¡PARA LLORAR A GRITOS!



¡PARA LLORAR A GRITOS!

Traigan cal, se está llenando el pozo.

    Sufridos y pacientes lectores. Me imagino que no requiere mayor explicación a que pozo alude esta pluma que clama por cal para su saneamiento. Pero la cosa está muy negra y fétida. Lo más grave es que una persona, de esas que cada cierto tiempo bendicen a las naciones con su nacimiento, un 25 de noviembre, pero del año 1915, vio la luz en Valparaíso un niño que recibió por nombre Augusto José Ramón, quien más tarde llegó a comandar el Ejército de Chile y a ser presidente de nuestra nación, independiente que le digan que fue un dictador, pero que asumió la responsabilidad de conducir el país por 17 años, librándonos de un nefasto gobierno comunista y entregándolo democráticamente, como una nación libre, soberana y a la cabeza de los países de América, después de haberlo estado a la altura de Haití, el más pobre del barrio. Él lo dijo y lo advirtió en los mejores tonos, con ese aire socarrón y tan característico antes de entregar el poder, algo así como “se acordarán de mí señores políticos en unos 20 años, cuando llegue el comunismo al poder,  yo los quiero ver señores…”

    Y así estamos…Con un gobierno no solo de aficionados, inexpertos, tramposos, mentirosos y sinvergüenzas –aunque en honor a la verdad esto último es “transversal,” como suele decirse en política–. Pero nunca, jamás, habíamos visto a La Moneda convertida en un verdadero lenocinio, con el perdón de las damas que habitan estos recintos. El zar del combate a la delincuencia detenido por violador y a quien el mandatario le prestó ropa y todas las facilidades para renunciar al cargo en vez de haberlo echado de inmediato, contando con el encubrimiento de una docena de funcionarios que supieron del hecho previamente. Y ahí tenemos a Su Excelencia, en un rincón del ring defendiéndose a duras penas con los certeros golpes del púgil Tohá, que se aburrió de serle leal y no quiere sacrificar su futuro político. Y la “guinda de la torta”, la denuncia por acoso contra su Excelencia, por una supuesta afectada después de 10 años. No es la misma que cuando este muchacho iniciaba su campaña por el sillón de O’Higgins, y que los medios anunciaron una presunta denuncia que pronto fue callada y desistida. Con todo, no deja de llamar la atención el brumoso entorno de esta situación de la que la oposición desea sacarle punta al lápiz en su beneficio.

    Sin embargo, Toribio cita el comentario de una mujer de pueblo con respecto a este tema, la nana y cuidadora de su esposa. No obstante, ser acérrima anticomunista y profunda opositora de Boric y que acaba de darle su voto a Pancho Orrego, sin influencia alguna de esta pluma: Los políticos se van al hancho atacando al Boric, si ya no se fue ya, y no ha cambiado a ningún ministro. No piensan en el prestigio ni en el daño que le hacen al país, solo en ellos (SIC).  Con el perdón de esta respetable audiencia, Toribio no puede menos que apoyar este comentario y espera, no por Boric, sino por el prestigio de la nación que salga airoso de esta negra nube.  Y a propósito de este individuo, sabemos que es un desatinado, picante y ordinario, porque quiso darle un aire particular a las formas republicanas, como lo indica su ideologismo. Pero te fuiste al chancho, Boric, velando los restos de una ex colega parlamentaria, con una pinta que ni los más desarropados indigentes habrían vestido en esta ocasión, ni el más palurdo de los ganapanes. Si no te interesa el prestigio del cargo, por lo menos respeta a los deudos y a la fallecida.

    Los chilenos estamos hartos de despertarnos cada día con noticias aciagas y que van formando parte de una funesta normalidad. Las crónicas no salen de los escándalos de Monsalve y de la ex bailarina de Mecano con sus shows propios en la cárcel de San Miguel; mientras el diputado Lavín está cada día más cercano a su formalización y el consecuente desafuero; pero de los avances de cientos de miles de millones de pesos de los convenios y fundaciones truchas nada se sabe; como tampoco de los negociados del ex alcalde Jadue como los de Torrealba y otras autoridades municipales; de las observaciones de la Contraloría contra el reciente reelecto Gobernador de Santiago como sus numerosos viajes y paseos por el mundo, cual ministro de Relaciones Exteriores

    Como suele ocurrir después de las elecciones, todos resultaron victoriosos. La izquierda celebró el triunfo del pseudo independiente de Orrego, que es más chueco que un cigüeñal y que anteriormente salió elegido con los votos de la derecha; además con la paliza que le dieron a la candidata de Chile Vamos en Valparaíso, producto de todas las desavenencias previas del sector. Por su parte, la derecha celebra jubilosamente haber ganado en 6 de las 16 gobernaciones, cuando antes solo tenía una. Claro, “peor es mascar lauchas,” dirán muchos, pero como está el país debían haber duplicado como mínimos las victorias. Cito de nuevo a la Mónica, persona de marras, al regreso de la votación: “los chilenos son una tropa de ignorantes, nadie escucha noticias, no se interesan por lo que pasa en Chile ni en el mundo, votan al lote, no escuchan razones….La fatal ignorancia es transversal y en todos los estratos sociales, de lo que hábilmente se aprovechan la izquierda. Lamentaría perderla como cuidadora, pero lo haría mejor que varios parlamentarios de la derecha.  

    Toribio, que no acostumbra a dar recetas, en esta oportunidad se permite recomendar a los amigos Republicanos y de Chile Vamos, como de otros partidos en formación, que la unión hace la fuerza, aunque sea un frase muy socorrida, pero no es época de caudillismo, ya pasó la hora. Aunque duela, hay que negociar, lo que tanto le gusta a los cocineros de la política y como expresara un célebre personaje, “apoyar al más mejol”

Fernando Hormazábal Díaz

General de Brigada (R)