DD.HH. en Argentina:



DD.HH. en Argentina:

LOS JUICIOS DE LESA EN SU MAXIMO DELIRIO – Prisionero en Argentina

Por Gonzalo Miño.

Tal como reflejamos semanas atrás, un abogado querellante, en una sesión de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de la Nación, donde se analizaban proyectos de ley para sancionar actitudes negacionistas y/o apologistas de genocidio y crímenes de lesa humanidad afirmó: “en estos veinte años solo se juzgaron el 40% de los responsables, falta el resto, por eso tenemos juicios por treinta o cuarenta  años más… tenemos para décadas de juicios de lesa humanidad”.

Dice este abogado que en estos 20 años solo se juzgaron el 40% de los imputados en “juicios de lesa”, por lo que al faltar aún juzgar el 60% restante, quedan 30 a 40 años de juicios por delanteO sea, tendremos cerca de 50 o 60 años de juicios en total. En sus palabras, en el año 2063 probablemente se realice el ultimo “juicio de lesa humanidad”.

A ciencia cierta no sabemos si esa expresión es una mera expresión de deseo o si es realmente lo que los organismos de derechos humanos pretenden, pues a decir verdad no sabremos a quien “corno” juzgaran, ya que si tomamos como base que la edad  promedio de los imputados es de 75 años, en pocos años todos estarán todos muertos o simplemente incapacitados para estar en juicio por una evidencia cuestión de senectud.

La misma Secretaria de Derechos Humanos de la Nación ha informado hace poco que desde el 2003 a la fecha se han celebrado casi 320 juicios y se juzgaron más de 1.400 personas.

Si tenemos en cuenta los juicios de Nüremberg, hito en que se fundan los juicios “de lesa”, en los cuales se juzgó el holocausto producido por el régimen nazi en la Segunda Guerra Mundial, fueron 13 juicios y se juzgó a 611 personas. Más aun fue un Tribunal Internacional Militar y se juzgó solo a los máximos responsables del régimen nazi.

En estos veinte años, Argentina juzgó y condenó a todos los máximos responsables del Proceso Militar; dejando expresamente sentado que quien suscribe está totalmente en contra que se haya juzgado un solo integrante de las Fuerzas Armadas o de Seguridad por el solo hecho de haber combatido al terrorismo en los años 70. Sea alto mando o no. Pero es una realidad y no lo podemos negar.

Ahora, no contentos con ello, los organismos de derechos humanos continúan -en el presente- los “juicios de lesa” con los oficiales subalternos y hasta con los suboficiales y agentes de policía. Ya no se trata de los generales y coroneles o comisarios; sino que ahora van por lo que en ese momento eran tenientes, subtenientes, sargentos o cabos y como decíamos hasta simple agentes de policías. Personas que en los años 70 tenían tan solo veinte años y cumplían órdenes de sus superiores, convencidos de la licitud de las mismas, pues fueron dadas por el entonces gobierno constitucional.

Son los juicios “de lesa” en su máximo delirio.

Y es que, una pizca de sentido común, nos indica que su accionar fue legal al amparo de la legislación vigente al momento de los hechos, actuando en la creencia de la legalidad de su accionar, siendo que ahora se les pretende explicar a esos oficiales de bajo rango y simples agentes, que una orden legal y legítima de combatir al terrorismo, orden que hacía a sus funciones, en realidad no lo fue. No resulta sensato, que ellos por aquellos años, debieran hacer un control de convencionalidad profético para advertir la ilicitud de la orden que se les daba y así desobedecerla.

Insistimos, nada pudo alertarlos sobre una ilegalidad en la orden, pues se les ordenaba hacer algo que era propio de las atribuciones asignadas a su situación funcional, máxime si se tiene en cuenta que pertenecer a una organización terrorista como era el ERP o MONTONERROS era considerado delito por aquellos años.

Como vemos ni las máximas autoridades internacionales que juzgaron a los máximos responsables del holocausto llevado a cabo por el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial, se hubiesen atrevido a tanto. Siendo un grosero despropósito, tan solo intentar, equiparar el exterminio protagonizado por el régimen nazi con lo sucedido en la Argentina en los años 70. Un verdadero dislate.

Así, queda claro entonces que lo que se ejecuta en Argentina, son verdaderos juicios de odio y venganza, muy alejado de la consigna de búsqueda de Justicia, que con eufemismo exponen los organismos de derechos humanos en nuestro país. Solo buscan revancha y vejación de las Fuerzas Armadas y de Seguridad.  Decimos esto, pues quienes dicen buscar Justicia son los mismos que exigen la libertad de la “compañere” Milagros Salas o gritan “lawfare” cuando se investiga o se juzga a la actual Vicepresidenta de la Nación y sus secuaces por delios de corrupción; negándose, a su vez, ideológicamente, a que también sean juzgados los integrantes de las organizaciones terroristas que atacaron al Estado argentino en los 70.

En una Argentina aterrada por la inseguridad y azotada por el narcotráfico que trae como consecuencia la narco criminalidad, debería estar ocupada juzgando y condenado a esos verdaderos delincuentes y no como sucede ahora que esta abarrotada de ridículos juicios llamados de “lesa humanidad”, donde ya no se juzga a los considerados máximos responsables del proceso militar, sino a los que actuaron en cumplimiento de órdenes impartidas de combatir al terrorismo.

Ni hablar de las obscenas cifras millonarias que se gastan en esos ridículos juicios, la cual debería ser destinada a fortalecer y entrenar debidamente a nuestras fuerzas armadas y de seguridad; sobre todo esta última para poder combatir eficazmente la inseguridad.

La sociedad demostró en el último ballotage presidencial que tiene otra prioridad en la agenda política y social pero también judicial, aunque los “muchaches” no lo acepten.  Que no solo quiere estabilidad económica y salarios dignos, sino también presos a los delincuentes y los corruptos; y que se “dejen de joder con esos viejos que a nadie le importa”.