Arsenales de Carrizal: las armas que faltan

Arsenales de Carrizal: las armas que faltan
Curioso por los subfusiles checos SA-25 que se recuperaron en el asalto de la Caja de Compensación Los Héroes, me preguntaba si no serían parte del arsenal introducido a Chile por el FPMR en los años 80. Me puse a buscar en Internet y resulta que no es así, pero en el camino me encontré con el interesante libro Verdad y Justicia en Caso Arsenales y Atentado Presidencial, de Luis Heinecke Scott, donde aparece un relato muy detallado, con respaldo de las investigaciones judiciales, de ambos casos. En ese relato aparece el inventario de las 43 toneladas de armas, explosivos y munición incautadas en el llamado “Caso Arsenales” que incluye:
3.383 fusiles M-16
5.518 cargadores M-16
2.293.508 municiones cal 5.56 para M-16
123 lanzacohetes RPG-7
148 fusiles FAL
1.029 cargadores FAL
180 cohetes LAW
6 ametralladoras M-60
1.946 bombas para lanzacohetes
1.959 granadas de mano tipo piña con espoleta
2.234 cargas de proyección para RPG-7
1.979 espoletas para granada
5.600 munición ametralladora M-60
965 municiones para fusil AKA
5 lanzagranadas M-70
75 granadas rebotantes 40 mm
Peso total: 43.361,2 kg
Resulta que el armamento, de acuerdo a los documento de embarque, se estima entre 60 y 80 toneladas, por lo que hay -a lo menos- 20 toneladas de armamento que todavía no se han recuperado. Las armas recuperadas bastaban para equipar a un ejército paralelo, capaz, en combate urbano, de sostener una guerrilla de largo aliento, como las de Nicaragua o Colombia. ¿Que habrá pasado con las armas incautadas? La mayoría deben estar guardadas en arsenales del Ejército, parte de los fusiles M-16 parece que los distribuyeron a la Armada de Chile, donde todavía los podemos ver como equipamiento estándar en las Gobernaciones Marítimas. Hace pocos meses un “ingenuo” que se encontró un M-16 después del maremoto lo estaba tratando de vender en Yapo.cl, por ahí lo deben andar buscando.
¿Donde están las armas que faltan? El Frente Patriótico Manuel Rodriguez fue parte del Partido Comunista de Chile cuando se internó el armamento desde Cuba, fueron parte oficial del PC hasta, al menos 1988, cuando mueren Pellegrini y Magni en el asalto al Retén Los Queñes. Sergio Bushmann, que estuvo a cargo de la operación, murió sin decir mi pío. Lo mismo Luis Corvalán que se limitó a decir sobre las armas faltantes “hay que guardar esos fierros, por si las moscas”, Otro que se hace el loco es el actual diputado Guillermo Teillier, que tuvo un cargo en el FPMR de esos años y sin dudas sabe donde están escondidas las armas faltantes.
En Chile hemos tenido mucha suerte al tener terroristas tan incapaces que asombran, jamás han conseguido nada que valga la pena, aparte de algunos asesinatos a mansalva y sobre seguro. Con muchos menos medios Abimael Guzman tuvo de cabeza al gobierno de Alan García y al país entero. Leyendo la historia de Carrizal Bajo y la Operación Siglo XX queda patente la incapacidad de nuestros aprendices de terroristas. Cuando llegan a establecerse a Carrizal, en lugar de mantener un bajo perfil, se instalaron a lo grande, comprando propiedades, goletas y a lo menos 14 vehículos entre camiones, jeeps y camionetas, llegaron más de 50 personas y gastaban la plata cubana como marineros borrachos. Toda la operación fue desbaratada por un puñado de operativos de la CNI en un par de días ¡Como deben haber estado furiosos los cubanos! El costo de esa operación debe haber sido astronómico. Todo para nada.
Luego vino la llamada “Operación Siglo XX”, el intento de magnicidio al general Pinochet. Otro chasco, increíblemente mal ejecutado. Cesar Bunster Ariztía arrendó los vehículos usados en el atentado bajo su nombre verdadero, los fusileros dejaron huellas digitales y -sobre todo- el atentado fue un fracaso a pesar de tener toda clase de ventajas en poder de fuego, sorpresa, etc. solo lograron asesinar a cinco integrantes de la escolta. Lo único que les resultó fue el escape, los carabineros los confundieron con fuerzas de seguridad y los dejaron pasar, tres de los peores asaltantes fueron indultados por Aylwin, otros se arrancaron de la cárcel y Bunster vivió clandestino hasta que los delitos prescribieron.
Algo evidente es que, desde el gobierno de Aylwin hasta hoy ha existido la decisión política para proteger a los terroristas, seguramente por miedo a la reacción del gobierno cubano. Esta protección llegó a extremos ridículos en el caso del asesinato de Jaime Guzmán, donde por instrucciones de gobierno los dejaron escapar a todos mientras estaban cercados por la PDI. El terrorismo en Chile ha sido increíblemente torpe, pero han podido mantenerse gracias a redes de protección dentro de los propios organismos del estado, y eso es algo que sigue ocurriendo hasta el día de hoy.
Un hallazgo muy simpático, es que curioseando por Internet, me encontré con que uno de los terroristas que estuvieron en el atentado al general Pinochet ¡fundó una iglesia! Se trata de Ricardo Andrés Urrutia Vargas, alias “Camilo” o “Sebastián” que ahora es muy activo en Internet con su iglesia “El Gran Fundamento, de Carismas Obra Sacerdotal para la Consagración del Creyente”. Yo creía haberlo visto todo, pero me faltaba esto.
Todo esto puede ser muy entretenido, pero se refiere a tiempos pasados, hay cosas que tienen importancia en la actualidad. Por ejemplo las 20 toneladas de armamento que todavía no caen en manos de los terroristas mapuches, los jefes del Partido Comunista, seguro que saben donde están y tal vez hasta tienen las llaves de los barretines., Quizá por prudencia o por miedo no le pasan las llaves a los de la CAM, pero es algo que perfectamente podría ocurrir y si pasa, allí si que la cosa se pondría fea.
Sobre los dos subfusiles SA-25 que llevaban los asaltantes, no parecen tener relación con las armas de Carrizal, son mucho más antiguos, fabricados en los años 40-50, leo que Cuba fue un gran distribuidor de esas armas. Es muy posible que hayan llegado dentro de los “sacos de azúcar” o de las “obras de arte” que mandó Castro a Salvador Allende durante su gobierno. También pudieron ser a las armas de Argentina a que se referían los de la CAM, en las conversaciones por Telegram que interceptaron en la Operación Huracán, todo calza ahí.
A estas alturas todos se olvidaron que el armamento y municiones de Carrizal que andan dando vueltas por ahí, tal vez sean unos 500 o más fusiles FAL por la desproporción entre los fusiles FAL encontrados y sus cargadores. Más trabajo para los inútiles de la ANI. A propósito ¿cuando empezarán a limpiar esa organización? Tal vez lo mejor sea suprimirla y hacer otra nueva, desde cero, porque la que hay es una vergüenza.