichos disparos y que hiciera uso de su arma de servicio. Fue en esas circunstancias que él recibió un balazo en la cabeza, efectuado por franco tiradores, que le causaron la muerte.[59] El soldado Julio Antilef Gáez, se encontraba de guardia en las instalaciones de la Empresa nacional de telecomunicaciones (ENTEL) ubicada en la Galería España de Santiago, cuando francotiradores le dispararon causándole la muerte.

Muertos de la Armada suboficial Víctor Constant y marinero Marcos Rebolledo. Heridos: Del Ejército: capitán Jorge Iturra Mery; sargento 1o Pedro Montoya Roldán; cabo 1o René Águila Coronado; soldado 2o Joel Canales Crutiño y soldados Claudio Gómez Parra y Pedro Hernández Aburto. [60]

 

 

DISCURSO CONMEMORACION DEL 50.  ANIVERSARIO, ASOFAR:

DISCURSO CONMEMORACION DEL 50

 

 

Declaración de Corinav:

Declaración Corynav 11 de Sep

 

 

El 11 de septiembre de 1973 en Valparaíso

Almte. José Toribio Merino C.

Mi inicio el día 11 de septiembre de 1973 fue a las 5 AM, me despertó el Capitán Díaz, quien había dormido toda esa noche en el suelo, frente a la puerta de mi camarote, apoyado en un cojín y tapado con su capote para que nadie fuera a entrar o fuera a suceder algo imprevisto sin pasar por sobre él.

Eso no lo he olvidado nunca, fue una de las cosas que me conmovieron ese día, al saber la lealtad a toda prueba de este oficial. Recuerdo que me senté y me encomendé a Dios y a la Virgen del Carmen. Recé largamente, pidiéndole que ese día fuese de victoria para la fe y el cristianismo y de derrota para el ateísmo marxista; y así fue.

A las 5 AM se iniciaron las operaciones desde los lugares que se habían determinado en el Plan, por parte de las tropas de Infantería de Marina y por los regimientos que tenía a mis órdenes; la Escuela Naval, Escuela de Operaciones, Escuela de Artillería y Armamentos, Escuela de Abastecimientos, Escuela de Ingenieros, el regimiento Maipo y el Coraceros. Parte en Las Salinas, parte en Viña del Mar, parte en Valparaíso. Además, estaba el regimiento de caballería de Quillota, que también cumplió la misión. También estaba bajo mis órdenes la guarnición de Quintero, que cumplió las disposiciones correspondientes.

Los lugares que tenían que ocupar en general eran claves para el acceso de la gente que podía reunirse en los cordones al ser alertada por las medidas que se estaban tomando y tratar de bajar al centro de la ciudad para saquear, alterar el orden público y tratar de evitar que se cumpliera la acción que estábamos planeando. A pesar que el Plan establecía que la “Alarma General” para poner en ejecución el Plan se daría disparando tres cañonazos desde la Guarnición de Orden y Seguridad, la Escuela Naval, la Escuela de Armamentos y el Fuerte Vergara y los buques surtos en la bahía, dispuse suprimir todo esto, pues el concepto estratégico de la operación estaba basado en la sorpresa; con las salvas se habría alertado hasta el Vaticano. La disposición era acertada para dar cumplimiento al Plan Anti-Insurgencia, si ésta se presentaba repentinamente y la autoridad era sorprendida y había que ejecutar el Plan en horas del día, o por emergencia, o cuando hubiera personal franco, lo que no sucedía en estas circunstancias.

Las operaciones iniciadas a las 05.00 fueron absolutamente silenciosas, aunque no para algunos. Se cumplió exactamente según lo planeado y alrededor de las 05.30 AM estaba toda la tropa en sus lugares. A esa misma hora, pasé a tomar desayuno junto con el Estado Mayor que estaba esperándome, lo hicimos rápidamente y nos fuimos cada uno a nuestros puestos de mando.

A esa misma hora, 05.30, de acuerdo a lo que se le había ordenado, el Almirante Weber, Comandante en Jefe de la Escuadra, a bordo del buque insignia, que había permanecido en Valparaíso, puesto que él no tomaba parte en la Operación Unitas, ni su buque tampoco, podía comprobar que los distintos buques que habían zarpado el lunes 10, alrededor de las 11.30, para iniciar Operación UNITAS, fondeaban en los lugares ordenados para apoyar las operaciones de las fuerzas de la Primera Zona Naval, en Quintero, Valparaíso, Laguna Verde y San Antonio, de acuerdo al plan que se había trazado.

En Quintero estaba el “Cochrane”; en Valparaíso, el “O´Higgins” y el submarino “Simpson”; en San Antonio estaba el “Blanco”, y el resto de los buques que no participaban en la Operación Unitas estaban todos bien en Valparaíso, listos para moverse en caso que fuera necesario.

La llegada de estos buques, a las 05.30 de la mañana, no fue vista, pues volvieron totalmente obscurecidos y habiendo oscuridad total, ya que el orto de sol ese día era alrededor de las 06.50 AM, en consecuencia, no empezaba a amanecer.

Pero sí fue visto y oído el desplazamiento de los camiones que pasaban con las tropas y tomaban posesión de distintos puntos. A las 05.45 AM se dio término al cumplimiento del Plan Silencio, a cargo del Comandante Troncoso. Este plan había empezado a ejecutarse antes, junto con las primeras operaciones de las tropas, a las 05.00, y se había hecho con tanta habilidad y rapidez que a las 05.45 todo el sistema de comunicaciones estaba cortado, no funcionaban ni los teléfonos ni las radios ni la televisión; salvo aquello que se había dejado expresamente operativo y el sistema de Albatros para las comunicaciones operativas de los que estábamos al mando de las tropas mismas.

La radio de la Armada funcionaba normalmente y una línea telefónica que comunicaba la casa del Jefe de Carabineros de Valparaíso, el comisario Coronel Gutiérrez, con la Dirección General de Carabineros de Santiago, era el único teléfono que estaba funcionando en ese momento. Como ya he dicho, en este lapso de 45 minutos, se silenciaron 12 radios de gobierno, las tres centrales de televisión y dos radios neutras. Sólo quedaron dos radios que eran proclives a un cambio de gobierno.

A las 06.00 envié un mensaje al “General Armada”, disponiendo que asumía como Comandante en Jefe de la Armada. Me había nombrado yo mismo como Comandante en Jefe, era el oficial más antiguo que seguía en el escalafón, después del Almirante Montero, con quien en reuniones anteriores, del Consejo Naval, habíamos tenido dificultades, pero que en ese momento no podía seguir de Comandante en Jefe, ya que no estaba de acuerdo con los actos y actividades que estaban desarrollando la Institución y la Defensa Nacional en general. Por lo tanto, asumí como Comandante en Jefe, sin avisarle antes que lo había destituido.

De acuerdo con los acontecimientos que se fueron desarrollando, es del caso recordar aquí que alrededor de las 06.15 de la mañana, el Presidente Allende fue despertado en Tomás Moro, por Olivares, periodista, uno de los pocos que se mantuvo junto a él, le informó que había llegado un mensaje por teléfono, desde la Dirección de Carabineros, anunciando que algo raro sucedía en Valparaíso, pues había mucho movimiento de tropas de Infantería de Marina.

Inmediatamente, como he sabido después, Allende empezó a inquirir en todas partes información sobre lo que pasaba; nadie sabía nada.

El Almirante Montero no contestó el teléfono, pues se lo habíamos cortado poco antes; estaba consultado en el Plan Silencio; tampoco tenía vehículo, porque lo habíamos desarmado para que no pudiera salir de la casa, ni tampoco podía tomar ninguna iniciativa porque no tenía conocimiento de lo que estaba sucediendo. En consecuencia, el Almirante Montero no tuvo ninguna participación ni tomó ninguna decisión, pues estaba imposibilitado de hacerlo, así nadie puede echarle nada en cara.

Posteriormente, alrededor de las 07.10 AM, según nos cuentan, partió una caravana de automóviles desde Tomás Moro hacia la Moneda. Bajaron a gran velocidad, ya que las calles de Santiago estaban desiertas y el Ejército se estaba desplegando para iniciar sus actividades.

La acción en Valparaíso se desarrolló sin novedad, no hubo resistencia, nadie salió a la calle, en ninguna parte, para defender a Allende. Desde Playa Ancha hasta Quintero, nadie movió un dedo para defender el gobierno marxista, ni en los Cerros ni el Plan. Por lo tanto, se puede decir de a las 08.00 AM, cuando lancé la proclama, Valparaíso vivía un día de absoluta tranquilidad.

La única novedad que había era que en muchas casas se había izado la Bandera Nacional y que la gente cantaba la Canción Nacional y bailaba de gusto, porque había terminado la pesadilla de Allende.