Carta a la CIDH

Para proteger eficazmente la soberanía jurídica nacional, es fundamental que los Estados, controlen, investiguen y conozcan permanentemente, a que intereses políticos, sociales y económicos reportan los jueces y abogados integrantes permanentes y transitorios de  los organismos internacionales. Organismos a quienes hemos entregado subsidiariamente nuestra total confianza jurídica. Este monitoreo  preventivo es es sólo y exclusivamente con el fin de no sufrir sorpresas legales que podrían afectar la integridad nacional o a toda o parte de  ciudadanía. Que mejor ejemplo de lo anterior, es la razón que justificó la carta enviada por Chile, entre otros países a la CIDH.

La carta que envió el Gobierno, el 11 de abril, en conjunto con Argentina, Brasil, Colombia y Paraguay a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, es la reacción a una serie de fallos, que con total razón fueron sólo muy aplaudidos por la izquierda de estos países. Con esta carta en forma diplomática estos países, justificaron explícitamente  su malestar con el CIDH, aduciendo, que este organismo intencional en sus fallos no estaba respetando la autonomía de los países, como tampoco consideraba la realidad de los Estados. Pero la verdad implícita que esconde la misiva, es que estos Estados, han comprobado que sus fallos son prevaricatorios y  adversos a sus intereses y que esto se debe principalmente a la militancia o simpatía política de los integrantes del CIDH. La verdad es que todos los organismos nacionales e internacionales relacionados con los Derechos Humanos, estan capturados por la izquierda, ya que salvo excepciones, todos sus los líderes,  jueces y abogados son de izquierda.Los hechos así lo demuestran.

Que mejor demostración de que el CIDH, es un feudo de la izquierda, el hecho que haga y siga haciendo  vista gorda  frente a Cuba y que jamás en vida haya condenado al mayor violador de los derechos humanos del mundo como fue Fidel Castro, como ahora tampoco se haya pronunciado de hecho y en derecho frente a Maduro de Venezuela. Y menos  en Chile, donde han sido legalmente cómplices del uso y abuso de los Derechos Humanos, con fines de lucro y para perseguir a los militares y policias que combatieron y neutralizaron con sus propios métodos a los terroristas de izquierda. Finalmente en rigor: ” la I de CIDH, debe significar Izquierda”.  

 Dr. Jaime Manuel Ojeda Torrent

Analista Político Militar

Presidente de APOLIMIL