En aquella época eran jóvenes con muy poca experiencia, no eran quienes daban las órdenes, sin pruebas de tener responsabilidad en los hechos, “el pertenecer”, le ha bastado a ideologizados ministro para condenar.
El activismo judicial , que ya no es un misterio para nadie, se intensificó producto de la llamada mesa de diálogo, donde se acordaron diversas formas de facilitar las investigaciones en búsqueda de la verdad, justicia y reparación de las víctimas, para alcanzar la anhelada reconciliación. Estas en manos de jueces ideologizados y prevaricadores condujo, al atropellos del debido proceso, la reapertura de causas con sentencia ejecutoriada y diversas otras formas de condenar a toda costa, como la teoría del secuestro permanente.
La reforma procesal penal, aprobada hace 20 años, no se aplica en causas de DDHH, vulnerando la igualdad ante la ley y la presunción de inocencia, permitiendo a los ministros de fuero, verdaderos inquisidores, condenar a todo evento por el sólo hecho de “pertenecer”. Inicialmente las instancias superiores morigeraban los excesos, ya que aún había jueces que aplicaban la ley vigente, pero, progresivamente, se fue imponiendo el activismo judicial y la prevaricación, especialmente en la segunda sala (penal) de la C. Suprema..
Carlos Peña en publicación en El Mercurio de 13 octubre JUECES JUZGADOS, hace presente el descalabro con los razonamientos judiciales, en que se sustituye el sentido de las reglas, por el sentido de la justicia de quién las aplica.
Un buen juez sigue las reglas, Peña considera que “se ha maltratado el derecho vigente en Chile”, con argumentos alambicados con que se interpretan las reglas ,a la luz de ciertos ideales de justicia material.
En el mismo diario el almirante Miguel A. Vergara, señalar que C. Peña nos ha recordado con meridiana claridad, que la virtud que nunca debería olvidar un buen juez, es que su cargo no es para decir lo que cree justo, sino lo que las reglas establecen, más todavía, debe aplicarlas con imparcialidad y lealtad, incluso cuando ella va contra sus convicciones