La Elección de Abbott

Cada vez se hacen más evidentes las sospechas, que el Fiscal Nacional  está cumpliendo rigurosamente con los secretos o implícitos compromisos, que le valieron su nombramiento como tal, por parte del Parlamento. Además de ser partidario y propiciador de un perdonazo a Diputados y Senadores que cometieron el delito  de defraudar al Estado y a los electores con facturas ideológicamente falsas, y no mostrar similar conducta, con los ciudadanos comunes y corrientes que cometieron el mismo delito.

En su última cuenta pública, ordena a los fiscales, dar un trato especial a los parlamentarios, acelerando sus causas, con el fin de que no se vea afectado los quórum para la aprobación de leyes. En síntesis, para el Fiscal Nacional, deben haber dos sistemas de persecución legal, uno para el ciudadano común y corriente y otro para los señores parlamentarios, violando con ello abiertamente el principio de igualdad ante la ley.

La verdad, que sin duda se está evidenciando  cada vez más, el grave error constitucional, que  impide la elección de autoridades del Estado, sólo por sus méritos exclusivamente  profesionales, sino que por su afinidades políticas, como lo dijo el Ministro de Justicia, respecto de la izquierdización de los Ministros de la Corte Suprema, o  por estar dispuesto aceptar las condiciones políticas que le impusieron quienes los eligieron.

Dr.Jaime Manuel Ojeda Torrent

PhD.Universidad Libre de Bruselas