Si hay algo que no podemos negar, es lo ideológicamente consecuente que fue la nueva  Alta Comisionada de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, al afirmar públicamente, su total rechazo y malestar por la elección del derechista Bolsonaro como Presidente de Brasil.

Misma conducta, cuando sin importarle la dignidad de su cargo de Presidenta de Chile, corrió despavorida a adorar al mayor violador de los Derechos Humanos de América toda, Fidel Castro.

La verdad que al parecer nadie ha reparado que con el nombramiento de la ex Presidenta Bachelet en el más alto cargo del mundo, en materia de Derechos Humanos, la Izquierda y el comunismo internacional lograron su objetivo más preciado, el control absoluto de los Derechos Humanos a nivel internacional, con el fin de proteger a sus violadores afines, como los de Venezuela, Cuba y Corea del Norte, entre otros y al mismo tiempo perseguir y encarcelar los agentes del Estado, que cumplieron misiones antiterroristas. Todo avalado con total descaro por La Corte Internacional de Derechos Humanos(CIDH), dependiente la la Gran Comisionada, Michelle Bachelet.

Definitivamente, hay que reconocer la astucia y perseverancia de la izquierda o del comunismo internacional, para lograr el control de todo lo relacionado con los Derechos Humanos en el mundo, pese a tener en su contra nada menos que el antecedente, de ser  la organización política que lidera a nivel mundial, las violaciones de Derechos Humanos, en número y crueldad.

Dr.Jaime Manuel Ojeda Torrent

PhD.Universidad Libre de Bruselas