POLÍTICA Y GOBIERNO:



POLÍTICA Y GOBIERNO:

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EL GOBERNADOR DE LA CAPITAL DE CHILE.

septiembre 05, 2025

🚨 NADA MENOS QUE EL GOBERNADOR DE LA CAPITAL DE CHILE 🚨

El Mercurio (viernes 05 de septiembre de 2025) publicó una denuncia gravísima

El 7 de junio de 2023, Claudio Orrego, gobernador regional metropolitano, tenía programado un viaje a Buenos Aires para participar en una media maratón. Para justificar su inasistencia a las labores de su cargo, habría presentado un certificado médico “ideológicamente falso”, extendido por Alberto Larraín, fundador de Procultura.

¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?

Estamos hablando del gobernador de la capital de Chile. No es un funcionario menor, es la máxima autoridad regional del país. La acusación no es administrativa ni menor: se trata de un posible delito de falsificación documental, conocido jurídicamente como “certificado ideológicamente falso”.

LA PREGUNTA CLAVE

Si lo publicado por El Mercurio es cierto  Orrego debe presentar su renuncia inmediata.
Si lo publicado es falso
 Orrego debe querellarse contra El Mercurio.

LOS CIUDADANOS MERECEMOS CERTEZA

Los chilenos no podemos normalizar que la duda quede flotando. O tenemos a un gobernador que falsea certificados médicos, o tenemos a un diario que difunde noticias falsas. Una de las dos cosas debe resolverse hoy mismo.

Fuente: El Mercurio, viernes 05 de septiembre de 2025

 

 

 

*Un País donde Todo da lo Mismo*


Por Cristián Labbé Galilea

Si cada día que pasa son más los ciudadanos que se muestran hartos de la política, la razón es que cada vez son más “los porqués” de ese hastío. Claramente, tal desprestigio no surge de la nada; es consecuencia de una sucesión de malas prácticas, corruptelas, promesas incumplidas, intereses personales… pero, fundamentalmente, de la distancia que existe entre los políticos y la realidad.

Esta semana fuimos testigos de un hecho lamentable: la Cámara de Diputados despachó sin multas el proyecto de ley sobre voto obligatorio. La iniciativa, que buscaba establecer una sanción pecuniaria a quienes no sufragaran, obtuvo 75 votos a favor, 45 en contra y 14 abstenciones. Al no alcanzar el quorum constitucional de 77 votos, fue rechazada, generándose el absurdo que por ley el voto es obligatorio… pero en la práctica es voluntario, da lo mismo votar que no votar. ¡Patético, por decir lo menos!

¡Oh paradoja! Imponer un deber sin sanción equivale a proclamar la obligatoriedad de una norma pero, al mismo tiempo, quitarle el costo de su quebrantamiento. Estamos frente a un mandato constitucional que termina siendo una mera recomendación, perdiendo toda legitimidad. “Una obligación sin sanción es un mandamiento sin alma”, no es más que una artimaña aparentando rigor pero abriendo las puertas a la indiferencia e impunidad.

A juicio de esta suspicaz pluma, el rechazo del sector oficialista a las multas por no sufragar, obedece a un mañoso cálculo electoral: la izquierda percibe que esta medida les otorga una ventaja en los próximos comicios. El gobierno sabe que los votantes “obligados” — esos siete millones de electores que no participan cuando el voto es voluntario— tienden a favorecer a los candidatos de la oposición.

Se equivocan quienes creen que esta situación, si bien absurda, es también trivial porque, en la práctica, las multas por no votar no siempre han funcionado. Craso error. El precedente que se crea es de la mayor gravedad, pues equivale a establecer que existe la obligación de pagar los impuestos, pero si no se pagan… da lo mismo, o a señalar que es obligatorio parar en la luz roja, pero que da lo mismo… si se para o no.

Establecer una obligación sin sanción es, en el fondo, un gesto vacío: se proclama una regla que carece de fuerza, un deber que no obliga. Es el absurdo de una norma que se convierte en simple declaración, donde la autoridad se diluye y la responsabilidad se vuelve opcional, y donde la norma no castiga, la transgresión queda impune condenando a la ley al ridículo.

Por último, si de desprestigio de la política se trata, hay que reprochar -en este caso- que parlamentarios de la oposición se hayan “pareado” con diputados de izquierda. A todas luces es una actitud inaceptable. Nadie, traicionando sus principios, puede “parearse” con algún “rival”, especialmente cuando se trata de una ley de rango constitucional. Una demostración más de que, políticamente, nos hemos convertido en… ¡un país donde todo da lo mismo!

 

 

 

Empezó el reparto de culpas por la previsible derrota de Jara.

Por Sergio Muñoz Riveros

Ex-Ante

La pugna de fondo en el oficialismo se relaciona con quiénes cargarán finalmente con las mayores culpas por la derrota de Jara. Puertas adentro, es posible que el Socialismo Democrático respire aliviado frente a tal perspectiva: sería demasiado abrumadora la eventualidad de aparecer como quienes pavimentaron las grandes alamedas para que el PC llegara a la cima del Estado.

Si Jeannette Jara tuviera alguna posibilidad de ganar la Presidencia, seguro que no se expresarían mayores diferencias dentro de su comando, que los dirigentes del PC se cuidarían de decir algo que dañara la campaña, y los del PS y el PPD frenarían sus ganas de desahogarse. En fin, la expectativa del poder calmaría los nervios de todos. Pero, la realidad es muy distinta. La candidata ha hecho su mejor esfuerzo, pero no llegará a La Moneda, y los partidos que la apoyan están pensando en quiénes culparán a quiénes por la derrota.

No sabemos si por táctica o convicción, Jara ha buscado aparecer como representante de la centroizquierda en esta fase de la campaña. Incluso, Luis Eduardo Escobar, su principal asesor económico, contó que ella le había confidenciado que se sentía socialdemócrata. Es sorprendente que alguien que aspira a la jefatura del Estado vaya definiendo su pensamiento en el camino. Desechó sin quebrantos el programa de la primaria y aceptó el que redactaron socialistas y pepedeístas, aunque se confundió y tropezó al explicar el cambio.

Lo que se ha hecho más evidente es cuán arcaico era el diseño original del PC, ejemplificado en la propuesta de nacionalizar el cobre y el litio, o fijar un sueldo vital de 750 mil pesos al margen de las consideraciones sobre su viabilidad económica. Es casi imposible concebir una visión más reaccionaria que la de proponer que el motor de la actividad económica sea el estímulo de la demanda interna, como lo planteaba el programa de la primaria.

Fue dicha visión la que inspiró las fuertes críticas de Carmona al desempeño de Mario Marcel como ministro de Hacienda, lo que incluyó el desdén por la disciplina fiscal. La tormenta de reacciones que vino enseguida desde el comando de Jara fue una muestra de que, finalmente, la alianza oficialista ha sido todos estos años una sociedad de intereses. Allí está la razón de su fracaso con Boric. Y eso explica que no habrá continuidad.

De lo que no puede acusarse al PC es de incongruencia. Su posición fue muy nítida en los días del golpismo revolucionario en 2019, también en las febriles jornadas de la Convención y en múltiples episodios relativos a la seguridad pública en los que sus diputados se distanciaron de La Moneda. Nada, sin embargo, ha retratado más crudamente al PC que sus reiteradas muestras de compromiso con las dictaduras de Cuba y Venezuela. Del mismo modo, su afirmación de que tiene un pie en las instituciones y el otro en la calle, lo que puede traducirse como un pie en el Congreso y el otro en la Villa Francia.

Los dirigentes del PS, el PPD y la DC no pueden declararse sorprendidos por los dichos de Carmona, de Jadue, Lagos, Pizarro o algún otro miembro del grupo dirigente del PC. Sobran las evidencias de que se identifican con el arcaísmo izquierdista de dientes apretados y con las formas de lucha asociadas con la rabia octubrista. Ese es el trasfondo de la colisión entre el programa de la primaria, que describía a Chile como un país caracterizado por los abusos, y el de ahora, que habla del orgullo que deberíamos sentir los chilenos por lo construido por el país.

Lo que no esperaban los dirigentes del PC era que la candidatura de Jara terminara poniéndolos en apuros, casi frente a un dilema parecido al de elegir entre el fuego y las brasas. Saben que la batalla presidencial está perdida, pero no pueden bajar las banderas. Saben, además, que sería devastador que se consolidara la imagen de que están saboteando la campaña de su propia candidata. Pero, hay algo que seguramente les preocupa mucho más. Si Jara crece como figura nacional, crecerá al mismo tiempo la posibilidad de que ella lidere una corriente de cambio dentro del PC, que podría hacer crujir el verticalismo y el autoritarismo que constituyen la base de su poder.

Insistimos en que la pugna de fondo en el oficialismo se relaciona con quiénes cargarán finalmente con las mayores culpas por la derrota de Jara. Puertas adentro, es posible que el Socialismo Democrático respire aliviado frente a tal perspectiva: sería demasiado abrumadora la eventualidad de aparecer como quienes pavimentaron las grandes alamedas para que el PC llegara a la cima del Estado.

¿Qué pasará en el PC después de la elección? Es probable que sobrevenga un ajuste de cuentas. Y no sería extraño que el grupo controlador diga que la candidata perdió por no haber defendido con energía “la correcta línea del partido”.

 

 

¿Lagartijas sintientes?

Por Iván Poduje 

 

El cáncer es la segunda causa de muerte en Chile, así que es probable que usted conozca a alguien que ha sufrido esta maldita enfermedad. Las listas de espera son, literalmente, fatales y la especialización resulta clave para una detección temprana. Para ambas cosas se requieren hospitales especializados y por eso es tan importante que se concrete el nuevo Instituto Nacional del Cáncer de Santiago, que reemplazará el vetusto edificio de 1900, triplicando su dotación de camas y aumentando los pabellones de cirugía mayor o los sillones de quimioterapia.

Luego de años de espera, en 2019 el Ministerio de Salud consiguió los $250 millones de dólares que cuesta la obra. Se hicieron los diseños y cuando el proyecto fue sometido a la evaluación ambiental se topó con un imprevisto: unas colonias de lagartijas, arañas y otras especies que, en lenguaje frenteamplista, “habitaban el territorio”. La alerta fue dada por la Seremi Metropolitana de Medio Ambiente que exigió modificar el proyecto para incluir “refugios de fauna vertebrada de baja movilidad”, muy en línea con el derecho de los animales sintientes consagrado en la Constitución que rechazamos en septiembre de 2023.

Pero la Seremi de Medioambiente fue más allá. Quizás inspirada en un libro de autoayuda, o en el consejo de algún chamán altiplánico, la funcionaria exigió incluir jardines del tipo Miyawaki. La idiotez de la Seremi podría ser anecdótica, pero tuvo consecuencias fatales. El Hospital del Cáncer se ha atrasado meses para incorporar estas sandeces, afectando a unas 200 mil personas que esperan tratamiento.

La pesadilla no terminó ahí. El Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) tenía que hacerse presente, exigiendo estudios de impacto visual sobre poblaciones obreras y el tratamiento de un antiguo muro encontrado en el lugar. Como sabemos, ya no importa si el hallazgo es centenario o si corresponde a las ruinas de un edificio ochentero. Se paraliza todo, para que los arqueólogos puedan desplegarse con tranquilidad. Como estos profesionales cobran por mes, el incentivo a moverse lento es enorme, así que vamos limpiando, fotografiando y archivando cada pequeña piedrecita que se levanta.

Según el portal Ex Ante, luego de un año de trabajo, el CMN consideró que el estudio era insuficiente y pidió nuevas medidas que atrasarán aún más el nuevo hospital. Adivine quiénes fueron los más contentos con esta nueva paralización.

En el hospital El Salvador ocurrió lo mismo. El Estado debió gastar $2 millones de dólares para guardar restos arqueológicos en 200 cajas que terminaron fondeadas en una bodega, ya que ningún museo las quiso. En los hospitales de Rengo, La Unión y Melipilla está pasando lo mismo. Meses de retraso por exigencias del CMN, que tienen a decenas de expertos revisando el sitio –y facturando en UF– mientras 160 mil personas deben trasladarse a otras comunas o regiones para atenderse.

Enfatizo el tema de la plata, porque estas exigencias no responden solamente a delirios octubristas, que privilegian una lagartija sintiente por sobre la vida de un ser humano enfermo de cáncer. Como indiqué en otra columna, la permisología esconde un negocio muy rentable para oficios que están muy bien representados en el CMN y en otros servicios que exigen estudios de impacto, donde la relación entre reguladores y consultores es más que promiscua. El boom ha sido tan grande, que firmas internacionales han instalado sedes en Chile para facturar millones por estudios que muchas veces terminan en nada.

Estos consultores serán los primeros en oponerse a cualquier medida que busque reducir la permisología, y lo harán amparados en asociaciones profesionales, ONGs o grupos de funcionarios. Cuando esto ocurra, debemos tener claro que su motivación no es preservar el planeta o los animales sintientes. Estarán defendiendo un negocio que crece como la espuma a costa de los pacientes con cáncer o de las familias que esperan por años su vivienda propia.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por La Tercera el sábado 30 de agosto de 2025.

Del diagnóstico a la acción: un Chile seguro es posible

Álvaro Pezoa Bissières | Sección: PolíticaSociedad

 

El domingo, La Araucanía volvió a teñirse de luto. En Victoria, un guardia forestal de CMPC murió tras un ataque perpetrado por desconocidos, mientras otro colega resultó gravemente herido. La crudeza del hecho no admite eufemismos: esta violencia es terrorismo, no simple “violencia rural”. Así lo han señalado con claridad gremios y líderes políticos, conscientes de que la pasividad ya no es opción.

No fue el único episodio trágico. El asesinato de Michael Peñaloza en Curacaví y diversas balaceras y encerronas estremecieron al país en días recientes; la lista es larga. En síntesis, en el transcurso de los últimos años se ha ido configurando un cuadro de inseguridad creciente que la ciudadanía, según evidencian las encuestas, percibe como el principal problema nacional.

La conclusión es ineludible: el actual gobierno –también los inmediatamente anteriores– ha fracasado en el control de la violencia criminal y terrorista. No ha logrado establecer una estrategia sólida, consistente y efectiva. Las condenas retóricas sobran, pero las medidas concretas llegan tarde o nunca. Así, la percepción de abandono estatal se multiplica, erosionando justificadamente la confianza de la población en sus autoridades.

Chile necesita un cambio radical. No bastan ajustes cosméticos ni simples anuncios. Se requiere voluntad de acción real, que haga valer las leyes ya existentes y que dote a las policías de respaldo político y operativo sin ambigüedades, al tiempo que refuerce la prevención y el debido castigo de corrupciones internas. Es imprescindible potenciar la inteligencia policial, generar mecanismos eficaces de persecución patrimonial y cortar las fuentes de financiamiento del narcotráfico. La gestión carcelaria debe innovarse para impedir que las cárceles sigan funcionando como centros de operaciones del crimen organizado. La custodia de fronteras, puertos y aeropuertos debe constituirse en primerísima prioridad, cerrando los accesos por donde circulan drogas, armas y migración irregular asociada a bandas internacionales.

Conjuntamente, corresponde tramitar con diligencia las nuevas leyes que se precisen para enfrentar fenómenos delictuales recientes, inéditos en nuestra historia. Y, cuando existan jueces que, por ideología o negligencia, no apliquen correctamente la ley, el Estado debe hacer uso de sus atribuciones e interponer los requerimientos que correspondan. El principio de responsabilidad no puede detenerse en la frontera del Poder Judicial: la lucha contra el crimen requiere coherencia en todos los estamentos del Estado.

Chile está en un punto de inflexión. La inseguridad amenaza la vida cotidiana, la convivencia democrática y el desarrollo económico. Urge recuperar la paz, la confianza y el sentido de comunidad. Para lograrlo, debemos atrevernos a abandonar la tibieza y a enfrentar la lacra de la criminalidad y el terrorismo con decisión, rigor y coraje.

 

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por La Tercera el lunes 25 de agosto de 2025.