Allende, el PS y la tragedia de Chile

Por Sergio Muñoz:

 “…se puede aprender de la historia, pero lo primero es querer aprender…”.

En los homenajes del Partido Socialista al Presidente Allende al cumplirse 110 años de su nacimiento, casi no ha habido referencias al período en que él gobernó, desde noviembre de 1970 a septiembre de 1973. Es comprensible que los dirigentes del PS levanten su figura como símbolo de identificación militante, pero es difícil aceptar que no digan una palabra respecto de la responsabilidad partidaria en el fracaso del gobierno de la Unidad Popular. Es cierto que el espíritu de partido no suele dar razones y que la memoria protege lo que quiere proteger, pero si se trata de entender la historia, no se puede omitir la génesis del golpe de Estado y el establecimiento de la dictadura, ni limitarse a culpar de todo a los adversarios.

El PS y los otros partidos que gobernaron con Allende tienen que responder a la pregunta de qué hizo aquel gobierno que provocó una dinámica de extrema polarización, que determinó que la política se volviera estéril y la sociedad quedara atrapada entre el miedo y el odio. Fue catastrófica la pérdida de las libertades y muy alto el costo humano como para lavarse las manos. Es hora, pues, de poner fin a la coacción moral de calificar las críticas al gobierno de la UP como una ofensa a la memoria de las víctimas de la dictadura. Lo que las ofende, en realidad, es tapar las verdades incómodas.

La tercera derrota presidencial de Allende, en 1964, fue interpretada por el PS como la demostración de que el camino electoral para alcanzar el poder era una ilusión. A esa manera de ver las cosas contribuyó la fascinación por la Revolución Cubana que se extendió en los años 60 en América Latina, lo que incluía la noción de que la vía armada era el único camino para conseguir la justicia social. El PS cayó en esa fascinación. Y Allende, que no era un extremista ni un doctrinario, sino más bien un socialdemócrata, trató de adaptarse a los tiempos que corrían. No se puede pasar por alto que el PS aprobó en sus congresos de Linares (junio de 1965) y de Chillán (noviembre de 1967) una línea que admitía la opción de la lucha armada como vía para conquistar el poder y construir la nueva sociedad. En esos años, se formó el MIR, alentado desde La Habana. Eran los tiempos en que un amplio sector de la izquierda calificaba la democracia que había en Chile como formal y burguesa.

A comienzos de 1970, Allende suscribió un programa de gobierno en cuya elaboración no participó, y que planteaba el objetivo de avanzar al socialismo. Pero, ¿qué era el socialismo? Más o menos lo que entendía todo el mundo: el control estatal de la economía y el gobierno indefinido de los revolucionarios. Esa era, por lo menos, la matriz impuesta por la Unión Soviética en los países de Europa del Este. Las explicaciones que daba la izquierda para aclarar que no se trataba exactamente de eso fueron siempre confusas y contradictorias.

Cuando se dice que Allende encarnó “la vía chilena al socialismo”, se alude a una especie de modalidad sin dictadura, pero que conducía aproximadamente al mismo objetivo. En todo caso, los discursos de quienes llamaban a avanzar sin transar y a prepararse para el enfrentamiento, hacían esperar lo peor. Allende ignoraba los fundamentos del funcionamiento de la economía, pero respaldó una política económica que, en los hechos, definió la suerte de su gobierno: fue el proyecto anticapitalista que supuestamente iba a corregir la desigualdad, pero terminó provocando hiperinflación, desabastecimiento, mercado negro y desarticulación de la economía.

Es justo reconocer que Allende no persiguió a los opositores ni estuvo dispuesto a convertirse en dictador. ¿Podría haber evitado la salida de fuerza? Quizás si hubiera defendido la nacionalización del cobre y pactado todo lo demás, o llegado a un acuerdo con el Congreso para adelantar la elección presidencial. Pero no tuvo la decisión ni las fuerzas para hacerlo. La realidad es que, en la etapa final, muy solo, no dirigía ni a su propio partido.

¿Qué tanto gravitaron los intrusos en nuestra desgracia? Mucho, sin duda, sobre todo Richard Nixon y Fidel Castro. De la intervención norteamericana, que fue investigada por el Senado de EE.UU., se han publicado numerosos estudios. De la intervención cubana está casi todo por contar. No obstante, fuimos los chilenos, por acción u omisión, por ceguera o ideologismo, los que determinamos el desenlace.

La UP fue una fuerza minoritaria, sin sentido de la realidad, que propuso avanzar hacia un espejismo. Muchos hombres y mujeres de izquierda pagaron con su vida las consecuencias de ello durante la dictadura. Precisamente por eso es que no sirven la mitología ni el escamoteo de las evidencias del desastre. Se puede aprender de la historia, pero lo primero es querer aprender. Efecto directo de no identificar el origen de la tragedia de ayer es hacer una mala lectura de la realidad de hoy. El proceso de renovación de la izquierda en los años 80 intentó sacar enseñanzas de lo ocurrido, lo que contribuyó al éxito de los gobiernos de la Concertación. Sin embargo, parece que algunos quieren volver atrás. El PS acaba de realizar la conferencia programática “Salvador Allende Gossens”, en la que levantó la bandera de la nacionalización del litio y otros recursos naturales, e insistió en la convocatoria de una asamblea constituyente. Parece que es cierto que se puede tropezar dos veces en la misma piedra.

Sergio Muñoz Riveros

Más Artículos

Artículos de Opinión

*No hay Nada Más que Hablar*

Por Cristián Labbé Galilea Han sido días de muchas y sentidas condolencias, de sentimientos de impotencia e inseguridad, de rechazo al terrorismo y la violencia… Nadie se ha restado a la condena ...

Leer más

Artículos de Opinión

TOQUE DE QUEDA AUTOIMPUESTO

Por Humberto Julio Reyes Una reciente encuesta nos informa de algo que no sorprende: tres cuartas partes de las personas encuestadas han optado por evitar salir de noche por temor a ser víctimas de l...

Leer más

Artículos de Opinión

FF.AA. y Carabineros

Lea este reporte: Reporte Mensual RST – Abril 2024       Intervenciones de diputados por las RUF:     La intervención de la Diputada Camila Flores en la discusión sobr...

Leer más