AL BORDE DEL ABISMO



AL BORDE DEL ABISMO

Por  Humberto Julio Reyes

¿Cuántas veces, desde ese aciago 4 de septiembre de 1970, nuestro querido país ha estado al borde del abismo?

A no dudarlo, la primera fue en 1973, cuando la ruptura entre sectores irreconciliables amenazaba con llevarnos a una nueva guerra civil al estilo de la española, quizás también con un millón de muertos como escribiera un célebre autor.

Esquivamos el abismo y heredamos heridas que se mantienen transcurrido más de medio siglo y que se reabren a conveniencia y de preferencia en el mes que debiera convocarnos a celebrar todo lo logrado durante nuestra vida como nación independiente.

A medida que, inexorablemente se aproximaba la fecha del plebiscito y que coincidía con aquella que marcó un punto de inflexión en nuestras vidas, nuevamente muchos teníamos la impresión de estar asomándonos a un abismo y que esta vez, tal como en las tragedias griegas nada podría hacerse para evitar un salto al vacío, toda vez que la clase política parecía no estar a la altura de sus responsabilidades.

Sin embargo la ciudadanía sí lo estuvo y, por esta vez, el abismo ha sido esquivado, ojalá definitivamente.

¿Habrá aprendido nuestra clase política esta contundente lección?

Las primeras declaraciones públicas no dan pie para un excesivo optimismo ya que algunas reflejan cierta separación de la realidad, como si nada hubiera ocurrido que pudiera alterar el camino al paraíso en la tierra.

Otras apuntan a repetir la mala experiencia de la Convención Constitucional o a asignarle un rol preponderante y plagado de prácticas oscuras en el categórico resultado a la derecha que buscaría perpetuar sus privilegios.

Me parece que los partidos de derecha no habrían podido imponer sus intereses de no mediar una fuerza igual o superior incluso de independientes y centroizquierdistas que también consideraron que el texto a plebiscitar era profundamente lesivo para el futuro de nuestra Patria.

El rechazo ha sido transversal y ningún partido podría atribuírselo.

Enhorabuena.

Los tres tercios de 1970 han regresado y es de esperar que, esta vez, un tercio no intente imponerse a los otros dos tercios recurriendo a ofrecer garantías que no cumplirá si ello implica renunciar a su programa de gobierno.

Hemos visto las alas del ángel de la muerte, el abismo ha sido evitado pero sigue estando muy cerca. Es responsabilidad de todos y en particular de quienes nos representan no volver a acercarnos.

7 de sept. de 22